Durante las últimas semanas hemos completado el resto de partidos correspondientes al calendario de la liga regular dentro de la Sun Belt Conference. Hemos tenido de todo, desde rachas con varias victorias seguidas jugando a un alto nivel a derrotas muy dolorosas que se nos han escapado por un par de jugadas. Lo que está claro es que cada partido en la conferencia es una nueva batalla, donde cualquier equipo, desde el primero hasta el último clasificado, se puede llevar la victoria.
La exigencia en el baloncesto universitario es altísima y las cosas pueden cambiar completamente de un día para otro. Tras ganar a Texas State, encadenamos otras dos victorias consecutivas en casa contra Troy (con triple sobre la victoria incluido) y South Alabama antes de viajar a Western Kentucky y Georgia State para medirnos contra los dos primeros clasificados de la Sun Belt. Tras ir ganando ambos partidos por más de 10 puntos, bien entrada la segunda parte, nos llevamos dos derrotas muy duras, sobre todo ante Georgia State (la cual estaba invicta en la conferencia por aquel entonces), ya que llegamos a ir 4 arriba a 7 segundos del final antes de que metieran dos triples imposibles para forzarnos la prórroga y asestarnos una durísima derrota. Volvimos a nuestro estadio, el College Park Center, para recibir a Louisiana-Lafayette. Las derrotas anteriores nos habían dejado muy tocados moralmente, y en la segunda parte llegaron a tener una ventaja de hasta 19 puntos a 5 minutos del final antes de que completáramos un intento de remontada que nos llegó a poner 3 abajo y con tiro para empatar a menos de un minuto para el final del encuentro, aunque finalmente no pudimos consumarla.
Esta racha de derrotas supuso un punto de inflexión en la temporada. Los entrenadores, muy decepcionados y enfadados por nuestro rendimiento y esfuerzo durante los últimos partidos y entrenamientos, prepararon unas sesiones de castigo que nos llevaron a todos al límite, y durante todo un fin de semana estuvimos completando los distintos ejercicios que nos iban asignando. Debo destacar el sábado en ese fin de semana, ya que probablemente haya sido el día que más cansado he acabado en toda mi vida. Comenzando a las 5:30 de la mañana, y bajo las órdenes de nuestros entrenadores, procedimos a completar 4 horas seguidas de físico, sprints y ejercicios de correr a toda cancha, para acto seguido pasar otras 2 horas haciendo ejercicios exclusivamente de defensa.
No sólo supuso un punto de inflexión para el equipo, sino para mí personalmente, ya que en los dos últimos partidos los entrenadores apenas habían contado conmigo. Pero tras completar varios entrenamientos a muy buen nivel, confiaron en mí dándome la titularidad para nuestro siguiente encuentro en Louisiana contra UL Monroe. Nos llevamos la victoria jugando mucho mejor como conjunto y tuve mi tope de minutos y rebotes de la temporada. Desde entonces, hemos dado un paso adelante como equipo tanto ofensiva como defensivamente. Ganamos seguidamente contra Texas State, pero perdimos en nuestra visita a Arkansas State, quienes jugaron el partido con mayor acierto exterior de la temporada.
En nuestra visita contra Arkansas Little-Rock, todavía con el tiro en el último segundo que realizaron para derrotarnos en casa en mente, caí enfermo con fiebre muy alta, mareos y vómitos, lo cual me impedía tener ningún tipo de ritmo de juego. A pesar de ello, conseguí la primera canasta del partido saliendo nuevamente de inicio, pero los entrenadores eran conscientes de mi estado y tuve minutos restringidos, intentando aportar todo lo posible para cimentar la victoria que finalmente nos llevamos de allí.
Acto seguido, recibíamos a Georgia State en uno de nuestros dos últimos partidos en casa. Tras realizar una buena primera parte la cual acabamos con ventaja en el marcador, una bajada de intensidad nuestra, unido a un gran acierto exterior suyo propició un parcial en contra muy abultado del que nos fue imposible recuperarnos. Todo el equipo estaba con muchísima rabia por lo sucedido y no había tiempo para lamentaciones, ya que dos días después nos enfrentábamos a Western Kentucky en el que sería nuestro último partido en el College Park Center de la temporada, la popularmente conocida en Estados Unidos como la “Senior Night”
En la “Senior Night” se les hace un homenaje previo al partido a todos los jugadores de último año que van a disputar su último partido como locales antes de completar su ciclo universitario. Era una noche muy emotiva, y todos en el equipo estábamos concienciados y motivados para darlo todo y despedir a nuestros Seniors con una victoria. A pesar de ello, el gran acierto exterior de Western Kentucky en la primera parte nos hizo ir 20 abajo hasta llegar al descanso con 10 puntos de desventaja. Iniciamos la segunda parte dispuestos a remontar, y tras ponernos a 5 puntos, otros 3 triples consecutivos nos pusieron 13 abajo a 10 minutos del final. A partir de ese momento, todo cambió. Tras conectar varios triples y penetraciones, y empujados por una afición de más de 3000 personas entregadas completamente, consumamos una grandísima remontada (80-73) en el que ha sido el mejor partido del año hasta el día de hoy, pudiendo dar a nuestros Seniors la mejor despedida posible.
Tras esta gran victoria, pusimos rumbo a Alabama para
disputar los dos últimos partidos de la liga regular, donde nos esperaban Troy y
South Alabama. Sabiendo que Troy estaba dolida por nuestra victoria en el
último segundo, hicimos un partido muy serio durante 30 minutos, pero en los
últimos 10 bajamos el nivel defensivo permitiéndoles remontar y forzarnos la
prórroga. Tras un intercambio de canastas continuo, con Brandon Edwards (dorsal nº35) haciéndose omnipotente bajo el aro rival, tuvimos una segunda prórroga, en la que finalmente
pudimos cerrar otra gran victoria a domicilio. Brandon acabó la contienda con
33 puntos y 19 rebotes, lo que le valió para que ESPN le designara como el
mejor jugador de la jornada en toda la
NCAA.
Con la opción de escalar todos los puestos posibles de cara
al conference tournament viajamos a South Alabama, los cuales celebraban la ya
antes mencionada Senior Night. A pesar de llegar con ventaja al descanso, no
acabamos de encontrar el ritmo adecuado al partido, y sumado a la motivación
extra de sus jugadores nos llevó a cosechar una derrota que nos deja como
sextos clasificados, empatados con el quinto puesto en la Sun Belt Conference, tras
haber tenido un balance positivo de 5-3 en los 8 últimos encuentros, en los que he
tenido la oportunidad de ser titular de manera consecutiva y contar con minutos importantes.
En la próxima entrega os contaré todo sobre nuestro viaje y
estancia en New Orleans, los distintos eventos a los que asistiremos y el
transcurrir del torneo de conferencia, al cual llegamos aún más motivados tras
esta última derrota con el único objetivo de ganarlo y llevarnos el billete que
nos daría el acceso a la
March Madness. ¡Un saludo a todos!
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