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En el segundo cuarto la tónica fue la misma: el Bilbao Basket era quien llevaba la batuta del partido, controlando el ritmo de este. El UCAM Murcia pecó de un exceso de ganas por dar la vuelta a la situación, cometiendo faltas absurdas que relegó a hombres importantes al banquillo como Franch por un exceso de faltas. El Murcia estaba desorientado, no sabía como atacar la defensa bilbaína y estaba carente de ideas. Esto ligado al enorme juego desplegado por el conjunto vasco, liderado por Aaron Jackson , quien no defraudó (no falló ni un solo lanzamiento), fue imposible de parar.Sin duda, la primera mitad se caracterizó por el ritmo alto que imprimió el Bilbao y el poca profundidad de banquillo de los murcianos que hizo que nos fuéramos al descanso con un 53 a 27 a favor de los bilbaínos.
Pero ya sabemos que lo bonito de este deporte es que nunca sabes lo que puede pasar. Pues bien, tras una más que presumible bronca en el vestuario murciano, empezó una segunda parte en la que se vio el espectáculo que no vimos en la primera. El UCAM Murcia, pese a que le costó entrar en el partido y, lo más importante, no perder la concentración, mostró un cambio en su juego: por fin dejaron de lado las prisas y empezaron a calmar los ánimos para dar paso a una sangre fría, con la que a lo mejor no se ganaba el partido, pero con al que a lo mejor se recuperaban sensaciones. Y así fue. Un Murcia liderado por el que ha sido el hombre del partido, Andrés Miso (23 puntos y 29 de valoración en 27 minutos de juego), se puso las pilas aprentando en defensa y mordiendo en ataque. El Bizcaia Bilbao apenas se motró afectado por los ataques del rival, pero por lo menos se vio un juego algo más dinámico pero el partido siguió carente de emoción.Se llegó al final del periodo con un 77-49 en el que se amplió la diferencia en el marcador pero la impresión era la misma: un juego aburrido.
Ya en el último cuarto, el Bilbao se mostraba victorioso, se había hecho los deberes y solo quedaba mantener la concentración y hacer un uso racional del amplio colchón de puntos que se había conseguido a lo largo del partido. De hecho, cuando el equipo vasco bajo el listón, fue cuando pudimos ver un juego más fluído por parte del Murcia. De hecho en este último cuarto los jugadores del combinado murciano maquillaron algo el marcador y las estadísticas individuales, aunque hubo cuatro jugadores que acabaron con valoración negativa. Pese a que se intuía una victoria bilbaía, nadie esperaba un partido tan aburrido y plano, en el que UCAM Murcia estuvo fuera del partido y en el que el Bilbao jugó a su antojo. Cuando se escuchó el final del partido pareció oírse un suspiro de alivio por parte de los jugadores de Murcia. Esta claro que este equipo es joven y tiene que mejorar en muchos aspectos, pero lo que esta claro es que la imagen hoy dada no se corresponde con un equipo, que aunque modesto, quiere luchar por hacerse un hueco en la liga.
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