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domingo, 17 de agosto de 2014

El diario de Jorge Bilbao (VIII): Nuevos compañeros de equipo, entrenamientos de mejora individual y dos grandes premios como fruto del trabajo realizado

¡Saludos a todos desde Texas!
Tras un par de semanas de vacaciones de vuelta en Bilbao, tocó volver a Texas el 1 de junio para empezar los entrenamientos y clases de verano. A diferencia del año pasado, donde tuve que acudir a la Uni para el segundo semestre de verano en julio, esta vez el equipo entero hemos estado desde el principio en UTA, incluyendo nuestros 7 nuevos jugadores (4 freshman y 3 transfers). Tras una temporada en la que a todos nos quedó la sensación de que podíamos haber hecho más, este año todo el equipo se ha implicado desde el primer día para competir al máximo en los entrenamientos y hacer mejorar al equipo cada día. Los nuevos jugadores han cogido los conceptos básicos muy rápido y hemos tenido buen ritmo en las sesiones de trabajo tanto en la pista como en el gimnasio, ya que en verano es cuando hacemos los programas de trabajo más exigentes y es cuando mayor volumen ponemos en las distintas series y ejercicios.

El verano es el momento en el que todo jugador de la NCAA debe poner mayor carga de trabajo individual de cara a mejorar lo máximo posible para la temporada. Aquí es el momento del año donde tienes que demostrar a los entrenadores que quieres mejorar y aportar lo máximo posible al equipo. Siendo ya sophomore y habiendo acabado la temporada pasada como titular, mis responsabilidades en el equipo tanto dentro como sobre todo fuera de la cancha han aumentado, y hay que transmitir toda la confianza posible a los coaches. Es por ello que este verano he estado trabajando todos y cada uno de los días de cara a ser el mejor jugador posible cuando empecemos la temporada.

Tenemos menos horas de clase que durante el curso académico, y es por ello que debemos aprovechar para entrenar lo máximo posible en nuestro juego. El horario que he tenido durante el verano ha sido el siguiente: clase de 8 a 10 de la mañana, entrenamiento individual con unos de los entrenadores alrededor de una hora, ir a casa a cocinar y comer, sala de estudio durante hora y media, gimnasio hora y media, entrenamiento con el equipo, partidos de open gym, ir a casa a cenar y volver a la noche al pabellón a tirar y entrenar por mi cuenta. Además, en verano todos los ex jugadores de UTA vuelven al campus para entrenar, y jugamos con y contra ellos todos los días. También nos ayudan en los entrenamientos y nos dan valiosos consejos para corregir cosas y seguir mejorando. El reciente fichaje del Maccabi Tel Aviv con pasado en la Liga Endesa, Marquez Haynes, ha estado preparándonos entrenamientos especiales con los que leer mejor las situaciones de 2x2, 3x3 y pick n´roll/pick n´pop y el ex-jugador del Spirou Charleroi, Karol Gruzwecki, ha estado ayudándome con ejercicios y entrenamientos de tiro.

Pero no todo es entrenar. También hay ciertos momentos para relajarse y disfrutar con los amigos. Durante las mini vacaciones que tuvimos por el día 4 de julio, BWill y yo fuimos a Azle, en la parte más “country” del estado y de donde es nuestro compañero Drew. Ahí vivimos un auténtico 4 de Julio: tuvimos barbacoa en una casa en un lago, me monté por primera vez en una moto de agua, cenamos alrededor de una hoguera y acabamos la noche con fuegos artificiales. Fue un fin de semana más que entretenido y en el cual tuve oportunidad de conocer otra forma de vida en los Estados Unidos.


Además de haber sido un verano con muchísimo trabajo de por medio, el esfuerzo ha ido dando sus frutos…por partida doble! Nada más volver de Bilbao, el presidente de la Federación Vizcaína de Baloncesto me llamó para comunicarme que me habían designado como mejor jugador de la temporada en Bizkaia. Fue un galardón completamente inesperado, y aunque me hubiera encantado poder ir a recogerlo, la gala de entrega era el 27 de junio, curiosamente el día de mi cumple, y todavía me encontraba en Texas. Aún así, mi madre subió al escenario a recogerlo por mí y me encantó ver a mi familia posando con él.

Pero eso no es todo. Además de este premio, hace un par de semanas me comunicaron que me habían convocado para entrenar con la preselección de Euskadi absoluta dirigida por Pablo Laso para, en caso de quedarme en la lista final, disputar un triangular contra Angola y Filipinas mientras ellas se preparan para el Mundial de Baloncesto que se juega en España. Por lo que ahora, ya de vuelta a casa, me concentraré con el resto de los convocados entre los que también se encuentra mi buen amigo Aitor Zubizarreta e intentaré hacerme un hueco en la lista definitiva.

En la próxima entrega os contaré qué tal ha ido esta nueva experiencia con la selección así como el inicio de los entrenamientos oficiales de pretemporada y el comienzo del nuevo semestre en la Universidad. ¡Un saludo a todos!

viernes, 25 de abril de 2014

El diario de Jorge Bilbao (VII): Decepción por no jugar la March Madness, cena con José Manuel Calderón y la suerte de poder ver en vivo la final de la NCAA

¡Saludos a todos desde Texas!

Desgraciadamente, la temporada NCAA ha terminado tanto para mí como para el resto del país. Aún así, se han dado varios sucesos importantes en las últimas semanas, tanto dentro como fuera de la cancha.

En mi caso, como ya os conté en la última entrega, nos disponíamos a viajar a New Orleans durante las vacaciones de Spring Break, única semana libre de clases, para disputar el Sun Belt Conference Tournament con el único objetivo de quedar campeones y llevarnos el tan ansiado billete que nos daba acceso a la March Madness.

En nuestro estreno en el torneo nos esperaba UL Monroe, equipo al que habíamos conseguido ganar por partida doble durante la liga regular en encuentros muy ajustados debido a que ellos son un equipo muy rocoso y que saben muy bien a lo que juegan. Al comenzar nuestra eliminatoria, las cosas no nos estaban saliendo bien, jugando con poca fluidez en ataque y poca tensión en defensa, haciéndonos llegar al descanso por debajo en el marcador. Tras la salida de vestuarios, conscientes de que si perdíamos se nos acababa la temporada y gracias a que mi compañero Anthony Walker encadenó ¡4 mates consecutivos!, 3 de rebote ofensivo y un último finalizando un alley-oop en un contraataque que él mismo había iniciado colocando un tapón, conseguimos darle la vuelta al partido y tomar la delantera, amarrando el resultado y consiguiendo conservar la renta a pesar de los muchos esfuerzos de Monroe por ponerse por delante, finalizando con una victoria por 68-65.


En la segunda ronda del torneo nos esperaba la Louisiana-Lafayette de Elfrid Payton, proyectado como Top20 de este próximo Draft. Nuestro partido comenzó con más de una hora de retraso debido a que en la eliminatoria anterior entre Arkansas State y Arkansas Little Rock no pudieron decidir quién se llevaba la victoria hasta ni más ni menos que la 4ª prórroga! Muy meritorio el partido de Little Rock, ya que no contaban con su mejor jugador por lesión, y fueron perdiendo al resto de sus jugadores más importantes durante el partido y los tiempos extra hasta acabar con un quinteto formado por jugadores poco habituales que no llegaban a promediar 10 minutos por partido, pero que dieron la cara y lucharon hasta el final pese a caer derrotados por un espectacular 114-116.
Cuando por fin comenzamos nuestro partido, tomamos las primeras ventajas en el marcador gracias en parte al buen trabajo hecho sobre su estrella Payton, consiguiendo ponerle en problemas de faltas, pero el resto de jugadores dieron un paso adelante y gracias a un gran acierto exterior se pusieron por delante y mantuvieron su ventaja gran parte del encuentro. Durante la segunda parte conseguimos empatar en dos ocasiones pero, acompañados por la mala suerte en un par de jugadas clave, no conseguimos tomar la delantera y acabamos perdiendo por 91-85. Fue un golpe muy duro, ya que el partido se había decidido en un par de detalles y el vestuario estaba muy tocado, pero como ya sabréis, el baloncesto es así. Aún y todo, caímos derrotados ante un equipo muy talentoso que llegaba en un estado de forma excelente y acabó proclamándose campeón, imponiéndose a Western Kentucky al día siguiente en las semifinales y a la favorita Georgia State en la gran final tras un encuentro trepidante resuelto por un punto en la prórroga, yendo así a la March Madness donde a la postre cayeron derrotados en primera ronda ante la Creighton de Doug McDermott.

Menos de una semana después de volver de New Orleans, tuve la oportunidad de conocer en persona a todo un símbolo del baloncesto español durante los últimos años: ni más ni menos que José Manuel Calderón. Gracias a Marcos Piñeiro, redactor de Marca residente en Dallas con el que entablé amistad a principios de temporada, el cual organizó una cena con más españoles y Calderón, pude disfrutar de una velada muy agradable en la que hablamos de todo, intercambiando diferentes experiencias de la NBA, Selección Española, ACB y categorías inferiores, así como mis propias experiencias en la NCAA y el proceso por el cual había llegado a la liga universitaria. José se mostró en todo momento muy humilde y cercano, demostrando no sólo ser un ejemplo a seguir en la cancha, sino también fuera de ella. Quedamos en mantener el contacto, y la próxima semana estaré apoyándole en el American Airlines Center en su serie de Playoffs contra San Antonio.

La temporada había terminado para nosotros, pero la March Madness no había hecho más que comenzar. Tras unas semanas de auténtica locura con un nivel de competición altísimo en las que fueron saltando las sorpresas a diario, se llegó a la mundialmente conocida Final Four de la NCAA, para la cual se habían clasificado Uconn, Wisconsin, Florida y Kentucky. La Final Four es un acontecimiento al nivel de la Superbowl, que mueve una masa de gente y crea una serie de eventos abrumadora. Tuve la grandísima fortuna de que este año la Final Four se disputaba aquí, en Dallas, más concretamente en el AT&T Stadium, hogar de los Dallas Cowboys con un aforo superior a los 80.000 espectadores que se encuentra a escasos tres minutos de mi apartamento. Tras participar en algunos clinics promovidos por la NCAA donde ayudábamos y jugábamos con niños y niñas de todas las edades, llegó el día de la gran final, a la cual pude asistir para poder disfrutar en vivo y en directo del mayor evento baloncestístico del país


A pesar de querer que ganara Kentucky debido a que nos enfrentamos meses atrás, para ver a la clase freshman que tantas críticas había recibido durante la temporada proclamándose campeona, Uconn se llevó el título tras una disputada final liderados por un espectacular Shabazz Napier. He de decir que la experiencia fue única, en un estadio absolutamente espectacular, donde pude ver de primera mano la mayor expresión de baloncesto colegial posible. Una de esas experiencias que se viven una vez en la vida.

Mucha gente me preguntaba sobre qué íbamos a hacer una vez terminada la competición. Lo primero de todo, acabar las clases, ya que los exámenes semestrales no acaban hasta principios de mayo. Y en el ámbito deportivo, tras una semana libre de entrenamientos, volvimos al trabajo con una carga de sesiones diarias de pesas, condicionamiento y entrenamientos de equipo. Ya la semana pasada tuvimos que adaptar los horarios debido a la normativa vigente de la NCAA respecto al tiempo de entrenamiento, y fue cuando comenzamos las sesiones en grupos reducidos con un trabajo más específico. De aquí al comienzo de la próxima temporada es cuando los jugadores entrenan aspectos más detallados de su juego y se hace mayor énfasis en el trabajo físico debido a la ausencia de competición. Personalmente, estoy metiendo varias horas extra de trabajo al día para seguir mejorando en todos los apartados posibles de mi juego y ayudar a UTA a llegar lo más lejos posible. Cada ejercicio en cada entrenamiento y sesión de gimnasio cuenta, así como los partidos que jugamos con los antiguos jugadores y profesionales, y tras un mes de competiciones, he acabado con el mejor balance de victorias y derrotas del equipo, es por ello que gané el “UTA Championship Belt”. Todos en el equipo estamos muy mentalizados para hacer una mejor temporada que esta última y a pesar de haber tenido varias bajas, ha quedado un grupo muy competitivo que, sumado a las nuevas incorporaciones, ya está trabajando para ser los próximos campeones de la Sun Belt.


Ahora quedan apenas dos semanas hasta el final del semestre, tras lo cual dispondremos de tres semanas de vacaciones antes de volver el 1 de junio para empezar con los entrenamientos y clases de verano. Tras mi primer año en la NCAA, lleno de experiencias absolutamente increíbles en el que he crecido como jugador y he podido madurar como persona, estoy impaciente por volver a Bilbao y poder disfrutar de unas semanas de la compañía de mis amigos y familia, para recargar energías de cara a un verano en el que el trabajo diario está asegurado con el fin de poder seguir progresando todo lo posible y prepararme para la próxima temporada. ¡Un saludo a todos!

miércoles, 12 de marzo de 2014

El diario de Jorge Bilbao (VI): Altibajos, un castigo que sirvió de punto de inflexión y 8 titularidades consecutivas

¡Saludos a todos desde Texas!
Durante las últimas semanas hemos completado el resto de partidos correspondientes al calendario de la liga regular dentro de la Sun Belt Conference. Hemos tenido de todo, desde rachas con varias victorias seguidas jugando a un alto nivel a derrotas muy dolorosas que se nos han escapado por un par de jugadas. Lo que está claro es que cada partido en la conferencia es una nueva batalla, donde cualquier equipo, desde el primero hasta el último clasificado, se puede llevar la victoria.

La exigencia en el baloncesto universitario es altísima y las cosas pueden cambiar completamente de un día para otro. Tras ganar a Texas State, encadenamos otras dos victorias consecutivas en casa contra Troy (con triple sobre la victoria incluido) y South Alabama antes de viajar a Western Kentucky y Georgia State para medirnos contra los dos primeros clasificados de la Sun Belt. Tras ir ganando ambos partidos por más de 10 puntos, bien entrada la segunda parte, nos llevamos dos derrotas muy duras, sobre todo ante Georgia State (la cual estaba invicta en la conferencia por aquel entonces), ya que llegamos a ir 4 arriba a 7 segundos del final antes de que metieran dos triples imposibles para forzarnos la prórroga y asestarnos una durísima derrota. Volvimos a nuestro estadio, el College Park Center, para recibir a Louisiana-Lafayette. Las derrotas anteriores nos habían dejado muy tocados moralmente, y en la segunda parte llegaron a tener una ventaja de hasta 19 puntos a 5 minutos del final antes de que completáramos un intento de remontada que nos llegó a poner 3 abajo y con tiro para empatar a menos de un minuto para el final del encuentro, aunque finalmente no pudimos consumarla.

Esta racha de derrotas supuso un punto de inflexión en la temporada. Los entrenadores, muy decepcionados y enfadados por nuestro rendimiento y esfuerzo durante los últimos partidos y entrenamientos, prepararon unas sesiones de castigo que nos llevaron a todos al límite, y durante todo un fin de semana estuvimos completando los distintos ejercicios que nos iban asignando. Debo destacar el sábado en ese fin de semana, ya que probablemente haya sido el día que más cansado he acabado en toda mi vida. Comenzando a las 5:30 de la mañana, y bajo las órdenes de nuestros entrenadores, procedimos a completar 4 horas seguidas de físico, sprints y ejercicios de correr a toda cancha, para acto seguido pasar otras 2 horas haciendo ejercicios exclusivamente de defensa.

No sólo supuso un punto de inflexión para el equipo, sino para mí personalmente, ya que en los dos últimos partidos los entrenadores apenas habían contado conmigo. Pero tras completar varios entrenamientos a muy buen nivel, confiaron en mí dándome la titularidad para nuestro siguiente encuentro en Louisiana contra UL Monroe. Nos llevamos la victoria jugando mucho mejor como conjunto y tuve mi tope de minutos y rebotes de la temporada. Desde entonces, hemos dado un paso adelante como equipo tanto ofensiva como defensivamente. Ganamos seguidamente contra Texas State, pero perdimos en nuestra visita a Arkansas State, quienes jugaron el partido con mayor acierto exterior de la temporada.

En nuestra visita contra Arkansas Little-Rock, todavía con el tiro en el último segundo que realizaron para derrotarnos en casa en mente, caí enfermo con fiebre muy alta, mareos y vómitos, lo cual me impedía tener ningún tipo de ritmo de juego. A pesar de ello, conseguí la primera canasta del partido saliendo nuevamente de inicio, pero los entrenadores eran conscientes de mi estado y tuve minutos restringidos, intentando aportar todo lo posible para cimentar la victoria que finalmente nos llevamos de allí.

Acto seguido, recibíamos a Georgia State en uno de nuestros dos últimos partidos en casa. Tras realizar una buena primera parte la cual acabamos con ventaja en el marcador, una bajada de intensidad nuestra, unido a un gran acierto exterior suyo propició un parcial en contra muy abultado del que nos fue imposible recuperarnos. Todo el equipo estaba con muchísima rabia por lo sucedido y no había tiempo para lamentaciones, ya que dos días después nos enfrentábamos a Western Kentucky en el que sería nuestro último partido en el College Park Center de la temporada, la popularmente conocida en Estados Unidos como la “Senior Night”

En la “Senior Night” se les hace un homenaje previo al partido a todos los jugadores de último año que van a disputar su último partido como locales antes de completar su ciclo universitario. Era una noche muy emotiva, y todos en el equipo estábamos concienciados y motivados para darlo todo y despedir a nuestros Seniors con una victoria. A pesar de ello, el gran acierto exterior de Western Kentucky en la primera parte nos hizo ir 20 abajo hasta llegar al descanso con 10 puntos de desventaja. Iniciamos la segunda parte dispuestos a remontar, y tras ponernos a 5 puntos, otros 3 triples consecutivos nos pusieron 13 abajo a 10 minutos del final. A partir de ese momento, todo cambió. Tras conectar varios triples y penetraciones, y empujados por una afición de más de 3000 personas entregadas completamente, consumamos una grandísima remontada (80-73) en el que ha sido el mejor partido del año hasta el día de hoy, pudiendo dar a nuestros Seniors la mejor despedida posible.


Tras esta gran victoria, pusimos rumbo a Alabama para disputar los dos últimos partidos de la liga regular, donde nos esperaban Troy y South Alabama. Sabiendo que Troy estaba dolida por nuestra victoria en el último segundo, hicimos un partido muy serio durante 30 minutos, pero en los últimos 10 bajamos el nivel defensivo permitiéndoles remontar y forzarnos la prórroga. Tras un intercambio de canastas continuo, con Brandon Edwards (dorsal nº35) haciéndose omnipotente bajo el aro rival, tuvimos una segunda prórroga, en la que finalmente pudimos cerrar otra gran victoria a domicilio. Brandon acabó la contienda con 33 puntos y 19 rebotes, lo que le valió para que ESPN le designara como el mejor jugador de la jornada en toda la NCAA.

Con la opción de escalar todos los puestos posibles de cara al conference tournament viajamos a South Alabama, los cuales celebraban la ya antes mencionada Senior Night. A pesar de llegar con ventaja al descanso, no acabamos de encontrar el ritmo adecuado al partido, y sumado a la motivación extra de sus jugadores nos llevó a cosechar una derrota que nos deja como sextos clasificados, empatados con el quinto puesto en la Sun Belt Conference, tras haber tenido un balance positivo de 5-3 en los 8 últimos encuentros, en los que he tenido la oportunidad de ser titular de manera consecutiva y contar con minutos importantes.

En la próxima entrega os contaré todo sobre nuestro viaje y estancia en New Orleans, los distintos eventos a los que asistiremos y el transcurrir del torneo de conferencia, al cual llegamos aún más motivados tras esta última derrota con el único objetivo de ganarlo y llevarnos el billete que nos daría el acceso a la March Madness. ¡Un saludo a todos!

domingo, 2 de febrero de 2014

El diario de Jorge Bilbao (V): Debut en Boise State, titularidad en Kentucky contra Julius Randle y mucho más

¡Saludos a todos desde Texas!

Sé que hace mucho tiempo ya desde la última entrada, y la razón de esto es que el ritmo de la temporada NCAA es una locura. Desde nuestro primer partido oficial hasta hoy, ha sido un auténtico no parar de entrenamientos, desplazamientos, clases, exámenes,…de todo.

A día de hoy, ya hemos completado la primera parte de la temporada correspondiente al calendario non-conference, partidos contra distintas universidades acordados de antemano y que no siguen patrón alguno en lo referente a las conferencias donde juegue cada equipo. Nuestro estreno fue Vs Boise State a domicilio, curiosamente en la comunidad vasca de Boise. Sufrimos una dura derrota dejando en evidencia que teníamos mucho trabajo por delante para acoplar todas las piezas nuevas que había en el equipo.

Pero ha cambiado mucho desde entonces hasta ahora, dónde ya hemos jugado nuestros primeros partidos de conferencia. Os resumiré los acontecimientos más importantes hasta ahora así como alguna anécdota que se ha dado durante los múltiples viajes y partidos.


Lo primero sobre lo que voy a hablar, será sobre mi debut en Boise State. En el estadio se juntaron 10.000 espectadores para animar a su equipo en su primer partido oficial como locales. El ambiente era espectacular, una experiencia increíble. Ingresé al campo por primera vez a mediados de la primera parte, y tuve la suerte de conseguir una canasta con el primer balón que cayó en mis manos. Pero un par de jugadas después, tras coger un buen rebote ofensivo, me hicieron una falta bastante dura cuando todavía estaba en el aire, quedé completamente desequilibrado y tuve una caída muy fuerte. El estadio entero soltó un “Oooh” de preocupación, ya que fue bastante espectacular. A pesar de que supe al momento que algo no estaba bien en mi codo, me levanté al instante ya que sólo llevaba dos minutos jugando y no iba a dejar que me cambiaran al momento. Me hicieron un apaño y pude seguir jugando, pero el golpe derivó en una bursitis en el codo que me acompañó durante más de un mes y que me impedía tirar adecuadamente. No obstante, aunque odie perder y me lesioné, tuve la oportunidad de debutar por fin en la NCAA, un sueño hecho realidad.

Tras el viaje a Boise, tuvimos una serie de tres partidos en casa para abrir la temporada en nuestro estadio, para finalizar con el Homecoming anual. Durante el Homecoming, la universidad entera se viste de naranja, se pintan los edificios, y hay conciertos, desfiles, celebraciones,…por todo el campus, acabando todo con un partido nuestro. Nuestro rival era Cleveland State, y nuestra cancha tenía un ambiente espectacular, con más de 6.000 personas, todas de naranja y animando muchísimo. Aún así, empezamos el partido muy mal, con muy poco acierto e intensidad por nuestra parte y con mucho acierto por la suya, lo cual nos hizo ir al descanso 15 abajo. A pesar de haber estado jugando con regularidad los partidos previos, en este no había salido en toda la primera parte, por lo que estaba deseando que me dieran la oportunidad. Al empezar la segunda parte las cosas iban incluso a peor, y cuando ya habíamos alcanzado una desventaja de 20 puntos, me llamaron para darme el cambio. Salí dispuesto a dejarlo todo en el campo, y es lo que hice. Tuve un par de buenas acciones seguidas en defensa y rebotes valiosos en ataque. El ritmo del partido cambió drásticamente y comenzamos a remontar. Seguí sumando acciones positivas por el equipo y, cuando ya rebajamos los 10 puntos de desventaja, en un forcejeo por la posición con un poste rival de 2´10m y 140 kilos que desembocó en recibir un codazo en la mandíbula con su consecuente falta en ataque, el público se vino arriba y sucedió algo que me será imposible olvidar: el estadio entero comenzó a corear “Jorge-Jorge-Jorge!”. Era algo difícil de creer, pero la sensación fue increíble. Seguimos haciendo un buen trabajo tanto en ataque como en defensa, llegándonos a poner a 2 puntos, pero acabamos pagando el sobreesfuerzo de semejante remontada en la recta final y no pudimos llevarnos la victoria.


Los entrenadores quedaron muy satisfechos con mi actuación en el Homecoming, y decidieron premiarme cambiando la rotación entera de hombres altos para darme la titularidad. Nuestro próximo partido era ni más ni menos que en Kentucky, contra la Universidad entrenada por el legendario John Calipari, contra una de las mejores clases de reclutamiento por parte de una Universidad de los últimos años, consiguiendo a varios de los mejores jugadores de High-School del país liderados por Julius Randle, el cual está llamado a ser Top-5 del próximo Draft y ser una estrella de la NBA, lo que les había válido para ser rankeados como Nº1 del país en pretemporada.

Cómo esta todo organizado y cómo se vive el baloncesto en Kentucky es de película. Desde fuera se veía que nuestro hotel estaba pegado junto al estadio, el legendario Rupp Arena. Pero nada más lejos de la realidad, el hotel y el estadio estaban conectados mediante un centro comercial en el interior, y podías coger el ascensor desde tu habitación para ir a la pista de juego. Llegó la hora del partido. Era hora de empezar mi primer partido como titular en la NCAA siendo freshman ante más de 24.000 espectadores y teniendo como emparejamiento directo a Julius Randle. Quién me lo iba a decir a mí unos meses atrás. El partido fue muy duro e intenso. Durante la primera parte realizamos un gran trabajo, y llegamos a ponernos por delante, plantándoles cara en todo momento, aunque ya en la segunda parte impusieron su ritmo haciendo gala de una capacidad física inconmensurable y se escaparon en el marcador.

Desde entonces hasta ahora, hemos sufrido muchos altibajos intentando encontrar nuestro ritmo adecuado de juego, sobre todo en el apartado defensivo. Viajamos a Texas y a Oklahoma, y a pesar de haber ido ganando la mayor parte del tiempo en Texas y de habernos mantenido todo el rato en el marcador remontando al final en Oklahoma, ambas contiendas se saldaron con dos duras derrotas por 3 y por 2 puntos respectivamente, especialmente dolorosa la de Oklahoma ya que nuestro último tiro para forzar la prórroga se salió literalmente de dentro.

Por mi parte, tras hacer un buen partido en Kentucky y repetir titularidad en el próximo partido consiguiendo mis mejores registros estadísticos de la temporada, volvimos a la rotación preestablecida donde mi rol es salir del banco aportando todo lo posible a ambos lados de la cancha y jugando siempre con intensidad y agresividad.

Acabamos los exámenes finales a mediados de diciembre y tuvimos un mes de vacaciones sin clase alguna. Aún así, seguíamos jugando y entrenando, pero tuvimos unos días de vacaciones del 22 al 26 donde aproveché para hacer un viaje-express de vuelta a Bilbao para pasar apenas dos días junto a mi familia y amigos. Es muy duro dejarles ahí y no poder pasar más tiempo con ellos, pero es el precio por esta oportunidad.

En lo deportivo, ya desde el 2 de enero, estamos jugando los primeros partidos de la conferencia, la Sun Belt Conference, donde hemos tenido algunas derrotas contra buenos equipos, especialmente dolorosa contra Arkansas-Little Rock, tras anotarnos un dificilísimo tiro ganador en el último segundo, pero hemos sabido levantarnos y conseguimos una gran victoria a domicilio contra Texas State para posteriormente encadenar tres victorias consecutivas. La mentalidad en el equipo es otra, y sabemos que a partir de ahora vamos a ir hacia arriba.


En la próxima entrega os contaré detalladamente el devenir de nuestros próximos partidos en la Sun Belt Conference, así como alguna otra anécdota de estos pasados meses. ¡Un saludo a todos!

domingo, 3 de noviembre de 2013

El diario de Jorge Bilbao (IV): Listo para empezar tras sudar la gota gorda

¡Saludos a todos desde Texas!

Las últimas semanas han estado muy moviditas, ya que cada vez estamos más cerca del comienzo de la temporada, con todo lo que ello conlleva.

Tuve la oportunidad de vivir la experiencia más dura y exigente en la que he participado nunca: el “Boot Camp” de UTA, un campus de inspiración militar en el que únicamente se trabaja la defensa y la condición física, sin tocar balón desde el comienzo hasta el final del mismo. 

Ya me habían advertido mis compañeros de que iba a ser duro, pero nunca había imaginado algo así. De lunes a jueves, nuestros entrenamientos se convirtieron en sesiones dobles, a las 6 de la mañana y a las 3 de la tarde, de aproximadamente 3 horas de duración cada una, en las que teníamos que completar diferentes estaciones de defensa y desplazamiento, acabando cada sesión con varias tandas de sprints y ejercicios de condicionamiento que aumentaban cada día. Ha sido con diferencia el reto más exigente que he afrontado en mi vida hasta ahora. Para terminar, tuvimos la última sesión el viernes a las 6 de la mañana en la que sólo corrimos, haciendo una tanda de sprints por cada partido previsto en nuestro calendario del año. Aquí os dejo un vídeo sobre esta última sesión, espero que lo disfrutéis:



Además de tener el Boot-Camp, la tarde del jueves tuvimos la presentación oficial del equipo con la afición, la Maverick Madness, donde nos presentaron uno a uno y se llevaron a cabo actividades varias como un concurso de mates, de triples, retos de tiro para los aficionados con premios en metálico y el espectáculo de Acrodunk. 

Ya la semana siguiente, tuvimos el Media Day, donde nos llegaron por fin las equipaciones oficiales para esta temporada y tuvimos sesiones de fotos, videos y entrevistas con los periodistas y reporteros para preparar todo lo necesario, así como las presentaciones en el videomarcador para los partidos y vídeos de promoción de partidos y actividades. Fue un día entretenido, la verdad.

Foto de los 'rookies' de UTA

Ese mismo fin de semana, ya por fin, tuvimos la primera tanda de amistosos. Viajamos el viernes por la tarde a Louisiana, cenando de camino y pasando la noche en hotel, de modo que estuviéramos listos temprano para primer partido del día. Nuestro rival era Southeastern Louisiana, y jugamos en el estadio del Centenary College of Louisiana, en el cual se formó el mítico Robert Parishjugador de los Celtics. No jugamos un buen partido. Nuestra defensa no llegó al nivel de intensidad que esperábamos dar y perdimos




Ya por la tarde, tras comer y descansar un rato, repetimos cancha y rival. Esta vez salimos mucho más intensos tanto en ataque como en defensa, y le metimos al encuentro el ritmo que queremos tener durante la temporada, llevándonos una buena victoria pero sobre todo mejores sensaciones

En la próxima entrega os contaré qué tal va nuestro siguiente amistoso antes de dar comienzo a la temporada oficial con nuestro partido el 8 de noviembre vs Boise State.
¡Un saludo a todos!

sábado, 12 de octubre de 2013

El diario de Jorge Bilbao (III): Superada la primera lesión en tiempo récord

¡Saludos a todos desde Texas!

Mis últimas semanas por aquí han estado marcadas por una de las cosas que los deportistas más odian: las lesiones. Hace dos semanas, cerca del final de una sesión de open gym que tuvimos, pisé sin darme cuenta a un compañero de equipo que se me cruzó mientras volvíamos a defender, provocándome así un esguince superior de nivel 2. Al momento no me dolió demasiado y pensé que no sería nada importante, pero con el paso de los minutos, el dolor fue creciendo así como la inflamación. El diagnóstico del fisio del equipo fue que tendría que estar apartado de las pistas por lo menos durante un mes, y al momento me tuve que poner con muletas y una bota ortopédica. 

Me negaba a tener que pasar tanto tiempo sin poder entrenar, así que hice todo lo posible y más para poder volver cuanto antes: masajes, antiinflamatorios, hielo continuo, varios tratamientos al día,… Afortunadamente, el tobillo respondió muy bien al tratamiento y en una semana empecé a hacer ejercicios de rehabilitación y acondicionamiento en piscina. Los fisios estaban muy sorprendidos de cómo estaba yendo la recuperación, así que un par de días después empecé a entrenar en pista haciendo físico y ejercicios de movilidad, hasta que finalmente, y tras asegurarse de que el tobillo estaba en muy buenas condiciones, apenas dos semanas después de la lesión volví a entrenar junto al resto de mis compañeros, reduciendo a más de la mitad el tiempo estimado de recuperación.

No obstante, por desgracia, no he sido el único lesionado del equipo, ya que estamos sufriendo una plaga de lesiones (hasta 6 jugadores indispuestos al mismo tiempo hemos tenido) y hemos tenido que retrasar a la semana que viene el boot-camp, el campus de pretemporada. Ahora hemos comenzado con los entrenamientos oficiales, los cuales dieron comienzo el pasado viernes a las 6 de la mañana. 

En el tema académico, ya están llegando los primeros trabajos y exámenes parciales de distintas asignaturas, en los que afortunadamente estoy teniendo buenos resultados y, aunque cada vez se va haciendo más difícil sacar tiempo para el trabajo extra, la semana pasada pude completar el reto que nos ha puesto nuestro entrenador de hacer 10.000 tiros al mes por nuestra cuenta, por el cual nos regalan una camiseta en reconocimiento del trabajo extra.

Por último, me gustaría explicaros en que consiste el open gym, en el cual caí lesionado. El open gym se le denomina a partidos de 5x5 sueltos que se juegan entre los jugadores del equipo y todo aquel que se acerque al gimnasio. Ahora ya en septiembre son partidos exclusivos entre nosotros, pero durante el verano, congregaban a todo tipo de jugadores

La gran mayoría de ellos, jugadores profesionales que compiten actualmente en la NCAA, Europa y hasta en la NBA, además de varios exconocidos de la ACB. Entre los jugadores más destacados contra y con los que he jugado en las múltiples sesiones de open gym, cabe mencionar a CJ Miles (Cleveland Cavaliers), DJ Mbenga (doble campeón de la NBA con los Lakers), Danield Sloan (Indiana Pacers), Marquez Haynes (histórico máximo anotador de UTA, ex Granca y reciente fichaje del Olimpia Milano), Derrick Obasohan (ex Joventut y partipante en Londres2012), Ty Ellis (ex Estudiantes, Alicante y Cajasol),…

En la próxima entrega, os contaré qué tal avanzan los entrenamientos oficiales, así como el boot-camp.

¡Un saludo a todos!


P.D: Aquí os dejo un par de vídeos de la conocida página ballislife.com de CJ Miles y Marquez Haynes jugando en nuestros distintos pabellones. Hay varias acciones espectaculares, ¡merece la pena verlos!


CJ Miles (Cleveland Cavaliers, NBA)


Marquez Haynes (Olimpia Milano, Italia)

viernes, 6 de septiembre de 2013

El diario de Jorge Bilbao (II): Unos primeros días de auténtica locura



¡Saludos a todos desde Texas!

En estas últimas semanas desde la primera entrada, ha habido muchos cambios y muchísimas experiencias. Acabé el semestre de verano el 12 de Agosto con los últimos exámenes finales, y en cuanto los terminé, puse rumbo al aeropuerto de Dallas para volver a Bilbao y disfrutar allí de una semana de vacaciones que se le concede a todos los miembros del equipo entre el fin del semestre de verano y el inicio del año normal de la universidad.

Intenté aprovechar al máximo los pocos días que tuve de vuelta a casa: comidas familiares, reuniones y celebraciones con amigos, el comienzo de la Semana Grande de Bilbao y sobre todo, algo que no me gusta demasiado, despedidas. No fue nada fácil decir adiós para una temporada tan larga a toda la gente con la que he crecido, vivido y disfrutado estos 18 años, creedme. Pero es un precio a pagar por la experiencia de venir a jugar a la NCAA. Todo no puede ser en esta vida.

Una vez regresé a UTA, empezamos con numerosos actos y celebraciones de presentación de la universidad para dar la bienvenida al nuevo curso y a la nueva temporada, a las cuales los miembros del equipo tenemos que ir para representar a la universidad y hacer ver que los atletas están implicados con la uni. Con el comienzo de las clases y los entrenamientos, los primeros días han sido una auténtica locura. El centro ha cambiado completamente de aspecto, y si bien durante el verano encontrabas estudiantes por el campus, ahora hay miles de personas de todas partes del mundo en constante movimiento. 

Ya tenemos la rutina diaria marcada, con los distintos entrenamientos y ejercicios que nos asignan por separado y luego en grupo. Y sí, la vida en el college es muy exigente, no tienes un momento para tomarte un respiro hasta ya el final del dia. Hay muchas ganas de hacer algo importante este año, y eso se nota cada vez que saltamos a la cancha.

Por último, hace un par de días comenzó la temporada de volleyball, y en el equipo decidimos hacer algo especial para animar a las chicas. Así que nos pintamos un Let´s Go Mavs entre varios, así como los números de las jugadoras, y montamos un pequeño espectáculo animando a pie de pista. Fue un rato muy divertido, y además las chicas estrenaron la temporada con victoria, ¡así que la idea fue todo un éxito!


En la próxima entrega, os contaré qué tal van las clases y cómo va a ser el campus de pretemporada que nos espera para llegar en la mejor forma posible al inicio de esta ilusionante campaña. ¡Un saludo a todos!

sábado, 10 de agosto de 2013

El diario de Jorge Bilbao (I): Del Loiola Indautxu a UTA, equipo de la NCAA



¡Saludos a todos desde Texas!

Lo primero de todo, me gustaría presentarme para los muchos que no me conozcáis.
Me llamo Jorge Bilbao y soy un chaval de 18 años nacido en Bilbao. He jugado toda la vida en el mismo club, el Loiola Indautxu, formándome allí desde los 7 años y pasando por todas las categorías habidas y por haber, hasta que este año y tras mucho trabajar, he cumplido un sueño al enrolarme en las filas de los Mavericks de la University of Texas at Arlington (UTA), equipo que compite en la División 1 de la NCAA, la liga universitaria americana, y donde podré compaginar el baloncesto con mi carrera de Business.

Gracias a la oportunidad que me brinda Sentimiento AyN, os iré contando por aquí, cada dos semanas aproximadamente, esta increíble experiencia que estoy viviendo e intentaré transmitiros todo lo que me vaya ocurriendo en Arlington, en el gran estado de Texas, así como experiencias de los partidos y los viajes que haremos por todo el país para jugar y la rutina que iré siguiendo durante las distintas fases del curso y la temporada.

UTA es una universidad pública de 35.000 estudiantes situada en la ciudad de Arlington, a 20 escasos minutos de Dallas. El campus es enorme, una ciudad universitaria en toda regla, que dispone de unas instalaciones y unas facilidades sencillamente impresionantes. Vivo en un piso compartido completamente equipado, con un compañero de equipo, justo al lado de los edificios donde tomo mis clases y del estadio, el renovado College Park Center, con capacidad para 7000 espectadores. Gracias a la ”full athletic scholarship” (beca deportiva completa) que se les concede a todos los jugadores y jugadoras que compiten en la División 1 de la NCAA, tengo el curso, el alojamiento y el mantenimiento completamente pagados. Una auténtica gozada, vamos. Ahora en julio, todavía no ha empezado la universidad como tal, pero sí que es tiempo de Summer Course, al cual tenemos que acudir todos los miembros del equipo para empezar a trabajar y, durante el mismo, hacemos un par de asignaturas que adelantamos para el resto del año.

A mí, personalmente, me viene muy bien venir tan pronto para empezar a entrenar lo antes posible con el equipo y acostumbrarme al cambio radical que supone en mi vida todo esto. Soy un jugador de primer año, lo que aquí se conoce como "freshman”, y este año será nuestro primer curso en una nueva conferencia, la "Sun Belt Conference”, en la cual nuestro objetivo es ganar el torneo de la conferencia consiguiendo así el billete para el Gran Baile, la “March Madness”, el torneo nacional de la NCAA. El equipo que se ha juntado este año es muy bueno y muy completo, con grandes jugadores en todas las posiciones y muchísimo talento y capacidad atlética, en el que tanto jugadores como cuerpo técnico afrontamos la temporada con mucha ilusión.

Sí, tenía claro que el nivel y la exigencia aquí eran muy altos, pero es mucho más de lo que podría imaginar. La carga física y la intensidad con la que se trabaja es brutal, completamente distinto a lo que estaba acostumbrado en España. En estas primeras semanas todavía estoy haciéndome al cambio tanto de juego como de posición (aquí jugaré de alero a tiempo completo), pero día a día voy progresando y haciéndolo un poco mejor tanto en el gimnasio como en los entrenamientos. Sabía perfectamente el gran reto que suponía venir a la NCAA, y lo afrontaré dando todo lo que pueda, aprendiendo y trabajando duro día tras día. No hay otra manera.

Espero que os haya gustado esta primera entrada. En la próxima, os iré contando la rutina diaria que sigo aquí, formando parte de los UTA Mavs y todo lo que pueda de este sueño que estoy viviendo. ¡Un saludo a todos!

PD: Aquí os dejo el enlace a la web de la universidad, para los que queráis echar un ojo al equipo y todo lo que lo rodea.



Jorge Bilbao


 
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