Comienza una nueva temporada para el Real Madrid, y una vez más, tenemos que hablar de numerosos cambios en la estructura del equipo con respecto a la temporada anterior, cambios además de mucha importancia. El Madrid se ha acostumbrado durante los últimos años a empezar desde cero cada nueva campaña, con plantillas muy renovadas de un curso a otro, y con múltiples y constantes variaciones en el puesto de entrenador, algo que hace más complicada aún la estabilidad del equipo. Esta temporada arranca con Pablo Laso al frente de la nave, algo que ha sembrado muchas dudas en la afición madridista, y con varios fichajes que hacen que el Madrid tenga que armar de nuevo sus cimientos para intentar realizar una temporada a la altura de las expectativas que acompañan siempre al equipo blanco. Un nuevo proyecto más, que recoge lo que el anterior y frustrado proyecto de Messina deja como legado, y que añade al equipo nuevas piezas para luchar por volver a la élite del baloncesto europeo, gran objetivo del club año tras año. La actual plantilla está formada por once jugadores, con el reciente fichaje de Rudy Fernández como gran atractivo para este curso baloncestístico que arranca ya en el club merengue.
Si bien el Madrid ha reunido una plantilla interesante y digna de analizar, hay que mencionar que el equipo está estructurado de una forma un tanto atípica en cuanto a puestos se refiere; esto es, cuenta con tan solo un base puro, con una línea exterior de jugadores “pequeños”, a excepción de Carlos Suárez, y con un juego interior que es exactamente el mismo que la pasada temporada, salvo la baja de D’or Fischer, que dejo el equipo este verano. Pablo Laso llega al Madrid con la atenta mirada de todos los aficionados, que no esperaban que la dirección del club, tras la salida de Messina, fuese a apostar por un entrenador sin experiencia a nivel internacional, por un entrenador que no sabe lo que es llevar a un equipo grande a sus espaldas. Debemos recordar que, tener un entrenador inexperto en este sentido, no tiene que significar menos opciones de cara a pelear por títulos en su primera temporada. En el Madrid queda el recuerdo de la primera campaña de Joan Plaza, que se subió al barco como primer entrenador sin experiencia como tal, y llevó al equipo a conseguir su último título de Liga y su último título internacional, la ULEB, en su primer año como técnico jefe. Con lo cual, hay que confiar en el trabajo de Laso, puesto que ilusión no le va a faltar. Muchas veces es mejor contar con un entrenador que desprenda ilusión y ganas de trabajar para comenzar un proyecto que ilusione, que con un entrenador contrastado. Ahora voy a analizar a la plantilla, jugador por jugador, una plantilla como ya he dicho con una estructura poco habitual, plagada de jugadores rápidos por fuera, jugadores de talento interior, con algunos jugadores que son una duda constante en cuanto a rendimiento se refiere, con nuevas e interesantes incorporaciones, y con nombres clave que deben liderar el proyecto que prepara esta temporada el Real Madrid.
