Durante esta semana analizaremos a los 12 elegidos de Juan Antonio Orenga para el Mundial. Una España que tratará de hacer frente como local a la todopoderosa selección estadounidense en la que a buen seguro será la última cita como internacionales de los juniors de oro. En el día de hoy hablamos de Juan Carlos Navarro, jugador del FC Barcelona.
Foto: FEB |
¿QUIÉN ES JUAN CARLOS NAVARRO?
Juan Carlos Navarro nació en San Feliu de Llobregat, Barcelona, el 13 de junio de 1980.
Su carrera deportiva ha estado totalmente ligada al FC Barcelona, y es que empezó en las categorías inferiores y poco a poco fue subiendo hasta el punto de que el 23 de noviembre de 1997 debutó en ACB con apenas 17 años. Su primer partido fue realmente prometedor: 10 puntos en 10 minutos de juego, y ya en 1999 dio el salto definitivo a la primera plantilla del club de la mano de Aíto García Reneses.
En 2002 fue drafteado en 40ª posición por los Washington Wizards, aunque en la temporada 2007-08, su único año fuera del Barcelona, lo jugó en los Memphis Grizzlies al haber logrado sus derechos. Su año en la mejor liga del mundo no fue nada malo, llegando a anotar 10.9 puntos por partido.
Aún así, “La Bomba” decidió volver al club de toda su vida para seguir siendo uno de los grandes referentes no sólo del FC Barcelona sino también del baloncesto europeo.
En lo que a la selección española se refiere, ha sido un fijo en todas las convocatorias desde categoría cadete y forma parte de la Generación de Oro que se proclamó campeona del mundo junior en 1999 derrotando en la final a EEUU. Así mismo, en la absoluta tiene un palmarés envidiable, en el que destacan el Mundial de 2006, los Eurobasket de 2009 y 2011 y las 2 platas de los JJOO de 2008 y 2012.
Foto: FEB |
¿CÓMO JUEGA?
Se trata de una amenaza ofensiva con un extraordinario tiro desde la larga distancia. Acostumbra a ser el gran referente del equipo y hace que toda la defensa se fije en él, por lo que con el paso del tiempo se está convirtiendo en un buen asistente. Además, también suele realizar su peculiar “bomba” a canasta para evitar recibir tapones cuando decide penetrar.
La defensa no es ni mucho menos su fuerte, pero hace valer su inteligencia y saber estar en el campo para no desentonar. En definitiva, una enorme amenaza de corte ofensivo que tiene en la defensa su talón de Aquiles.
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