Empecemos desde el principio. Situémonos a comienzos de este año cuando se lanzaba la primera señal de alarma. Nivel amarillo 'partel' para ser exactos. En junio de este año el contrato entre patronal y sindicato de jugadores expiraba. ¿Eso era un aviso a tener en cuenta? Qué va, "eso" solo, por sí mismo, no era nada a tener en cuenta. El problema era que "eso" lo situamos en un contexto con una crisis económica semejante a la del 29, con los magnates echando humo porque la situación se les va de las manos y unas medidas bastante "impopulares" para los jugadores, . Surge los primeros descontentos. Pero no los suficientes para preocuparse. "Pero si hasta junio hay tiempo, seguro que se soluciona", dijeron unos.
Final de la liga regular. Segunda alarma. Sigue sin haber acuerdo. Los pesimistas dicen que peligra los Playoff. Exageración. Se juegan "sin ningún problema". Lakers pierde de forma estripitosa. Dallas se alza. Vuelve el optimismo. "Después de estos Playoff, la cosa se solucionará". Se crea un microclimax de "paz y amor, y el plus pa' el salón" pero seguimos sin acuerdo. Acabada la temporada lo que más inquieta aquí en España es el sabor agridulce por la parte que nos toca (muy bien resumido en los Playoff de los Gasol: mal juego de Pau, Marc se sale). Además, Rudy se muda a Dallas para la próxima temporada.
Acaba la Liga ACB. Ricky Rubio anuncia que se larga a Minnesota. A vivir con pingüinos. Ocurre lo de siempre ("eres un traidor", "me alegro por ti, crack", "menuda timo el de este chaval", "¡Ay, tía!¡Qué se ha echado novia!", etc) Sigue sin haber acuerdo. Seguimos en el país de la gominola (o del 'gominolo', según quien lo mire, claro). "Total, todavía queda un largo y caluroso verano. Seguro que se soluciona". Verano fantástico para el baloncesto español: medalla en todo menos en la senior femenina. Muy buen juego. Los chicos consiguen el pasaporte a los Olímpicos. No hay acuerdo todavía. Varios jugadores ya han dicho o están en proceso de buscarse la vida ante un más que evidente parón de liga. Uno de ellos es Rudy. Ficha por el Madrid. Si se reanudase la liga tiene la posibilidad de largarse sin rendir cuentas a nadie. Se empieza a cuestionar hasta que punto puede "ayudar" el fichaje de estos jugadores. Y ahí comienza el verdadero meollo.
Se suceden las reuniones. No hay acuerdo. Toca cancelar todos los eventos previstos para las próximas semanas. La cosa se complica. Continua la emigración de jugadores. Los que se quedan hacen amistosos por su cuenta. Las caras muestran un claro cabreo. Los equipos de las ligas 'de fuera' se dejan las arcas en coger estrellas. Primer rumo: Kobe Bryan podría tener para elegir entre un par de 'novias' multimillonarias. Segundo rumor: los Gasol podrían jugar en el Barça la presente temporada. Sergio Llull dice: "como los dos Gasol jueguen en la liga, el Barça estará dos peldaños por encima del resto". Queda la duda si lo decía por la calidad de ambos (que puede ser) o por el hecho de ser jugadores NBA (que también puede ser). Empiezan los partidos en España. Allí siguen sin acuerdo. Se vuelve a cancelar todos los próximos eventos relacionados con todo este tinglado. En Europa lo flipamos viendo el peldaño que ha subido el baloncesto europeo. Nos gusta vivir en ese oasis imaginario. Todos los jugadores que se han venido tiene derecho a pirarse a la NBA si esta se abre. Pero eso da igual. El dinero sigue corriendo.
Repasamos la última semana. Caras tensas en la última negociación. Los propetarios tienen la sartén por el mango. Están perdiendo dinero, sí, pero les duele más al bolsillo de los jugadores que a los suyos propios. Primeras voces pidiendo una resolución YA. Sale a la luz "La Obviedad": muchas familias viven de este show. Cuéntame algo nuevo. Unas voces dicen que no hay que precipitarse en la toma de decisiones. Otros están desesperados. Luis Scola en twitter:" Siguen las caras largas. Sigue sin acuerdo. Siguen las ambigüedades. Siguen derrochando el dinero en Europa por hacerse con un NBA (último caso Ibaka). Seguiremos sin saber en qué demonios terminará todo esto."Acariciando el botón del pánico" dijo Luis Scola.
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