Brandon Knight, jugador
de los Detroit Pistons, es un base muy apto para la NBA. Actualmente promedia
12.8 puntos y casi 4 asistencias por partido, y fue seleccionado para el mejor
quinteto de rookies de la NBA en 2012.
No obstante, este hombre suele ser noticia por causas ajenas
a su juego. El delgado base ha sido objeto de diversas jugadas, en las que
aparece como protagonista sufriendo algún tipo de acto de mala suerte.
DeAndre Jordan hizo el mate de año llevándose por delante a Knight,
y no ha sido el único en humillar al base de 21 años. Kobe Bryant, Kemba
Walker, Kyrie Irving, Kevin Durant, Larry Sanders, Dwight Howard… y un largo etcétera
engordan un amplio elenco de jugadores que han dejado en evidencia al bueno de
Brandon. No obstante, está haciendo una buena campaña, y tiene mucha progresión
para que se le recuerde por cosas más positivas
Los Sacramento Kings ya piensan
en futuro, después de una temporada decepcionante. La franquicia californiana
está pensando en una reestructuración, con el fin de ser más competitivos, y el
primer paso sería contratar a un nuevo entrenador.
El legado de Paul Westphal es
fácil de superar. 28 victorias y 58 derrotas, con un equipo preparado para
rozar los Play-Offs. Quien suena con fuerza para ocupar próximamente el
banquillo de “Los Reyes” es Mike Malone, actual entrenador asistente de Golden
State Warriors.
Según CSNBayArena, el dueño de la
franquicia, Vivek Ranadive, quiere contar con Malone, para empezar a construir
un proyecto ganador. El técnico ha sonado también para Clippers, que
actualmente se encuentran sin entrenador.
Es evidente que Pau Gasol no está
en el mejor momento de su carrera. Desde la llegada de Mike Brown al banquillo
angelino, y posteriormente con la contratación de Mike D’Antoni, el juego de
todo el equipo, y concretamente el del ala – pívot español, ha empeorado de
forma evidente, cayendo también sus estadísticas.
Nadie puede negar que desde la
salida de Phil Jackson, Pau no ha sido el único que ha empeorado en su aportación
al equipo. Actualmente, los Lakers, con peor plantilla que en la época Jackson,
no juegan a nada. De aspirantes al anillo a luchadores por una octava plaza en
el Oeste. Ni más ni menos. Además, con un quinteto formado por Nash, Bryant,
World Peace, Gasol y Howard, suena inverosímil pensar en un equipo perdedor. El
sistema rápido del Run n’ Gun de D’ Antoni no parece muy apropiado para una
plantilla con muchos años en las piernas, y que no parecen confiar en su
entrenador.
Entonces, se puede hablar de un
empeoramiento simultáneo del juego de Pau con el del resto del equipo. Con los
nuevos sistemas, que hacen jugar a un 2,13 como Gasol lejos de la canasta, los
puntos del catalán han disminuido, además de sus rebotes y sus minutos. Lo que
sonaba como la mejor pareja interior de la liga, Howard – Gasol, ha sido de las
mayores decepciones. Además, el clima de tensión entre jugadores y cuerpo
técnico era evidente, sin olvidar los constantes rumores de traspaso que se
cernían en torno a un jugador que, por otra parte, quería continuar en una
franquicia en la que todavía aportaba mucho. Gran señalado por prensa y
afición, Gasol sufrió varias lesiones, y vio desde la grada como su equipo
seguía perdiendo, sin asegurar su titularidad, y sentado en el banquillo en los
finales apretados. La confianza adquirida en toda una carrera, se desvanecía
por momentos.
No obstante, no se puede achacar
la culpa a una sola persona. Un jugador que ha sido el traspaso más importante
en la historia reciente de un club legendario, y que ha sido pieza clave en la consecución
de dos anillos, no puede ser un lastre en ningún equipo. El problema también
viene de la actitud de los demás frente a él.
Las tácticas dejaban en un rol
insignificante a Gasol, ofensivamente hablando. Después, la plantilla obvió a D’
Antoni, estableciendo una especie de método propio, liderado, obviamente, por
Kobe Bryant. Pero en esta nueva fórmula, Gasol tampoco aparece como un claro
referente ofensivo, cosa sorprendente, por la muy limitada técnica individual
de Howard en ataque, cosa que Pau complementa perfectamente. Además, Gasol es
un anotador contrastadísimo, por lo que podría asegurar valiosos puntos para
los suyos, si se le dan los balones necesarios. Aún con todo en contra, el
español firmaba unos números muy correctos, aunque peores que en el pasado.
Ahora, con Bryant como héroe, Pau
está recuperando sensaciones y mejorando juego y estadísticas. No obstante, el
juego no pasa por él. Cada punto es una lucha personal, fabrica prácticamente
de la nada cada punto a su favor. Kobe, que le ha defendido una y otra vez
frente a la prensa, no es consecuente, y no surte de balones interiores al que
posiciona como su escudero frente a los medios. Con tiros que rozan lo absurdo,
Kobe acapara claramente demasiado juego. Es el que tira del carro porque es
quien más ganas pone, y porque tampoco involucra a los demás.
La clave está en las manos del
24. Si hace mejores a sus compañeros, todavía pueden entrar en playoffs, y una
vez dentro, el límite es, simplemente una de una de las plantillas con más calidad de la liga.
Pau y sus Lakers todavía pueden mejorar y volar muy alto.
Damian Lillard es actualmente uno de los mejores jugadores de
la liga. No es nada fácil hacerse un hueco en la mejor liga del mundo, mucho
menos jugando de base, más complicado aún si eres rookie, y parece inverosímil
hacerlo teniendo únicamente 22 años. Pero “El Pescador” ya ha conseguido esta increíble hazaña, y apunta
a superestrella, a jugador antológico. El base es de la nueva generación de talentos
nacidos en los años 90. Ya es el máximo referente de los Portland Trail
Blazers, no solo por sus espectaculares asistencias y brutales mates, (con 1,91
de estatura, por cierto) sino por sus ya recurrentes tiros ganadores y partidos
completísimos.
Fue drafteado en la sexta posición del año 2012, tras pasar
cuatro años en los Wildcats de la Universidad de Weber State, y promediar unos
magníficos 18,6 puntos, 4,3 rebotes y 3,5 asistencias por partido. Lillard debutó
pisando fuerte, frente al mejor rival posible: Los Angeles Lakers. Acaparó
todas las miradas firmando un doble-doble de 23 puntos y 11 asistencias ante la
atónita mirada de jugadores como Bryant, Nash, Howard o Pau Gasol. Ahí es nada.
Por si fuera poco, ya ha alzado cuatro rookies del mes de
forma consecutiva, ha participado en el concurso All Stars Rookie Challenge, y
ganó el concurso de habilidades frente a Jrue Holiday. Además, ya ha
pulverizado el record de triples anotados por un rookie. Stephen Curry anotó
166, y Lillard no solo lleva más, sino que todavía le quedan partidos por
delante. Este galardón también lo ganó
antaño Rudy Fernández.
Este es el palmarés, en menos de un año, de uno de los
jugadores más prometedores del mundo. El “nuevo Derrick Rose” ha llegado para
quedarse, acaparar todos los focos y
levantar al público de sus asientos. Nadie puede negar que hasta ahora le va de
maravilla.
Saski Baskonia ha protagonizado lo que es uno de los mayores
escándalos del baloncesto actual en Europa. El caso ha sido muy importante, y
ha dejado graves consecuencias, incluyendo el despido inmediato de un jugador.
El club vasco pasaba por una mala época, por lo que la tensión
se había instalado en los despachos y en el vestuario baskonista. Los
resultados no acompañaban, e incluso se
destituyó al que fue entrenador del club vitoriano desde el 2008, Dusko
Ivanovic. Los malos resultados se cobraron muy rápidamente a quien había
sido un gran referente dentro del club. La tensión se respiraba en
Vitoria, porque además se marcharon a la
NBA dos jugadores muy importantes como Pablo Prigioni y Mirza Teletovic.
El descontento de la afición era patente.
En este contexto, el club vitoriano entró en una dinámica negativa,
y la tensión explotó tras una derrota en Euroliga frente a Olympiacos. Se produjo una filtración desde el vestuario,
es decir, de algún jugador, en la que se decía que no había unión entre los
propios jugadores. Inmediatamente, el club abrió una investigación que señaló a
un único culpable: Carlos Cabezas.
El veterano base fue inmediatamente despedido del club. El
presidente, Joan Quejereta, fue muy tajante: “Quien falla en códigos de
vestuario, no merece estar en el grupo”. Por tanto, Cabezas se encuentra
actualmente sin equipo, y ha pagado muy cara su falta de discreción. El club
sigue en el punto de mira tras estos graves incidentes, pero ha demostrado de
cara al mundo que, en Baskonia, quien la hace la paga.
Chris Andersen es uno de los jugadores más conocidos de toda
la NBA. Su carisma, su forma de celebrar sus tapones y, sobre todo, sus
tatuajes, han hecho de “Birdman” un icono de la mejor liga del mundo. Su imagen
está muy cotizada, aunque la mayor parte de los seguidores no conocen bien el
juego de este ala – pivot de 2.08 metros de estatura.
Foto: espn.go.com
Andersen es un jugador ya veterano. No obstante, a sus 35
años, ha recalado en el mejor equipo de toda la competición: Miami Heat. Pero
sus andanzas en la liga no siempre han sido tan fáciles.
Nació y creció en Texas, y sus primeras canastas las hizo en
el Instituto Blinn College, y posteriormente en la Universidad de Houston. Se
presentó al draft de 1999, en el que no fue seleccionado. Tras este pequeño
fracaso, se fue a jugar a China, para acabar recalando en 2001 en los Denver
Nuggets, donde se hizo con el apoyo de toda la prensa y aficionados, gracias a
su carisma, sus grandes mates y espectaculares tapones. Su carrera empezaba a
despegar, y su fama aumentó con su participación en el concurso de mates de
2004, donde quedó tercero. Los Hornets se interesaron por sus servicios y firmó
con ellos en este mismo año.
No obstante, en el 2006 el jugador norteamericano sufrió el
peor revés de su carrera. Fue expulsado de la liga tras dar positivo por cuarta
vez en un control antidrogas. Las tres primeras por marihuana, la última por cocaína.
El máximo responsable de la NBA, David Stern, le expulsó de la liga por dos
años. El jugador abandonó inmediatamente la disciplina de los Hornets entre muchísimas
críticas.
En 2008, tras cumplir la dura sanción y perder la forma y la
confianza, Andersen volvió a la liga. Lo hizo en el equipo que más le quiso,
los Denver Nuggets. Jugó para ellos hasta 2012, en los que sufrió
progresivamente una caída en su juego. Salió sin pena ni gloria del equipo en
el que más éxitos había cosechado. No obstante, en enero de 2013 los defensores
del anillo, Miami Heat, pensaron en el carismático pívot para reforzar su juego
interior. Firmó un contrato de diez días, después renovó diez días más, y
finalmente firmó hasta final de temporada.
Ahora, Andersen está en uno de los momentos más dulces de su
carrera. Con el apoyo recuperado de la prensa, el de su nueva afición, y sobre
todo, el de LeBron James, Wade, Bosh y compañía, y estando en el que es actualmente
el mejor equipo del mundo, “Birdman” ha recuperado la sonrisa. La vida le ha
dado una segunda oportunidad, y sin duda la ha aprovechado. Abran bien los
ojos, porque el pájaro está de vuelta.
El MVP de la NBA, el
galardón más importante a nivel individual del mundo del baloncesto, este año
no tiene un dueño claro. Esto demuestra un estado de salud formidable de la
mejor liga del mundo, que ha reunido a varios de los mejores jugadores de todos
los tiempos en la actualidad. Futuros hall of famers, jugadores irrepetibles
que tenemos el gusto de poder ver están este año a un nivel altísimo. Los
cuatro principales candidatos son LeBron James, Kevin Durant, Carmelo Anthony y
Kobe Bryant.
LeBron James es el actual MVP. Tras ganar el
anillo las pasadas finales ha cambiado su juego, lo ha llevado a otro nivel.
Con una anotación siempre altísima ha sabido madurar, mejorando sensiblemente
sus asistencias y rebotes, además de su aportación en defensa e intimidación, y
ha aumentado su número de robos. Ha pasado de ser egoísta a ser un jugador más
centrado en su equipo, el cual lleva siempre hasta la victoria y al que ya ha
dado un campeonato. Heat es el actual campeón y principal aspirante al título
gracias a él. Sus promedios son casi un triple doble, 27,1 puntos 8.1 rebotes y
7.3 asistencias por encuentro. Kevin Durant es el nuevo LeBron. Un jugador
joven, sobrado de talento y con facilidad para anotar es la piedra angular
sobre la cual se asienta uno de los mejores equipos de la NBA: Oklahoma City
Thunder. Líder en anotación de la liga, siempre juega bien y resuelve para su
equipo en momentos de apuro. Un martillo pilón de conseguir victorias, y que ya
sabe lo que es llegar hasta una final de la NBA. Más inmaduro que el jugador de
los Heat tiene cabeza y talento de sobra para lograr hacer algo histórico.
Defensivamente es algo inferior a LeBron y no atrapa tantos rebotes ni reparte
tantas asistencias, pero anota ligeramente más que LBJ. 28,5 puntos y casi 8 rebotes
por partido. Carmelo Anthony ha explotado esta temporada. Con
29 puntos por partido y 6,4 rebotes es el rey de Nueva York. Los Knicks han
sufrido un cambio de tendencia a ser un equipo ganador gracias al talentoso
alero, que está a un nivel espectacular. Los juegos olímpicos de Londres
dejaron ver su mejora en el tiro, y este año está consagrándose como uno de los
mejores del planeta. Su nivel está muy alto, y si continua toda la temporada
regular de esta forma optará sin duda a este premio con grandes expectativas.
Su lastre es su equipo, que no siempre sabe aprovechar anotaciones superiores a
40 puntos de “Melo” para ganar un partido. Y por último, Kobe Bryant. 34 años y su nivel no
solo se mantiene, sino que sube. 27 puntos 5 rebotes y 5.6asistencias por
partido en lo que va de liga. Se le critica que se juega todos los tiros de los
Lakers, que es muy egoísta y que su equipo es perdedor gracias a él, ya que no
cuentan apenas con el recién fichado Howard, Nash no
juega cómodo y Gasol es una sombra del que fue. Esas opiniones son
cuestionables, pero sus números no. Nadie puede saber que números tendrían los
Lakers con o sin “La mamba negra”, pero lo que es obvio es que está viviendo
una segunda juventud… si es que alguna vez le pesaron los años. Estos son los cuatro mejores del planeta, cuatro
bestias, maquinas prácticamente perfectas de jugar al baloncesto. El MVP
todavía no tiene dueño, el rey está todavía por decidir. Lo que sí es seguro es
que disfrutaremos muchísimo con estos genios hasta averiguarlo.