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El baloncesto tiene magia. Se puede dar la vuelta a un partido gracias a una canasta ganadora en el último segundo. De igual forma ocurre ahora mismo en los despachos del Barça. Antes de que suene el pitido que indique el final del partido quieren meter su canasta ganadora, quieren que el bueno de Boni, el mismo al que hace un mes decidieron no renovar, vuelva a casa.
Hace unas semanas el Barça anunciaba que no iban a renovar a Boniface Ndong por dos motivos: el primero fue su edad, cumplió 35 años en Septiembre y la directiva pensó que iba siendo hora de hacer hueco a los jóvenes talentos; el segundo fue por los problemas físicos que tuvo la recién terminada temporada. Cierto es que es uno de los que hacen de "cemento" en el vestuario, cierto es que ha hecho una de sus mejores temporadas, pero también es válido pensar que en el Barça había (y hay) "overbooking" y era un problema que se tenía que afrontar una vez por todas. El Barça dijo adiós y Boni hizo las maletas sin rechistar.
Pero el anuncio de la marcha del pívot Fran Vázquez deja un hueco bastante importante en la zona de la pintura para el juego de los catalanes. Por ello el Barça ha decidido dar marcha atrás e intentar negociar otra vez con Ndong pese a que éste está muy cerca de acabar en Málaga (por cierto, tierra en la que se está preparando para la temporada que viene).
Pese a que el equipo blaugrana no ha confirmado las negociaciones y que Boniface Ndong declaró recientemente que quiere jugar en Málaga, el diario Sport anuncia que el contrato se cerraría entre el equipo y el jugador en cuánto se aclarase el apartado económico.
Sea como sea, el mercado de fichajes de verano es como un partido de baloncesto: nunca sabes qué va a pasar al segundo siguiente.