Hace ya tiempo que en la NBA olvidaron la fiebre por los dúos para volver a la moda vintage y centrar sus esfuerzos en juntar a tres grandes estrellas en su equipo. Desde que en 2007 en Boston reuniesen a KG, Pierce y Allen, muchas franquicias han juntado a su particular Big Three. Por supuesto los dos finalistas de este año no iban a ser menos, aunque quizás en estas finales ambos tríos se han quedado un poco cojos.
Foto vía Bloomberg |
Empecemos hablando de los campeones. Desde luego no está siendo la final de ninguno de los integrantes del Big Three de Oakland, aunque algo mejor que los otros dos está el carácter y la defensa de Green. Sin embargo los rumores alrededor del primer MVP por unanimidad van creciendo a medida que pasan los partidos. Poniéndonos en antecedentes, tampoco se puede decir que en las finales de hace un año Steph jugase a un nivel excelso, pero con esa presión por conseguir el anillo desaparecida muchos esperaban mucho más de Curry en esta serie. Sin embargo, viendo su nivel a lo largo de todos estos playoffs, mucha gente empieza a cuestionarse su estado físico. Recordemos que a lo largo de las primeras rondas sufrió un esguince en el tobillo y otro en la rodilla que le han podido mermar bastante. Y hay dos factores que respaldan a los que opinan de ese modo. El primero de ellos es su renuncia a los juegos de Río. Muchos deportistas se plantean su participación por el famoso virus del Zika pero la renuncia del base de los Warriors es para tener todo el verano para recuperarse al 100% de sus problemas físicos. La segunda tiene que ver con su juego. En estas finales ha sido capaz de meter 38 puntos en el cuarto partido pero también es capaz de lanzar solo dos tiros en los primeros 8 minutos del segundo encuentro. Y es que da la sensación de incapacidad a la hora de enlazar dos buenos partidos consecutivos. No es sólo ese vaivén el que preocupa, sino también esa pérdida de alegría y de chispa en su juego que había demostrado a lo largo de toda la temporada regular. Curry no está bien, o al menos esa es mi opinión, y eso le ha llevado incluso a desquiciarse como ocurrió en el último partido en Ohio. Es un misterio la versión que nos encontraremos en el séptimo, pero por el bien de la final y el bien del baloncesto, espero encontrarme con el Curry MVP a su mejor nivel.
Cambiando de conferencia, de equipo y de ciudad, nos encontramos al rey y al tío Drew a un nivel realmente impresionante. Pero la tercera pata de la mesa de los Cavs no está. Y es que el doctor amor no parece haberse presentado a estas finales. Tuvo un primer partido decente en la debacle de Cleveland en la Bahía, sin embargo, el golpe de Barnes y esa conmoción parecen haberle sacado de la serie por el título. La inclusión de Jefferson en el quinteto durante su ausencia le dio muchísimo a Cleveland, en defensa, en intensidad y le dio una victoria en casa que les permitió salir un poco a flote después de los dos primeros partidos. Kevin Love llegó a Cleveland como un gran reboteador y un cuatro capaz de abrir el campo. Hoy se ha quedado en poco más que un tirador desde las esquinas. Blando en ataque y en defensa, poco intenso y con poca capacidad reboteadora, don Kevin tocó fondo en el quinto partido al anotar tan sólo dos puntos, aunque a su favor está el +18 con él en cancha que no le sirvió para evitar que la afición de los Cavs intentase incluso recaudar fondos para evitar su participación en el Game 6. Ni está ni se le espera. Cleveland ha levantado esta serie a base de carácter, coraje, intensidad y defensa. Virtudes que no están precisamente en el juego de Love. ¿Cuál será su papel esta noche? Es una incógnita, pero la verdad es que nadie tiene muchas esperanzas puestas en él. Veremos si calla bocas o sigue con su paso sin pena ni gloria por estas finales.
Publicar un comentario
Déjanos tu opinión sobre lo leído.