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lunes, 20 de junio de 2016

¡Los Cavaliers ganan la NBA! Kyrie Irving y Lebron James consiguen llevar el anillo a Cleveland

Los Cavaliers ganan el séptimo partido (89-93) gracias a un triple de Kyrie Irving a falta de 53 segundos. MVP sin dudas para Lebron James (27+11+11) que firmó un triple-doble y gana su tercer anillo. En los Warriors, decepción Curry (17p, 6/19 en TC) y enorme Draymond Green (32p, 15rb, 9as)

Los Cleveland Cavaliers ganan el séptimo partido (89-93) y se hacen con el título de la NBA / Cleveland.com
Ningún jugador de los 18 que disputaron algún minuto en este séptimo partido de las Finales había nacido en 1964. Ni siquiera los dos entrenadores, Steve Kerr y Tyronn Lue, vivían cuando los Cleveland Browns ganaban la NFL. En esos momentos nadie, ni el más pesimista de la capital del estado de Ohio, se imaginaba que iban a tener que pasar 52 años para que la ciudad de Cleveland pudiera celebrar un nuevo título. Ese medio siglo de sequía le colgó el cartel de "ciudad maldita" y Lebron James, desde su regreso a los Cavaliers en 2013, tenía entre ceja y ceja redefinir esa justificada descripción. Tuvo una primera oportunidad el año pasado, cuando cedieron 4-2 ante los Warriors, pero tuvo que ser hoy, tuvo que ser de esta manera. Remontando un 3-1 adverso, ante el mejor equipo de la historia, contra el dos veces MVP y posiblemente mejor tirador de la historia...así ganaron los Cavaliers su primer anillo de la NBA. En un séptimo partido épico, con un triple final de Kyrie Irving que ha cuajado unas Finales tremendas, y dejando al mejor ataque de la NBA en 89 puntos en su casa, en el Oracle. Pero no todo fue tan fácil, a continuación, el desarrollo de un partido histórico que se escribirá con letras mayúsculas en las guías de Cleveland. 

Green a por el MVP en una igualada primera parte

Los primeros compases del encuentro eran de una igualdad máxima. Harrison Barnes amenazaba con irrumpir con fuerza en el partido anotando los primeros tres puntos de su equipo, pero poco después se borraría fallando tiro tras tiro. En el otro lado de las decepciones, Kevin Love rendía a buen nivel sobre todo en el apartado del rebote ofensivo (7 rechaces capturó en los primeros 12 minutos), dando sensación por lo menos, de compromiso. Mientras los Warriors tardaron poco en volver al "small-ball" a pesar de la apuesta de inicio de Kerr por Festus Ezeli. Las buenas noticias llegaban en forma de salud para la espalda de Andre Iguodala que daba un equilibrio fundamental. Los ataques de los de la Bahía, como toda la temporada, se basaron en buscar al hombre abierto y el lanzamiento de tres. De esta manera encontraron a Curry y a Thompson, amén de unos minutos muy responsables de Draymond Green. Su pelea bajo tableros con Tristan Thompson, de lo mejorcito de este primer cuarto que se cerraba 22-23 para los Cavaliers.

Green en estado puro, el alma de los Warriors / Canal+
Sin problemas de faltas, de momento, ambos técnicos dieron paso a la segunda unidad y "la verruga" Marresse Speights jaleaba a la grada con sus acciones de garra en el poste bajo mientras el juego lo dirigían Mo Williams (inédito Delladedova) y Shaun Livignston. Nadie daba un paso al frente y las canastas, escasas, se sucedían con el transcurrir de los minutos. Un séptimo partido, una final dentro de las Finales, a pocos puntos, en un escenario de nerviosismo donde imperaban las imprecisiones. Así lo veían, por lo menos, los 225 millones de espectadores estimados por la ABC. Justo o no, a la NBA le ha salido muy rentable alargar la serie un poquito más. El partido se desarrollaba en el fango, y de ahí emergió con fuerza y precisión de francotirador Draymond. Que primera parte la suya. Triple tras triple, ejerció de líder ante la ausencia de un Stephen Curry que estaba "out". 22 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias llevaban el sello de Draymond al descanso. En el limbo queda la pregunta de si estas Finales estarían ya decididas si Green hubiera jugado en el quinto. 



Sin embargo, a pesar de su exhibición, los Warriors solo se fueron siete arriba al descanso (42-49). En parte, gracias a los infinitos recursos individuales de Kyrie Irving (9 puntos) y al martillo pilón de Lebron James que presentaba sus credenciales para sumar un nuevo triple-doble en estas Finales. 12 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias y un peligroso lunar: 4 pérdidas. Ahogado en los bloqueos centrales, Lebron tenía en sus manos cada acción de los Cavaliers. Esto provocaba que sus ataques fueran previsibles para un sano Iguodala y un buen Draymond Green en las ayudas. Muchos problemas para anotar en los de Tyronn Lue que al descanso se iban con 1/14 en triples, casi los mismos guarismos que los "Splash Brothers" (Curry + Thompson: 3/12). Capítulo aparte se merece el MVP que en esta primera parte estaba completamente superado por los acontecimientos. Salió perdiendo en su particular guerra con los árbitros (3 faltas, muy rigurosas, una ni fue) y en ataque anotó 9 puntos en tres acciones; dos triples y un 2+1. También tuvo tiempo para encararse con Lebron James tras una acción muy muy parecida a la del Game 6 en la que se llevó el tapón de "King" James. La sangre no llegó al río y quedaba todo por decidir para la segunda parte.

Lebron James asiste y Kyrie Irving sentencia, el anillo se va a Cleveland


Esta acción de Kyrie Irving acabó en 2+1 / ABC Channel
Tras el rutinario paso por vestuarios, Steve Kerr repitió quinteto inicial. Y no le pudo salir la jugada al Mejor Entrenador del Año en la NBA. Enorme irrupción en el partido de J.R Smith con 8 puntos consecutivos, devolviendo las tablas al marcador. Unas tablas que pusieron sobre el tapete una partida de ajedrez, un toma y daca constante en el que el alfil Kyrie Irving asumió responsabilidades. "Uncle Drew" recuperó su versión de los tres últimos partidos erigiéndose como el go-to-guy de los Cavaliers. Triples, dos más unos y bandejas al servicio de Ohio que obligaron a Kerr a parar el partido con un necesario tiempo muerto tras un peligroso parcial de 11-0. Se habían puesto por delante los Cavaliers gracias a su eficiencia ofensiva, y a su mejora en defensa. Constantes ayudas, manos y líneas de pases cubiertas sirvieron para generar esas transiciones de las que tanto disfruta Kyrie Irving. A campo abierto, de lo mejorcito de la NBA. 

65-59 alarmante pero ahora sí, apareció Stephen Curry. A fogonazos, pequeños destellos de MVP, que sujetaban a sus Warriors al partido. Triple, bandeja al contraataque, asistencia para mate espectacular de Shaun Livingston y empate a 71. El Oracle, en pie toda la segunda parte, una fiesta. Mientras, en Cleveland, la ciudad paralizada ante las pantallas gigantes. La ciudad maldita. La Bahía de San Francisco. Unos llorarían de alegría, otros, de tristeza y solo quedaba un cuarto para descubrir quien recordaría el amargo sabor de la derrota. Una irrupción de nuevo decisiva de Draymond Green con un triple y un tapón dejaba el partido, la Final, y la temporada con una igualdad insultante: 75-76 para los Warriors. 



El último cuarto, los últimos 12 minutos. Los dos conjuntos intercambiaban canastas pero siempre con los Cavs por delante. Ventajas mínimas, rentas inocuas que no permitían vivir tranquilos a los de Tyronn Lue, y que se esfumaban en cuanto Love, Thompson o Jefferson desaprovechaban sus acciones en ataque. Cuando peor pintaban las cosas para los Warriors, aparecieron Curry y Thompson con sendos triples para poner a los suyos por delante. Entramos en los cinco minutos decisivos con Festus Ezeli y Kevin Love en pista, con Lebron exhausto y Curry desatinado. Fue el propio James el que sumaba, desde la línea de tiros libres o con un triple tremendo sobre la bocina mientras los Warriors se encomendaban a Green. Se pasaron dos minutos enteros sin anotar ambos conjuntos, al tiempo que Lebron James igualaba a James Worthy y Jerry West como únicos jugadores con un triple-doble en el Game 7 de las Finales. El empate a 89 imperó en el marcador durante los últimos cinco minutos, gracias, en parte a tapones como el que Lebron James le puso a Andre Iguodala. Solo un triple a falta de 53 segundos de Kyrie Irving, imparable en el uno contra uno, fue capaz de modificar ese marcador. Gracias a esos tres puntos, los Cavaliers ganaron el anillo. 27 puntos por partido para el eléctrico base en su primera presencia en las Finales de la NBA. Inmaculada carta de presentación para el escudero de Lebron James que no acapara tantos focos como el MVP, pero que ha sido igualmente necesario. Fundamental. 

El partido se cerró con un golpe tremendo de Lebron contra el suelo, que sin embargo fue capaz de anotar uno de sus dos tiros libres, aumentando la diferencia a cuatro puntos. Una distancia insalvable para los Warrios a falta de 12 segundos que solo tuvieron tiempo para que Curry lanzara un triple, otro más, que no tocó ni aro. 17 puntos para el base con 6/19 en tiros y 14 para su compañero de perímetro, Klay Thompson, con parejos porcentajes (6/17). Si los Warriors querían ganar, necesitaban más de los "Splash Brothers" que han acabado diezmados una temporada que, pese a todo, pasará a la historia de la franquicia. Heridos en el orgullo, volverán con más fuerza que nunca el año que viene para recuperar su trono, su corona. Un cetro, un reino, que ha vuelto al que fuera su dueño en 2012 y 2013, a Lebron James.

27 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias para el Rey Lebron en el 7º partido

Es tiempo de "King", es tiempo de Irving, es tiempo de Cleveland...52 años después. Se acabó la "ciudad maldita", comienza la "ciudad del Rey".

domingo, 19 de junio de 2016

Razones para soñar con el anillo

Game 7. La final de las finales. Sin margen para el error. Las eliminatorias por el título más igualadas en la desigualdad de la historia de la NBA. Ambos equipos llegan con 610 puntos anotados en los seis partidos a pesar de que todos se han decidido por márgenes bastante amplios. Todo se decidirá en el séptimo partido, y parafraseando a José Mourinho nos preguntamos: ¿Por qué? ¿Qué argumentos presenta cada equipo para ser campeón?

Foto vía Basket4ever


Por la dictadura del triple, por Klay Thompson, por el MVP unánime, por la defensa y la intensidad de Draymond Green, por el 73-9, porque nadie ha levantado un 3-1 en contra en unas finales, porque juegan en Oakland, en la bahía, en el Oracle, delante de una de las aficiones más calientes de la NBA, porque no han perdido tres partidos de forma consecutiva en toda la temporada, porque son los actuales campeones, por orgullo, por amor propio, por su Strength in numbersporque tienen absolutamente todas las estadísticas de su lado, por los Spash Brothers, o hermanos chof como se les conoce por aquí y porque como diría Ron Harper, el 73-9 "doesn't mean a thing without the ring"(no significa nada sin el anillo). Por todo esto, los Warriors van a convertir a la Bahía de San Francisco en una fiesta esta noche.

Por garra, por valentía, por coraje y por intensidad. Por el nivel de LeBron y su LeBronsistema. Por Kyrie Irving. Por los rebotes de Tristan. Porque el doctor amor tiene que despertar. Porque perder 5 finales de 7 es muy duro para el rey. Porque la estadísticas están para romperlas. Por la ciudad de Cleveland que quiere celebrar a un equipo campeón más de seis décadas después. Porque tienen desquiciados a los Warriors. Porque nadie daba un duro por ellos. Por la promesa de James de llevar un anillo hasta Ohio. Porque vienen en racha ascendente. Por todos aquellos que hablan de mal rollo dentro del vestuario. Porque son los chicos malos y todo el mundo sabe, que salvo en las películas, los chicos malos siempre ganan. Y por las ganas que tiene el rey de demostrarle al principito que el que sigue sentado en el trono de la NBA es él. Por todo esto, los Cavs van a bañar el vestuario visitante del Oracle en champán.

Game 7. 2:00 am. Oracle Arena de Oakland. Nos vamos a divertir. 
This is why we play.

A estas finales les falta un poquito de Love y salsa Curry

Hace ya tiempo que en la NBA olvidaron la fiebre por los dúos para volver a la moda vintage y centrar sus esfuerzos en juntar a tres grandes estrellas en su equipo. Desde que en 2007 en Boston reuniesen a KG, Pierce y Allen, muchas franquicias han juntado a su particular Big Three. Por supuesto los dos finalistas de este año no iban a ser menos, aunque quizás en estas finales ambos tríos se han quedado un poco cojos.

Foto vía Bloomberg

Empecemos hablando de los campeones. Desde luego no está siendo la final de ninguno de los integrantes del Big Three de Oakland, aunque algo mejor que los otros dos está el carácter y la defensa de Green. Sin embargo los rumores alrededor del primer MVP por unanimidad van creciendo a medida que pasan los partidos. Poniéndonos en antecedentes, tampoco se puede decir que en las finales de hace un año Steph jugase a un nivel excelso, pero con esa presión por conseguir el anillo desaparecida muchos esperaban mucho más de Curry en esta serie. Sin embargo, viendo su nivel a lo largo de todos estos playoffs, mucha gente empieza a cuestionarse su estado físico. Recordemos que a lo largo de las primeras rondas sufrió un esguince en el tobillo y otro en la rodilla que le han podido mermar bastante. Y hay dos factores que respaldan a los que opinan de ese modo. El primero de ellos es su renuncia a los juegos de Río. Muchos deportistas se plantean su participación por el famoso virus del Zika pero la renuncia del base de los Warriors es para tener todo el verano para recuperarse al 100% de sus problemas físicos. La segunda tiene que ver con su juego. En estas finales ha sido capaz de meter 38 puntos en el cuarto partido pero también es capaz de lanzar solo dos tiros en los primeros 8 minutos del segundo encuentro. Y es que da la sensación de incapacidad a la hora de enlazar dos buenos partidos consecutivos. No es sólo ese vaivén el que preocupa, sino también esa pérdida de alegría y de chispa en su juego que había demostrado a lo largo de toda la temporada regular. Curry no está bien, o al menos esa es mi opinión, y eso le ha llevado incluso a desquiciarse como ocurrió en el último partido en Ohio. Es un misterio la versión que nos encontraremos en el séptimo, pero por el bien de la final y el bien del baloncesto, espero encontrarme con el Curry MVP a su mejor nivel.

Cambiando de conferencia, de equipo y de ciudad, nos encontramos al rey y al tío Drew a un nivel realmente impresionante. Pero la tercera pata de la mesa de los Cavs no está. Y es que el doctor amor no parece haberse presentado a estas finales. Tuvo un primer partido decente en la debacle de Cleveland en la Bahía, sin embargo, el golpe de Barnes y esa conmoción parecen haberle sacado de la serie por el título. La inclusión de Jefferson en el quinteto durante su ausencia le dio muchísimo a Cleveland, en defensa, en intensidad y le dio una victoria en casa que les permitió salir un poco a flote después de los dos primeros partidos. Kevin Love llegó a Cleveland como un gran reboteador y un cuatro capaz de abrir el campo. Hoy se ha quedado en poco más que un tirador desde las esquinas. Blando en ataque y en defensa, poco intenso y con poca capacidad reboteadora, don Kevin tocó fondo en el quinto partido al anotar tan sólo dos puntos, aunque a su favor está el +18 con él en cancha que no le sirvió para evitar que la afición de los Cavs intentase incluso recaudar fondos para evitar su participación en el Game 6. Ni está ni se le espera. Cleveland ha levantado esta serie a base de carácter, coraje, intensidad y defensa. Virtudes que no están precisamente en el juego de Love. ¿Cuál será su papel esta noche? Es una incógnita, pero la verdad es que nadie tiene muchas esperanzas puestas en él. Veremos si calla bocas o sigue con su paso sin pena ni gloria por estas finales.

viernes, 17 de junio de 2016

¡Habrá séptimo! Se viene un partido de leyenda

Los Cleveland Cavaliers fuerzan el séptimo partido donde se decidirá todo. Lebron James (41) y Kyrie Irving (23) de nuevo vitales ante un Stephen Curry (30) que acabó expulsado. Iguodala es duda para la cita, el domingo a las 02:00 am. 


Un Lebron James legendario y un Kyrie Irving de más a menos igualan la serie y fuerzan el séptimo partido / NBA
Con problemas de faltas, luchando hasta la extenuación, sin Andrew Bogut, con Iguodala diezmado y teniendo que remontar una losa de 20 puntos desde el primer cuarto. Así perdieron los Warriors. Tocados pero no hundidos. Habrá séptimo y ahí, llegado el momento, cualquier cosa puede pasar. Incluso que unos heridos Warriors aprovechen su tercera y última bala para finiquitar a unos Cavs felinos que se aferran con fuerza a todas sus siete vidas

Fue en 1970 cuando se creó la franquicia y desde entonces nunca habían llegado a un séptimo partido, nunca habían tenido la oportunidad de ganar el anillo. Un título que se les escapa, una fortuna esquiva con los conjuntos de Ohio que les han llevado a ser la ciudad maldita de los EEUU; pero si dios quiere solo será hasta este próximo domingo. Y dios, en el mundo del baloncesto y sin que nadie lo pueda poner en duda, ahora mismo es Lebron James. Si Stephen Curry es un extraterrestre venido de otro planeta, Lebron James es el cielo en la tierra. 

El hijo pródigo, el retorno del Rey, el hombre que lo dejó todo en Miami para volver a su ciudad natal y traer el título a casa. Trece años en la NBA, cinco Finales perdidas y una inmensa ristra de récords individuales que le aúpan, pase lo que pase en el séptimo, al Olimpo de los más grandes de toda la historia. Pero quiere el anillo, y lo quiere ya. Dos partidos seguidos de 41 puntos, líder destacado en todas las categorías estadísticas de las Finales. De su equipo y de los Warriors. Una por una. Puntos, rebotes (empatado con Tristan Thompson), asistencias, robos y tapones. Un todoterreno al servicio del estado de Ohio. En plenitud, en madurez, en el cénit de su carrera contra un joven aprendiz que ha roto con todos los esquemas de la NBA. Stephen Curry, el heredero, el rey del triple, el considerado por todos mejor tirador de la historia y cerca de lograr su segundo anillo, los mismos que ahora posee Lebron James. ¿Tan igualada esta la cosa? Si señoría, y aquí están las pruebas. Se viene un partido...de leyenda.

Un inicio demoledor de los Cavaliers 

Un partido, decíamos, en el que Lebron James ha superado a Jonh Havlicek en la lista de máximos anotadores históricos (va séptimo) y Stephen Curry ha entrado en el Top10 de jugadores con más triples en PlayOffs dejando atrás a Jason Kidd. Un partido, seguimos, que se ganó en el primer cuarto, se sufrió en el segundo y en el tercero para disfrutarlo, y de que manera, en el cuarto periodo. Con un 6-0 de salida para un 31-11 final, los Cavaliers sentaron las bases de un triunfo vital. Kyrie Irving, de nuevo pletórico, era el go-to-guy y se iba a los 16 puntos en esta primera mitad jugando con la inercia de ese último partido mágico en el que se fue a los 41. Mientras, Lebron iba haciendo un poco de todo a la espera de que su momento llegase. 



En los Warriors volvía Draymond Green (8 puntos, 10 rebotes, 6 asistencias) y Kerr ponía toda la carne en el asador con el quinteto de gala, de la muerte, de inicio. Iguodala a la cancha en lugar del maltrecho Bogut, que paradoja, aguantaría 30 minutos pero con unos espasmos lumbares que le hacían sufrir cada segundo en pista y rendir claro, muy por debajo de su nivel. Circunstancia esta que aprovechaban una y otra vez los Cavs para martillear con penetraciones y transiciones rápidas a unos Warriors en trance. Tras la pausa los de la Bahía volvieron en sí y desplegaron, en pequeñas dosis, algunas muestras de buen juego. De ese buen juego que les ha hecho batir todos los récords posibles, que les ha convertido en el mejor equipo de la historia en RS y que les había colocado 3-1 a favor en esta serie final. No fue suficiente. Como no lo fueron los 18 estériles puntos (30 al final) de un Stephen Curry con, otra vez, más pérdidas (4) que asistencias (1). En apenas 11 segundos Draymond Green, sobrepasado por el ritmo del partido, cometía dos faltas personales sobre Dahtay Jones y se iba a vestuarios con tres, las mismas que Don Stephen. Irving, Lebron y un Thompson (15 puntos, 16 rebotes) inspirado bastaban para llevar el partido +16 al descanso (59-43). Pie y medio en el séptimo...¿O no?


Apareció Klay Thompson...pero sentenció Lebron James

Esta primera mitad había confirmado dos cosas a los aficionados de ambos equipos. Por un lado, que Kevin Love ahora mismo no cuenta en los esquemas de Tyronn Lue. Perdido, apenas jugó 12 minutos en los que cometió tres faltas para 7 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias, siendo el único titular con un +/- negativo. En segundo lugar, que Harrison Barnes no ha asimilado su posible subida salarial y está completamente fuera de las Finales. 0/8 en tiros, una madre en defensa y sin aportar soluciones a unos Warriors en horas bajas. 

El paso por vestuarios dejó a ambos jugadores en el banquillo y el partido lo iban a decidir los elegidos para la gloria: Lebron James y Kyrie Irving y Stephen Curry y Klay Thompson. Eso, en la teoría. Porque en la práctica solo hubo uno en el Quickens Loan Arena. Entre el final del tercer cuarto y el inicio del tercero, Lebron James asistió o anotó 30 puntos seguidos sofocando las pequeñas rebeliones de unos Warriors que soñaron con la remontada (86-79 a falta de 8:06 tras triple de Barbosa, el mejor suplente de largo de los Warriors). En este periodo de ebullición de el héroe local, los Cavaliers nos dejaron una jugada para el recuerdo tras robo de Irving, asistencia de JR Smith y mate lunar de Lebron James.



Tras esta avalancha, diez puntos consecutivos de Klay Thompson (25 puntos, 3/10 en T3) llevaron a Golden State a esa mínima diferencia y con Curry entrando en racha todo podía pasar. Pero hoy no era el día. Y para muestra, un tapón. Con menos de cinco minutos por disputarse y las espadas en todo lo alto, Curry quiso recortar distancias por la vía rápida, a base de triples. Y en medio de esa vorágine triplista se encontró con Lebron (41 puntos, 8 rebotes, 11 asistencias y 3 tapones). Astuto como pocos, el doble MVP buscó un nuevo camino para reducir diferencias pero se encontró con un enorme cartel de 2,05 que gritaba: Cerrado por demolición. Nos vemos en el Oracle parecía sonreír Lebron instantes después de colocar un tapón que será recordado como un símil de la serie pase lo que pase en el séptimo.


Poco más duraría Stephen Curry sobre el parqué. No porque se lesionara como en series anteriores por culpa de esas maltrechas rodillas de cristal. Tampoco fue una decisión técnica de Steve Kerr pensando ya en el siguiente partido, como si haría con Klay Thompson y Draymond Green. No. Por primera vez en su carrera, y no sin polémica, Stephen Curry fue eliminado y expulsado de un partido en la NBA. Cometió la sexta sobre Lebron, como no, y pagó su frustración con los aficionados de primera fila de los Cavs. El protector bucal del mejor triplista de la historia voló a la grada en lo que puede ser una de las claves de cara a ese último partido. Curry no tardó en disculparse con el afectado y desfiló por el túnel de vestuarios pero seguro que no olvidará este momento y, por experiencias previas, no parece un buen negocio enfadar a Steph. Que se lo pregunten a los Thunders. Ellos, los Thunders, saben bien lo que puede pasar si das vida a un equipo con 3-1 en contra. Sufrieron en sus propias carnes una remontada que solo ha tenido lugar diez veces en la historia, nunca en las Finales. De hecho, es solo la tercera vez que se fuerza el séptimo partido con ese 3-1 adverso. Y volvemos a lo de siempre, los Warriors esta temporada no han encadenado nunca tres derrotas consecutivas pero...¿Quién se atreve a dudar ahora de unos Cavs en estado de gracia y sobre todo de un Lebron omnipresente que lidera todas las categorías del juego? Lejos de debates sobre quien es mejor, quien es más completo o quien logrará más reconocimientos a lo largo de su carrera, el próximo domingo a las 2:00 am tenemos por delante un partido que, desde la previa, promete ser épico. Win or go home llevado a la máxima expresión, 82 partidos de Regular Season y 15 de PlayOffs resumidos en 48 minutos. Una victoria que vale un título. Celebrarlo con tu afición o ganar en casa ajena.

Un partido, decíamos, de leyenda. 

miércoles, 15 de junio de 2016

Andrew Bogut fuera mes y medio; en peligro los Juegos Olímpicos

El pívot australiano de los Golden State Warriors, Andrew Bogut, sufrió un esguince en su rodilla derecha durante un lance del juego con J.R. Smith en el Game 5. Los médicos han estudiado está lesión y prevén un tiempo de baja de entre 6 y 8 semanas, que pondría en entredicho la participación del "kiwi" en los JJOO.

Andrew Bogut se duele en el parqué del Oracle Arena tras sufrir una lesión que le tendrá 8 semanas fuera de juego /NBA
Malas noticias para el juego interior de los Golden State Warriors. El pívot Andrew Bogut, lesionado durante el último partido disputado en el Oracle, se tuvo que ir cojeando del parqué con ostensibles gestos de dolor. No tenía buena pinta. Y la resonancia magnética a la que se ha sometido el gigante australiano así lo confirma. Un periodo de baja previsto de entre 6 y 8 semanas que lo descarta definitivamente para las Finales y pone en peligro su participación en los Juegos Olímpicos de Río 2016 que comienzan el 6 de agosto. Una selección, la australiana, encuadrada en el grupo A junto a Estados Unidos, Venezuela, China y dos equipos procedentes del Preolímpico, y con muchas papeletas para ser el cruce del combinado español en los hipotéticos cuartos de final.



Las pruebas médicas indican que existen varias contusiones en la rodilla izquierda del jugador, en la zona del extremo superior de la tibia y el fémur distal. Se descarta su paso por el quirófano ya que no hará falta cirugía para recuperar los huesos dañados pero si se recomienda reposo casi absoluto. Una advertencia que Bogut se ha saltado viajando con el equipo a Cleveland para estar presente en el sexto partido que podría darles el título a los Warriors. 

El retorno a la élite del nº1 del Draft en 2006

4.6 puntos, 5.2 rebotes y 1.5 tapones en apenas 17 minutos en cancha son los números de Andrew Bogut en estos PlayOffs. Cifras que, sin embargo, no reflejan con exactitud la magnitud del center en los esquemas de Steve Kerr. Lejos de ser un jugador residual y, hasta esa inoportuna lesión, jugando tranquilo y sin pensar en sus molestias físicas, Bogut estaba siendo un jugador de rotación muy importante para los Warriors. 

Por primera vez desde 2007 ha completado 70 partidos durante la Regular Season y fue incluido en el 2º Quinteto Ideal Defensivo la temporada pasada. Ha encontrado la regularidad y disfruta de minutos y producción ofensiva cuando los Warriors juegan en estático, con un buen entendimiento con el maestro Stephen Curry. No obstante, su principal papel es como protector del aro e intimidador. 

martes, 14 de junio de 2016

Unos históricos Irving y LeBron salen con vida de Oakland (97-112)

Los Cleveland Cavaliers han salvado el primer match ball con unos inmensos Kyrie Irving (41 puntos, 6 asistencias, 3 rebotes) y LeBron James (41 puntos, 16 rebotes y 7 asistencias), siendo la primera pareja que anota 40 puntos cada uno en unas finales de NBA.

Foto: NBA.com

El partido venía con polémica por la suspensión de Draymond Green para este quinto partido, después de cometer la cuarta falta flagrante de los Playoffs en el cuarto partido. La duda era saber cómo los Cavaliers iban a aprovechar ese vacío en la defensa, y lo han hecho atacando la zona.

El partido ha empezado con acierto en los Warriors por parte de Curry, mientras que Cleveland cometía cuatro pérdidas de balón en los primeros cinco ataques. Irving ha estado a la altura de las circunstancias prácticamente en todos los partidos de las finales, no como el ala-pívot Kevin Love. Era un día señalado para el ex de los Wolves, ya que podía haber marcado las diferencias en la pintura; pero en un lado de la cancha no ha podido sacar ventaja en el poste bajo a Harrison Barnes, y en el otro lado no ha sido capaz de controlar los rebotes. Estas son las razones por las que Cavaliers no cuenta con un Big Three.

Los de Tyron Lue han controlado las pérdidas de balón y la igualdad ha sido la protagonista de la primera parte. Warriors muy acertado desde la línea de tres (11/21) con un inmenso Klay Thompson, que ha anotado 26 puntos, 6 triples incluidos, en la primera mitad, contra la efectividad de Cavaliers liderada por Lebron James: 25 puntos y 9 rebotes al final del primer tiempo. No podía estar la cosa más igualada: 61-61 en el marcador.

Ambos equipos se mantenían en el marcador por el acierto en ataque, ya que los de la Bahía tenían un 52,4% en tiros de tres; mientras los de Ohio poseían un excelente 54,3% en tiros de campo. Claramente, los ataques han prevalecido a las defensas.

Nada más empezar la segunda parte ha venido la mala noticia de la serie, ya que Andrew Bogut se ha lesionado de la rodilla. Más tarde la propia franquicia ha dicho que el australiano sufre un esguince de su rodilla izquierda. Ha tenido que ser ayudado para abandonar la cancha, y parece ser que no podrá volver a jugar en estas finales, duren seis o siete partidos.

Esta baja, sumada a la de Draymond Green, ha afectado a los Golden State Warriors, ya que no tenían la misma inspiración y acierto,  y han entrado en el último cuarto nueve abajo (84-93), con un juego muy inteligente de los Cavs, aprovechando todas las opciones que se les ofrecían. Por ejemplo, hoy hemos visto a un LeBron James mucho más efectivo en sus entradas a canasta, ya que no estaba Draymond Green para pararle. Steve Kerr ha puesto el small ball con la baja de Bogut, pero Lue ha aguantado con Thompson y Love en pista, y a pesar de que Thompson ha sufrido el hack, ha sido el quinteto que se ha marchado en el marcador.

Ya en el último periodo, Kyrie Irving se ha echado a las espaldas a su equipo y ha aguantado cada golpe recibido por los Warriors, hasta poner el 96-109 a falta de 5 minutos, partido prácticamente sentenciado. El número 1 del Draft de 2011 tuvo la noche perfecta, anotando unas canastas tras crossover, step back, media vuelta… increíbles.

La serie vuelve a Cleveland (jueves, 03.00) con el objetivo de los Warriors de no dar más vida a los Cavaliers, con Draymond Green ya de vuelta, pero con la importante ausencia de Andrew Bogut.

domingo, 12 de junio de 2016

Draymond Green se perderá el Game 5

El cuarto juego de la final entre Golden State Warriors vs Cleveland dejó en jaque a los Cavaliers. La buena noticia, el incidente entre Green y Lebron James, días después es levantada a flagrante 1 para el alero fuerte del vigente campeón. De esta manera Draymond Green se perderá el quinto y quizás decisivo encuentro de la final.



La decisión la tomó la liga dos días después del cuarto partido, revisando las imágenes del incidente y cambiando la doble falta entre Green y James a flagrante de tipo 1. Draymond estaba a una falta fragante para ser castigado por la NBA por un partido. Esto debido a que acumulaba ya una fragante de tipo uno y una de tipo 2 en estos playoffs 2016.

Cabe destacar que Golden State pierden una pieza clave de sus esquemas defensivos y ofensivos. Además de que funge como hombre grande en los llamados quintetos de la muerte, que hasta los momentos le han sacado hasta 14 puntos de ventaja a los Cleveland Cavaliers cuando están en cancha. Y son el segundo quinteto más utilizado esta final.

Green promedia 14.7 puntos, 1,75 robos por partido, 9,25 rebotes y 5.75 asistencias estas finales. 



jueves, 9 de junio de 2016

Cleveland arrolla a los Warriors y da vida a las Finales

Los Cavs se sobrepusieron a la baja de Love y se exhibieron en el tercer partido (120-90). LeBron (32 puntos) e Irving (30) fueron los mejores
Foto vía Ron Schwane // Associated Pres Photo
Los Cleveland Cavaliers ganaron anoche el tercer partido de las Finales de la NBA. Después de las dos victorias de Golden State en los dos primeros encuentros, la serie se trasladó desde Oakland al Quicken Loans Arena de Cleveland. No importó la lesión de Kevin Love: los de Tyronn Lue supieron aprovechar el factor cancha a su favor y recortar distancias en la eliminatoria (2-1).
Desde el comienzo, la dinámica del partido apuntó a que no iba a ser el mejor día para los Warriors. Cleveland abrió el partido con un parcial de 9-0. Kyrie Irving, con sus 16 puntos solo en el primer cuarto, se encargó de ensanchar la brecha, que llegó a ser de veinte puntos en el periodo inicial. Ni Curry ni Thompson consiguieron anotar en los minutos que estuvieron en pista.
El segundo cuarto tuvo otro color. Los Warriors consiguieron dejar la desventaja en solo ocho puntos al descanso (51-43). Barnes, de los mejores de Golden State, y Green, aunque desacertado en el tiro exterior, aportaron rebote y algunas canastas. Klay Thompson consiguió diez puntos casi consecutivos y dio un empujón a los pobres registros de su equipo. Sin embargo, el menor de los Splash Brothers no volvió a anotar y solo convirtió un triple de los siete que intentó.
Tras el intermedio, Cleveland volvió a pisar el acelerador. Un parcial de 38-26 en el tercer cuarto puso, de nuevo, el +20 en el marcador. LeBron James, secundado, por Tristan Thompson, Richard Jefferson y JR Smith, comandó el ataque de los Cavaliers. En los Warriors, Curry, que al fin despertó, se quedó demasiado solo.
En el último cuarto, LeBron -que se fue hasta los 30 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias- e Irving -que acabó con 30 puntos y 8 asistencias- certificaron el triunfo para la franquicia de Ohio. Por parte de Golden State, Curry (19) y Barnes (18) quedaron como los máximos anotadores de, partido. A falta de cinco minutos para el final y con 25 de ventaja para los campeones del Este, Tyronn Lue y Steve Kerr decidieron reservar a sus estrellas. El resultado final fue de 120-90.
A lo largo del encuentro, Cleveland fue superior en la mayoría de aspectos del juego. En tiros de campo, su porcentaje de acierto fue casi del 53%, frente al 42% de los Warriors. En lanzamientos de tres, los de Oakland se quedaron en 9 de 33 (27,3%). Curry y Thompson registraron entre los dos un 4/16 en tiros de perímetro. Los Cavs, por su parte, acertaron en 12 de sus 25 intentos desde más allá del arco. En particular, JR Smith (20 puntos) clavó 5 de 10.
En el apartado reboteador, los de Cleveland también salieron victoriosos. Atraparon 52 rebotes por las 32 capturas de sus rivales. En los rebotes de ataque, duplicaron los números de los Warriors (17 a 8). Además, el equipo de la Bahía cometió más pérdidas y dio menos asistencias.
El cuarto partido de las Finales se jugará el próximo sábado, también en la cancha de los Cavlaiers. Una victoria Warrior supondría el 3-1 en la eliminatoria y dejaría a los de California una doble oportunidad en su pabellón para finiquitar la serie. Por contra, un triunfo de los Cleveland dejaría más abierto el panorama de las Finales. Aun así, LeBron y los suyos seguirían necesitando ganar en el Oracle Arena para proclamarse campeones de la NBA.
 
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