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lunes, 20 de junio de 2016

Lebron James, tercer anillo y tercer MVP de las Finales

Sigue escalando puestos en la historia de la NBA, destrozando récords y sumando títulos, anillos y proezas únicas, inigualables. El mejor jugador de nuestra época, de la última década, ha logrado el MVP con unos números de 29.7 puntos, 11.3 rebotes y 8.9 asistencias y un triple-doble en el 7º partido.

Lebron James cierra el círculo; volvió a Cleveland para llevarles el anillo y hoy lo ha logrado / NBA TNT
Estaba claro. Algunos hablaban incluso de que podría llevarse el MVP aunque los Cavaliers perdieran este séptimo partido. Pero no fue así. Los de Tyronn Lue se llevaron el séptimo partido gracias, en parte, a los 27 puntos, 11 asistencias y 11 rebotes de Lebron James. Se convierte, por tanto, en el tercer jugador capaz de lograr un triple-doble en un duelo decisivo por el anillo tras Jerry West (1969) y James Worthy (1988). Antes, también había conseguido sumar dos duelos consecutivos con +40 puntos, en el quinto y en el sexto. Todo ello, amén de los 2.3 robos y 2.3 tapones que ha logrado en cada partido, alguno de ellos soberbio, varios a Stephen Curry y pocos más decisivos en la historia del baloncesto como este a Iguodala:


De esta manera suma su tercer anillo y su tercer título de MVP de las Finales, alcanzando a mitos de la NBA como Tim Duncan, Magic Johnson y Shaquille O´neal, también con tres MVP´s. Capaz de liderar, ahora en solitario, todas las categorías del juego durante el transcurso de los siete partidos Lebron ha dominado como y cuando ha querido, aportando en todas las facetas y cogiendo galones cuando peor pintaban las cosas para su equipo. Elegido de manera unánime, estas han sido sus actuaciones a lo largo de las Finales:

Game 1, 104-89, P: 23 puntos, 12 rebotes, 9 asistencias, 2 robos, 1 tapón, 4 pérdidas con 9/21 en TC

Game 2, 110-77, P: 19 puntos, 9 asistencias, 8 rebotes, 4 robos, 1 tapón, 7 pérdidas con 7/17 en TC

Game 3, 120-90, G: 32 puntos, 11 rebotes, 6 asistencias, 1 robo y 2 tapones con 14/26 en TC. 5 pérdidas.

Game 4, 90-108, P: 25 puntos, 13 rebotes, 9 asistencias, 2 robos y 3 tapones. 11/21 en TC.

Game 5, 112-97, G: 41 puntos, 16 rebotes, 7 asistencias, 3 robos y 3 tapones con 16/30 en TC.

Game 6, 101-115, G: 41 puntos, 8 rebotes, 11 asistencias, 4 robos y 3 tapones. 16/27 en TC. 

Game 7, 89-93, G: 27 puntos, 11 rebotes, 11 asistencias, 2 robos, 3 tapones. 9/24 en TC




¡Los Cavaliers ganan la NBA! Kyrie Irving y Lebron James consiguen llevar el anillo a Cleveland

Los Cavaliers ganan el séptimo partido (89-93) gracias a un triple de Kyrie Irving a falta de 53 segundos. MVP sin dudas para Lebron James (27+11+11) que firmó un triple-doble y gana su tercer anillo. En los Warriors, decepción Curry (17p, 6/19 en TC) y enorme Draymond Green (32p, 15rb, 9as)

Los Cleveland Cavaliers ganan el séptimo partido (89-93) y se hacen con el título de la NBA / Cleveland.com
Ningún jugador de los 18 que disputaron algún minuto en este séptimo partido de las Finales había nacido en 1964. Ni siquiera los dos entrenadores, Steve Kerr y Tyronn Lue, vivían cuando los Cleveland Browns ganaban la NFL. En esos momentos nadie, ni el más pesimista de la capital del estado de Ohio, se imaginaba que iban a tener que pasar 52 años para que la ciudad de Cleveland pudiera celebrar un nuevo título. Ese medio siglo de sequía le colgó el cartel de "ciudad maldita" y Lebron James, desde su regreso a los Cavaliers en 2013, tenía entre ceja y ceja redefinir esa justificada descripción. Tuvo una primera oportunidad el año pasado, cuando cedieron 4-2 ante los Warriors, pero tuvo que ser hoy, tuvo que ser de esta manera. Remontando un 3-1 adverso, ante el mejor equipo de la historia, contra el dos veces MVP y posiblemente mejor tirador de la historia...así ganaron los Cavaliers su primer anillo de la NBA. En un séptimo partido épico, con un triple final de Kyrie Irving que ha cuajado unas Finales tremendas, y dejando al mejor ataque de la NBA en 89 puntos en su casa, en el Oracle. Pero no todo fue tan fácil, a continuación, el desarrollo de un partido histórico que se escribirá con letras mayúsculas en las guías de Cleveland. 

Green a por el MVP en una igualada primera parte

Los primeros compases del encuentro eran de una igualdad máxima. Harrison Barnes amenazaba con irrumpir con fuerza en el partido anotando los primeros tres puntos de su equipo, pero poco después se borraría fallando tiro tras tiro. En el otro lado de las decepciones, Kevin Love rendía a buen nivel sobre todo en el apartado del rebote ofensivo (7 rechaces capturó en los primeros 12 minutos), dando sensación por lo menos, de compromiso. Mientras los Warriors tardaron poco en volver al "small-ball" a pesar de la apuesta de inicio de Kerr por Festus Ezeli. Las buenas noticias llegaban en forma de salud para la espalda de Andre Iguodala que daba un equilibrio fundamental. Los ataques de los de la Bahía, como toda la temporada, se basaron en buscar al hombre abierto y el lanzamiento de tres. De esta manera encontraron a Curry y a Thompson, amén de unos minutos muy responsables de Draymond Green. Su pelea bajo tableros con Tristan Thompson, de lo mejorcito de este primer cuarto que se cerraba 22-23 para los Cavaliers.

Green en estado puro, el alma de los Warriors / Canal+
Sin problemas de faltas, de momento, ambos técnicos dieron paso a la segunda unidad y "la verruga" Marresse Speights jaleaba a la grada con sus acciones de garra en el poste bajo mientras el juego lo dirigían Mo Williams (inédito Delladedova) y Shaun Livignston. Nadie daba un paso al frente y las canastas, escasas, se sucedían con el transcurrir de los minutos. Un séptimo partido, una final dentro de las Finales, a pocos puntos, en un escenario de nerviosismo donde imperaban las imprecisiones. Así lo veían, por lo menos, los 225 millones de espectadores estimados por la ABC. Justo o no, a la NBA le ha salido muy rentable alargar la serie un poquito más. El partido se desarrollaba en el fango, y de ahí emergió con fuerza y precisión de francotirador Draymond. Que primera parte la suya. Triple tras triple, ejerció de líder ante la ausencia de un Stephen Curry que estaba "out". 22 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias llevaban el sello de Draymond al descanso. En el limbo queda la pregunta de si estas Finales estarían ya decididas si Green hubiera jugado en el quinto. 



Sin embargo, a pesar de su exhibición, los Warriors solo se fueron siete arriba al descanso (42-49). En parte, gracias a los infinitos recursos individuales de Kyrie Irving (9 puntos) y al martillo pilón de Lebron James que presentaba sus credenciales para sumar un nuevo triple-doble en estas Finales. 12 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias y un peligroso lunar: 4 pérdidas. Ahogado en los bloqueos centrales, Lebron tenía en sus manos cada acción de los Cavaliers. Esto provocaba que sus ataques fueran previsibles para un sano Iguodala y un buen Draymond Green en las ayudas. Muchos problemas para anotar en los de Tyronn Lue que al descanso se iban con 1/14 en triples, casi los mismos guarismos que los "Splash Brothers" (Curry + Thompson: 3/12). Capítulo aparte se merece el MVP que en esta primera parte estaba completamente superado por los acontecimientos. Salió perdiendo en su particular guerra con los árbitros (3 faltas, muy rigurosas, una ni fue) y en ataque anotó 9 puntos en tres acciones; dos triples y un 2+1. También tuvo tiempo para encararse con Lebron James tras una acción muy muy parecida a la del Game 6 en la que se llevó el tapón de "King" James. La sangre no llegó al río y quedaba todo por decidir para la segunda parte.

Lebron James asiste y Kyrie Irving sentencia, el anillo se va a Cleveland


Esta acción de Kyrie Irving acabó en 2+1 / ABC Channel
Tras el rutinario paso por vestuarios, Steve Kerr repitió quinteto inicial. Y no le pudo salir la jugada al Mejor Entrenador del Año en la NBA. Enorme irrupción en el partido de J.R Smith con 8 puntos consecutivos, devolviendo las tablas al marcador. Unas tablas que pusieron sobre el tapete una partida de ajedrez, un toma y daca constante en el que el alfil Kyrie Irving asumió responsabilidades. "Uncle Drew" recuperó su versión de los tres últimos partidos erigiéndose como el go-to-guy de los Cavaliers. Triples, dos más unos y bandejas al servicio de Ohio que obligaron a Kerr a parar el partido con un necesario tiempo muerto tras un peligroso parcial de 11-0. Se habían puesto por delante los Cavaliers gracias a su eficiencia ofensiva, y a su mejora en defensa. Constantes ayudas, manos y líneas de pases cubiertas sirvieron para generar esas transiciones de las que tanto disfruta Kyrie Irving. A campo abierto, de lo mejorcito de la NBA. 

65-59 alarmante pero ahora sí, apareció Stephen Curry. A fogonazos, pequeños destellos de MVP, que sujetaban a sus Warriors al partido. Triple, bandeja al contraataque, asistencia para mate espectacular de Shaun Livingston y empate a 71. El Oracle, en pie toda la segunda parte, una fiesta. Mientras, en Cleveland, la ciudad paralizada ante las pantallas gigantes. La ciudad maldita. La Bahía de San Francisco. Unos llorarían de alegría, otros, de tristeza y solo quedaba un cuarto para descubrir quien recordaría el amargo sabor de la derrota. Una irrupción de nuevo decisiva de Draymond Green con un triple y un tapón dejaba el partido, la Final, y la temporada con una igualdad insultante: 75-76 para los Warriors. 



El último cuarto, los últimos 12 minutos. Los dos conjuntos intercambiaban canastas pero siempre con los Cavs por delante. Ventajas mínimas, rentas inocuas que no permitían vivir tranquilos a los de Tyronn Lue, y que se esfumaban en cuanto Love, Thompson o Jefferson desaprovechaban sus acciones en ataque. Cuando peor pintaban las cosas para los Warriors, aparecieron Curry y Thompson con sendos triples para poner a los suyos por delante. Entramos en los cinco minutos decisivos con Festus Ezeli y Kevin Love en pista, con Lebron exhausto y Curry desatinado. Fue el propio James el que sumaba, desde la línea de tiros libres o con un triple tremendo sobre la bocina mientras los Warriors se encomendaban a Green. Se pasaron dos minutos enteros sin anotar ambos conjuntos, al tiempo que Lebron James igualaba a James Worthy y Jerry West como únicos jugadores con un triple-doble en el Game 7 de las Finales. El empate a 89 imperó en el marcador durante los últimos cinco minutos, gracias, en parte a tapones como el que Lebron James le puso a Andre Iguodala. Solo un triple a falta de 53 segundos de Kyrie Irving, imparable en el uno contra uno, fue capaz de modificar ese marcador. Gracias a esos tres puntos, los Cavaliers ganaron el anillo. 27 puntos por partido para el eléctrico base en su primera presencia en las Finales de la NBA. Inmaculada carta de presentación para el escudero de Lebron James que no acapara tantos focos como el MVP, pero que ha sido igualmente necesario. Fundamental. 

El partido se cerró con un golpe tremendo de Lebron contra el suelo, que sin embargo fue capaz de anotar uno de sus dos tiros libres, aumentando la diferencia a cuatro puntos. Una distancia insalvable para los Warrios a falta de 12 segundos que solo tuvieron tiempo para que Curry lanzara un triple, otro más, que no tocó ni aro. 17 puntos para el base con 6/19 en tiros y 14 para su compañero de perímetro, Klay Thompson, con parejos porcentajes (6/17). Si los Warriors querían ganar, necesitaban más de los "Splash Brothers" que han acabado diezmados una temporada que, pese a todo, pasará a la historia de la franquicia. Heridos en el orgullo, volverán con más fuerza que nunca el año que viene para recuperar su trono, su corona. Un cetro, un reino, que ha vuelto al que fuera su dueño en 2012 y 2013, a Lebron James.

27 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias para el Rey Lebron en el 7º partido

Es tiempo de "King", es tiempo de Irving, es tiempo de Cleveland...52 años después. Se acabó la "ciudad maldita", comienza la "ciudad del Rey".

viernes, 17 de junio de 2016

¡Habrá séptimo! Se viene un partido de leyenda

Los Cleveland Cavaliers fuerzan el séptimo partido donde se decidirá todo. Lebron James (41) y Kyrie Irving (23) de nuevo vitales ante un Stephen Curry (30) que acabó expulsado. Iguodala es duda para la cita, el domingo a las 02:00 am. 


Un Lebron James legendario y un Kyrie Irving de más a menos igualan la serie y fuerzan el séptimo partido / NBA
Con problemas de faltas, luchando hasta la extenuación, sin Andrew Bogut, con Iguodala diezmado y teniendo que remontar una losa de 20 puntos desde el primer cuarto. Así perdieron los Warriors. Tocados pero no hundidos. Habrá séptimo y ahí, llegado el momento, cualquier cosa puede pasar. Incluso que unos heridos Warriors aprovechen su tercera y última bala para finiquitar a unos Cavs felinos que se aferran con fuerza a todas sus siete vidas

Fue en 1970 cuando se creó la franquicia y desde entonces nunca habían llegado a un séptimo partido, nunca habían tenido la oportunidad de ganar el anillo. Un título que se les escapa, una fortuna esquiva con los conjuntos de Ohio que les han llevado a ser la ciudad maldita de los EEUU; pero si dios quiere solo será hasta este próximo domingo. Y dios, en el mundo del baloncesto y sin que nadie lo pueda poner en duda, ahora mismo es Lebron James. Si Stephen Curry es un extraterrestre venido de otro planeta, Lebron James es el cielo en la tierra. 

El hijo pródigo, el retorno del Rey, el hombre que lo dejó todo en Miami para volver a su ciudad natal y traer el título a casa. Trece años en la NBA, cinco Finales perdidas y una inmensa ristra de récords individuales que le aúpan, pase lo que pase en el séptimo, al Olimpo de los más grandes de toda la historia. Pero quiere el anillo, y lo quiere ya. Dos partidos seguidos de 41 puntos, líder destacado en todas las categorías estadísticas de las Finales. De su equipo y de los Warriors. Una por una. Puntos, rebotes (empatado con Tristan Thompson), asistencias, robos y tapones. Un todoterreno al servicio del estado de Ohio. En plenitud, en madurez, en el cénit de su carrera contra un joven aprendiz que ha roto con todos los esquemas de la NBA. Stephen Curry, el heredero, el rey del triple, el considerado por todos mejor tirador de la historia y cerca de lograr su segundo anillo, los mismos que ahora posee Lebron James. ¿Tan igualada esta la cosa? Si señoría, y aquí están las pruebas. Se viene un partido...de leyenda.

Un inicio demoledor de los Cavaliers 

Un partido, decíamos, en el que Lebron James ha superado a Jonh Havlicek en la lista de máximos anotadores históricos (va séptimo) y Stephen Curry ha entrado en el Top10 de jugadores con más triples en PlayOffs dejando atrás a Jason Kidd. Un partido, seguimos, que se ganó en el primer cuarto, se sufrió en el segundo y en el tercero para disfrutarlo, y de que manera, en el cuarto periodo. Con un 6-0 de salida para un 31-11 final, los Cavaliers sentaron las bases de un triunfo vital. Kyrie Irving, de nuevo pletórico, era el go-to-guy y se iba a los 16 puntos en esta primera mitad jugando con la inercia de ese último partido mágico en el que se fue a los 41. Mientras, Lebron iba haciendo un poco de todo a la espera de que su momento llegase. 



En los Warriors volvía Draymond Green (8 puntos, 10 rebotes, 6 asistencias) y Kerr ponía toda la carne en el asador con el quinteto de gala, de la muerte, de inicio. Iguodala a la cancha en lugar del maltrecho Bogut, que paradoja, aguantaría 30 minutos pero con unos espasmos lumbares que le hacían sufrir cada segundo en pista y rendir claro, muy por debajo de su nivel. Circunstancia esta que aprovechaban una y otra vez los Cavs para martillear con penetraciones y transiciones rápidas a unos Warriors en trance. Tras la pausa los de la Bahía volvieron en sí y desplegaron, en pequeñas dosis, algunas muestras de buen juego. De ese buen juego que les ha hecho batir todos los récords posibles, que les ha convertido en el mejor equipo de la historia en RS y que les había colocado 3-1 a favor en esta serie final. No fue suficiente. Como no lo fueron los 18 estériles puntos (30 al final) de un Stephen Curry con, otra vez, más pérdidas (4) que asistencias (1). En apenas 11 segundos Draymond Green, sobrepasado por el ritmo del partido, cometía dos faltas personales sobre Dahtay Jones y se iba a vestuarios con tres, las mismas que Don Stephen. Irving, Lebron y un Thompson (15 puntos, 16 rebotes) inspirado bastaban para llevar el partido +16 al descanso (59-43). Pie y medio en el séptimo...¿O no?


Apareció Klay Thompson...pero sentenció Lebron James

Esta primera mitad había confirmado dos cosas a los aficionados de ambos equipos. Por un lado, que Kevin Love ahora mismo no cuenta en los esquemas de Tyronn Lue. Perdido, apenas jugó 12 minutos en los que cometió tres faltas para 7 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias, siendo el único titular con un +/- negativo. En segundo lugar, que Harrison Barnes no ha asimilado su posible subida salarial y está completamente fuera de las Finales. 0/8 en tiros, una madre en defensa y sin aportar soluciones a unos Warriors en horas bajas. 

El paso por vestuarios dejó a ambos jugadores en el banquillo y el partido lo iban a decidir los elegidos para la gloria: Lebron James y Kyrie Irving y Stephen Curry y Klay Thompson. Eso, en la teoría. Porque en la práctica solo hubo uno en el Quickens Loan Arena. Entre el final del tercer cuarto y el inicio del tercero, Lebron James asistió o anotó 30 puntos seguidos sofocando las pequeñas rebeliones de unos Warriors que soñaron con la remontada (86-79 a falta de 8:06 tras triple de Barbosa, el mejor suplente de largo de los Warriors). En este periodo de ebullición de el héroe local, los Cavaliers nos dejaron una jugada para el recuerdo tras robo de Irving, asistencia de JR Smith y mate lunar de Lebron James.



Tras esta avalancha, diez puntos consecutivos de Klay Thompson (25 puntos, 3/10 en T3) llevaron a Golden State a esa mínima diferencia y con Curry entrando en racha todo podía pasar. Pero hoy no era el día. Y para muestra, un tapón. Con menos de cinco minutos por disputarse y las espadas en todo lo alto, Curry quiso recortar distancias por la vía rápida, a base de triples. Y en medio de esa vorágine triplista se encontró con Lebron (41 puntos, 8 rebotes, 11 asistencias y 3 tapones). Astuto como pocos, el doble MVP buscó un nuevo camino para reducir diferencias pero se encontró con un enorme cartel de 2,05 que gritaba: Cerrado por demolición. Nos vemos en el Oracle parecía sonreír Lebron instantes después de colocar un tapón que será recordado como un símil de la serie pase lo que pase en el séptimo.


Poco más duraría Stephen Curry sobre el parqué. No porque se lesionara como en series anteriores por culpa de esas maltrechas rodillas de cristal. Tampoco fue una decisión técnica de Steve Kerr pensando ya en el siguiente partido, como si haría con Klay Thompson y Draymond Green. No. Por primera vez en su carrera, y no sin polémica, Stephen Curry fue eliminado y expulsado de un partido en la NBA. Cometió la sexta sobre Lebron, como no, y pagó su frustración con los aficionados de primera fila de los Cavs. El protector bucal del mejor triplista de la historia voló a la grada en lo que puede ser una de las claves de cara a ese último partido. Curry no tardó en disculparse con el afectado y desfiló por el túnel de vestuarios pero seguro que no olvidará este momento y, por experiencias previas, no parece un buen negocio enfadar a Steph. Que se lo pregunten a los Thunders. Ellos, los Thunders, saben bien lo que puede pasar si das vida a un equipo con 3-1 en contra. Sufrieron en sus propias carnes una remontada que solo ha tenido lugar diez veces en la historia, nunca en las Finales. De hecho, es solo la tercera vez que se fuerza el séptimo partido con ese 3-1 adverso. Y volvemos a lo de siempre, los Warriors esta temporada no han encadenado nunca tres derrotas consecutivas pero...¿Quién se atreve a dudar ahora de unos Cavs en estado de gracia y sobre todo de un Lebron omnipresente que lidera todas las categorías del juego? Lejos de debates sobre quien es mejor, quien es más completo o quien logrará más reconocimientos a lo largo de su carrera, el próximo domingo a las 2:00 am tenemos por delante un partido que, desde la previa, promete ser épico. Win or go home llevado a la máxima expresión, 82 partidos de Regular Season y 15 de PlayOffs resumidos en 48 minutos. Una victoria que vale un título. Celebrarlo con tu afición o ganar en casa ajena.

Un partido, decíamos, de leyenda. 

lunes, 6 de junio de 2016

Stephen Curry no irá a los Juegos

El doble MVP y vigente defensor del título de la NBA, Stephen Curry, ha anunciado que no acudirá a los Juegos Olímpicos de Río con la selección americana. Cuidar sus rodillas y descansar después de una temporada agotadora, claves para su renuncia. 

Foto vía Basket4Us
ACTUALIZACIÓN (06/06/2016 - 20:08h)

La franquicia de Oackland ha anunciado mediante una nota de prensa la baja de Stephen Curry de los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Malas noticias para los aficionados brasileños de la NBA. A pesar de contar con un campeón seguro de la liga (Anderson Varejao recibirá sí o sí el anillo), los fans cariocas no podrán disfrutar del mejor jugador del mundo en los próximos Juegos Olímpicos. En medio de la polémica por la probable renuncia de todo un estandarte como es Pau Gasol por temor al virus zika, Stephen Curry confirma lo que muchos temían: no estará en Río. Y puede que su compañero Klay Thompson tampoco lo haga, sumándose a un parte de bajas lleno de estrellas. Jonh Wall, Anthony Davis y Chris Paul, amén de que jugadores como Lebron James y Carmelo Anthony le den el "No" a Mike Kryzewsky. 

A sus 28 años, Curry ha ganado el Mundial de 2014 y era un habitual de las convocatorias. Sin embargo, ha llegado el momento de parar para no sufrir durante el próximo año. Según apunta Marcus Thompson, en el 2020 podría estar todavía en plenitud y ejercer como especialista desde la larga distancia. Además, aunque su salario no le preocupe, sabe que mantenerse sano será clave si quiere firmar un estratosférico contrato cuando sea agente libre en 2018. 

jueves, 2 de junio de 2016

Golden State Warriors - Cleveland Cavaliers: el Rey quiere su corona

Lebron James y Stephen Curry; Kyrie Irving y Klay Thompson; Draymond Green y Kevin; la NBA se prepara para dar comienzo al único objetivo de los 30 equipos que desde finales de octubre compiten en la liga: el anillo. De esas 30 franquicias solo quedan dos y se disputarán el Larry O´Brien al mejor de siete partidos pero...¿Cuáles son las claves de estas Finales?

Dos equipos, dos ciudades, dos estados, y un mismo objetivo: el anillo / NBA TV
2537 partidos se han disputado hasta la fecha en la temporada NBA 2015/16. Vibrantes, intensos, todos y cada uno de ellos nos han dejado imágenes para el recuerdo, jugadas que guardaremos en nuestra memoria mientras perdure nuestro amor por el baloncesto. Ahora, tenemos por delante los últimos cuatro, cinco, seis o siete partidos del curso en la mejor liga del mundo. Se acaba lo bueno pero quizá, tras todos los aperitivos y un buen par de primeros platos (la 1ª ronda del Este, las series de los Thunders) llegamos a lo mejor; los postres. Y los cocineros son de primer nivel. 

A un lado, el maestro Lebron James, a punto de disputar sus sextas Finales consecutivas que se han saldado con dos anillos para su palmares. Junto a él, esta vez sí, estaran presente los otros ejes del Big Three, Kyrie Irving y Kevin Love, hacía quienes apuntan todos los focos. En las Finales del año pasado su ausencia fue determinante en dos puntos; en primer lugar facilitó el triunfo de los Warriors por 4-2 y en segundo, exageró los números de Lebron James hasta el Olimpo. Sus Finales, que las hubiera firmado el mismísimo Jordan, se quedaron sin recompensa. Algo falla cuando tu segundo mejor jugador es Matthew Delladedova o el olvidado Tymofey Mozgov. Pero además, no solo cuentan con el dúo Love-Irving. Los de Tyronne Lue han incluido a su extensa plantilla a jornaleros como Channing Frye, Richard Jefferson o Mo Williams, que lejos de desentonar se complementan a la perfección en un sistema de juego con cuatros abiertos, dejando espacio para las penetraciones y colocando tiradores en las esquinas para ametrallar a los rivales. Por algo son el equipo que ha batido el récord de más triples en una serie a 5 partidos de PO. 


En el otro lado de la cocina el chef Curry y su maitre Klay Thompson preparan el último asalto para defender su corona. Mejor equipo de la historia de la Fase Regular, sus tres derrotas contra los Thunders pusieron en duda la valía de sus récords. Lejos de amilanarse, asumieron su situación y vencieron los tres partidos sin red que tuvieron. Ahora, empiezan de cero y con una ventaja de campo que puede ser crucial, la defensa del anillo. El objetivo es claro, aprovechar cada oportunidad que les dejen los Cavs para lanzar de tres y ahogar con sus continuas ayudas defensivas a Lebron James y los suyos, tratando de minimizar al máximo la producción de "El Elegido". Entre sus bazas, una rotación de banquillo amplia, que le permite contar con jugadores como Shaun Livingston (brutal en el Séptimo y decisivo encuentro), Andre Iguodala, Maresse Speights, Festus Ezeli, capaces de dar recambios de calidad y minutos de descanso a las estrellas. Steve Kerr abusó del "Quinteto de la Muerte" (Curry-Thompson-Iguodala-Barnes-Green) cuando peor se pusieron las cosas contra los Thunders y respondieron a la perfección por lo que todo hace indicar que a pesar de hombres como Love, Frye o Thompson, los Warriors apostarán por el "small-ball". No obstante, en la ley está la trampa y en Cleveland barajan la posibilidad de jugar muchos minutos con Lebron de "4", ejerciendo de segundo base desde el poste alto y pudiendo defender a cualquiera en la otra parte de la cancha. 

Estos serán los contendientes pero...¿Cuáles son las claves?

1. Velocidad en las transiciones. Dos de los equipos que más anotan en las transiciones, el famoso fast and gun que puso de moda Mike D´Antoni. En menos de seis segundos ambos equipos son capaces de plantarse en campo contrario y ejecutar un tiro, aprovechando que la defensa está desprevenida. Tanto el balance defensivo de los hombres más bajitos, como el rebote defensivo, clave para armar los contraataques, serán fundamentales en esta eliminatoria. Kevin Love intentará buscar siempre a Lebron James en carrera para conseguir puntos fáciles en vez de sufrir en estático. Mientras, Curry y Thompson correrán las calles para lanzar o pasar desde el 6,75. En esta faceta, "los dos mejores que ha visto" Lebron James.

2. Efectividad en el triple. Los dos mejores equipos en esta faceta y los dos que más lanzan y anotan. Era algo reconocible en los Warriors desde que Curry y Thompson explotaron la temporada pasada, pero no se esperaba este grado de acierto en una plantilla como los Cavs. Love apenas pisa la zona en ataque, Irving está cuajando los mejores PO de su carrera y hombres como Delladedova (5º en porcentajes durante la RS), J.R. Smith o Frye también son una amenaza desde la larga distancia. Un arma de doble filo que puede hacerte perder partidos si la pelotita no quiere entrar, pero una herramienta también para decantar la balanza a favor del equipo que mejor la utilice y no abuse de ella.

3. Aparición de secundarios (Iguodala - J.R. Smith) Sí, todos los focos apuntan a los Big Threes. Pero los pequeños detalles son los que ganan campeonatos. La intensidad defensiva de Iguodala bien vale un MVP de las Finales y más de la mitad del sexto y el séptimo juego contra los Thunders se explican gracias a la titularidad de un Iguodala que agotó a Durant. Por su parte, J.R. Smith está encontrando la regularidad y con el objetivo del anillo cerca se ha centrado y ha dado su mejor versión en las semis contra los Raptos y los Hawks. Tirador a rachas, es una pieza muy importante en el esquema de Lue. 

4. Imposición del sistema ¿Quién se adapta a quién? Jugar con Love y Thompson y castigar por dentro a los Warriors o poner a Lebron de "4" y meter a Shumpert sobre Thompson y a J.R. Smith amenazando desde el triple. ¿Jugar con el quinteto de la muerte o dar minutos a Ezeli, Speights y Bogut? El entrenador que logre imponer sus esquemas a lo largo de la serie tendrá una lección ganada y ojito a las pizarras en los finales igualados. 

5. Robar el factor cancha Parece obvio, y lo es. Si los Cavaliers quieren el anillo tendrán que ganar, al menos, un partido en el Oracle. Los Thunders ya les han enseñado el camino pero no va a ser tarea fácil. Como tampoco lo va a ser invadir un Quickens Loan Arena que presenta un balance de 7-0 en estos PlayOffs. El equipo que consiga conquistar el feudo del rival, tendrá media eliminatoria en el bolsillo. 

martes, 31 de mayo de 2016

La historia se escribe con letras doradas

Los Golden State Warriors ganan un mágico séptimo partido (96-90) con un Curry estelar (36p,8a) y repiten Finales contra los Cavaliers. Se convierten en el décimo equipo de la historia y el tercer defensor del título en levantar un 3-1 adverso. Los Thunders culminan una temporada heróica con sabor agridulce y con la renovación de Durant en vilo. 

Los Golden State Warriors revalidan su título de Conferencia tras batir 4-3 a los Oklahoma City Thunders / NBA.com
Habrá duelo entre los hijos predilectos del Estado de Ohio. Otra vez. La lógica, la razón, invitaba a pensar que este año no, que los Warriors habían quedado exhaustos en su persecución por alcanzar el récord en fase regular de los Chicago Bulls. Un 73-9 que han pulverizado y lograron batir en el último partido, perdiendo dos en la última semana. No antes, no después, justo en el momento adecuado. Porque la historia, la vida, a veces trata de eso. De estar en el momento justo en el lugar preciso. Y el baloncesto también se rige por este dogma que es ley. Ahora, culminados siete partidos de basket al más alto nivel, tanto aficionados como jugadores recuerdan esos lances previos.... Si hubiera llegado a esa pelota, si hubiera metido ese triple, si hubiera defendido mejor esa último jugada... Pero de nuevo, la razón no impera y el corazón manda. Y en eso, visto lo visto, tampoco se puede batir a estos Warriors que son pura sangre. 

Les daban por muertos, pero nunca han estado tan vivos. Que se preparen en Cleveland, si quieren el título tendrán que ganar por lo menos una vez en el Oracle...pero también defender su feudo a capa y espada. Y los mejores caballeros juegan de azul y dorado. Tuvieron los Thunders hasta tres bolas de sets, y las tres las marraron con mayor o menor disputa. Siempre les quedaba la sensación de que tenían red. De que aun tendrían una nueva oportunidad de dar caza a la manada de Steve Kerr. Pero no fue así. Contra todo pronóstico (solo 10 series de 232 se han levantado con un 3-1 adverso), los Warriors fueron minando poco a poco la confianza que los Thunders habían labrado partido a partido, punto a punto, durante los cuatro primeros juegos. Las transiciones imparables, los ataques frenéticos, el dominio del rebote, la defensa asfixiante, el juego entre pívots...todo se esfumó en los últimos tres partidos de la serie. No por completo, pero si en parte. Lo suficiente para que Stephen Curry, que jugador este, fuera capaz de llegar a tiempo. Antes sus compañeros, Klay Thompson sobre todo, habían forzado ese séptimo partido. Y ya en él, apareció la magia de DON Stephen. 

Una serie en 48 minutos

El partido fue bronco, intenso, demoledor. Dos horas y media de tiempo real, pero solo 48 de baloncesto (algunos soñaban con prórroga...) en el Oracle. Cada canasta costaba sudor y sangre. Dos equipos acostumbrados a llegar a los 100 puntos en cada partido no llegaban a los 50 al descanso. Fue una primera parte peligrosa para los Warriors y vigorosa para los Thunders. Sin nada que perder a estas alturas, los de Billy Donovan salieron a dar el do de pecho y se pusieron más trece mediado el segundo cuarto (35-22, min.19). Amagaban con romper el partido en los primeros compases. Seguían los patrones de los encuentros de la serie que llevaron su firma, los que ganaron con contundencia. Russell Westbrook (19 puntos, 13 asistencias y 7 rebotes al final) era el amo y señor del partido.




Con él y Roberson pegados a Stephen Curry, tuvo que aparecer Klay Thompson, horrible hasta este momento (1/7), para mantener a flote a los Warriors. Como en el sexto partido, Klay empezó a anotar desde más allá del arco mientras Westbrook anotaba en transición o asistía a los hombres grandes para que hicieran daño por dentro. Kanter (8 puntos) y Adamas (7 puntos, 7 rebotes) se ponían las botas en la pintura. Curry, con 12 puntos y 5 asistencias, cerró la primera mitad con un eslalon digno del mejor esquiador del mundo. 42-48 para los Thunders y mucha tela que cortar todavía en el Oracle.

Lluvia de triples y muerte en la orilla para los Thunders

Con todo por decidir, los Warriors se pusieron por delante a base de triples. Los de la Bahía se encomendaron a Thompson y Curry, pero fue Iguodala, el jugador fantasma que nadie ve pero que siempre está ahí, el que trabajando atrás y jugando con cabeza en ataque cimentó la remontada. Los Thunders estaban en estado de shock y recurrían a las individualidades de la pareja de ases Westbrook-Durant. "Ellos nos han batido desde el triple en los dos últimos partidos, nosotros les hemos ganado en todo lo demás" diría después KD en rueda de prensa. Y no le faltaba razón. Tenían buena mano, pero la baraja estaba marcada por el crupier Steve Kerr. Con buenos minutos de Ezeli, Livingston y Varejao, los Warriors cerraron un parcial de 12-29 en este tercer cuarto y entraban en el último periodo 11 arriba (71-60, min. 36).



Momento de crisis para los Thunders, que abandonaron los intangibles que les habían llevado a liderar la eliminatoria. Frustrados y con el marcador en contra, apelaron a la épica de un Kevin Durant que no quería quedarse a las puertas de su segunda Final. 12 puntos del espigado alero en este último periodo, siete de ellos seguidos en los últimos minutos para meter el miedo en el cuerpo a la parroquia local (90-86, 1:40 por jugar). Sin embargo, no fue suficiente para evitar la muerte de su equipo en la orilla de la Bahía de Oakland. Cuando pintaban bastos para los locales, apareció el niño Curry (36 puntos, 8 asistencias). Todo es un juego para él, y todo lo hace fácil. Dominó el tempo, respondió a cada canasta de los Thunders con un triple más difícil todavía y sentenció la eliminatoria dando la vuelta al ruedo de un Oracle Arena que vivió el último cuarto en pie. 

#StrenghtInNumbers reza el leit motiv de una grada que no abandonó al equipo en el quinto, apoyó desde la distancia a los suyos en el sexto y fue testigo de la historia en el sexto. Una historia que nos lleva a repetir las Finales del año pasado, Cleveland Cavaliers y Golden State Warriors de nuevo frente a frente. Una historia que pondrá en liza a los dos mejores jugadores del momento (Lebron James, Stephen Curry), hijos predilectos de Ohio y candidatos número uno al MVP de las Finales. Una historia que llama a Kyrie Irving y Kevin Love como elementos determinantes en la serie, y principal motivo para soñar en el triunfo en Cleveland. Una historia que apela al 2-0 y sendos correctivos de los Warriors a los Cavs este año y al título del pasado para soñar con repetir anillo en Oakland. 

Una historia que se empezará a escribir en la madrugada del jueves al viernes...con letras doradas.

domingo, 29 de mayo de 2016

¡Habrá séptimo! Golden State iguala la eliminatoria con un Thompson de récord (11T3)

Todo se decidirá el próximo lunes. A pesar del 3-1 en contra y de ir nueve abajo en el último cuarto, los Warriors han logrado forzar el séptimo encuentro de una serie que pasará a la historia. Klay Thompson, clave con 19 puntos en el último cuarto y un total de 11 triples, récord en un partido de PlayOffs. 




Estaban contra las cuerdas. Habían perdido tres partidos consecutivos con una diferencia abismal entre su rendimiento y el de unos Thunders envalentonados. Exhaustos. 1-3 en contra, en el quinto juego los de Steve Kerr aprovecharon, esta vez sí, el factor cancha y vencieron, no sin sufrimiento, a unos confiados Thunders. Durant y Westbrook sabían que pasará lo que pasará, podrían certificar su pase a las Finales en el Chesapeake Arena. Las imágenes de Curry jaleando a la garra que "no se iban a casa" dieron la vuelta al mundo. No obstante, lo más difícil estaba aun por hacer. De 232 eliminatorias previas con un balance de 3-1, el 97% por ciento favoreció al equipo que iba liderando la serie. En la Bahía se aferraban a esas nueve franquicias que consiguieron remontar pese a tenerlo todo en contra. Sin red. Sin seguro. Los últimos, los Houston Rockets el año pasado frente a unos inocentes Clippers. Con esa mentalidad viajaron los Warriors a Oklahoma y con la satisfacción del trabajo bien hecho vuelven a San Francisco para culminar su obra, su temporada perfecta. En casa, ante su afición, buscan sentenciar su billete a las Finales y confirmar la marcha de Durant de OKC.

Pero antes de echar las campanas al vuelo y dar por muertos a los Thunders, hay que explicar lo que ha pasado esta madrugada. Los de Billy Donovan lo tenían hecho en el descanso. 48-53, cinco arriba y sensaciones muy buenas en los locales con buenas aportaciones de Russell Westbrook (28-9-11) y Kevin Durant (29-7) y aprovechando al máximo a sus hombres altos. Mientras, los Warriors se aferraban a Klay Thompson (41) y sus 16 puntos para soñar todavía con la victoria. Tras el paso por vestuarios, la igualdad se mantuvo en el marcador y en el juego, pero un rápido parcial en el último minuto de 9-2 a favor de los Thunders dejó muy tocados a los chicos de Kerr. 83-75 y todo un cuarto por jugar. 



Con Curry mermado, Klay asumió responsabilidades y junto a Harrison Barnes y un excelso Andre Iguodala (un par de robos y una bandeja vitales) dio vida a los Warriors. Y comenzó la avalancha. Thompson sacó su fusil y desde un rango de tiro de 8 metros empezó a anotar. Uno tras otro. Hasta sumar 11 triples al final del partido para 41 puntos que lo confirman como el mejor jugador de los Warriors en postemporada este año. El apagón de los Thunders era de aúpa. Con Andre Roberson con problemas de faltas, la defensa sufría altibajos y en ataque las individualidades de Westbrook o Durant no generaban ventajas ante las continuas ayudas del "small-ball" de Steve Kerr. Llegado el momento, el Entrenador del Año apostó por el quinteto que más alegrías le ha dado este año y el más efectivo según las estadísticas avanzadas: Curry-Thompson-Iguodala-Barnes-Green. Y funcionó. Con empate a 97 y menos de tres minutos por jugar, un triple de Thompson y dos pérdidas absurdas e inconcebibles en un partido de esta magnitud sellaron la machada de los Warriors. Habrá séptimo.

jueves, 26 de mayo de 2016

Conoce el Quinteto Ideal de la Temporada en la NBA

Y se hizo oficial. La NBA ha elegido a los cinco mejores jugadores de la temporada y entre los seleccionados ha saltado la polémica. Stephen Curry, Russell Westbrook, Kawhi Leonard, Lebron James y DeAndre Jordan han sido los galardonados.



Ya es oficial. Como cada año los periodistas de la mejor liga del mundo seleccionan a los cinco mejores jugadores de la Regular Season. En estos comicios no exentos de polémica, los 129 medios especializados han cogido a Stephen Curry, el unánime MVP, para sus quintetos. Tras él, un Lebron James que aparece por decimosegunda ocasión y un Russell Westbrook que se estrena entre los mejores, tras acumular cuatro galardones a Segundo Mejor Quinteto. Por dentro surge el debate. Kawhi Leonard, también Mejor Defensor del Año ha sido seleccionado por delante de Paul George y el caso más flagrante para los aficionados, DeAndre Jordan. A pesar de su errático porcentaje desde la línea de tiros libres y su poca producción ofensiva, su bagaje reboteador y su capacidad de intimidación le han bastado para entrar como "Center" en el Ideal Five. Más puntos recibieron jugadores como Kevin Durant o Draymond Green, pero sus puestos de "power-forwards" ya estaban cubiertos. 




Tan solo DeMarcus Cousins, con 277 votos, pudo poner en riesgo el primer quinteto ideal de un DeAndre Jordan que este año también se ha llevado el premio a Mejor Defensor del Año. Increíble temporada para un pívot que pasó un verano convulso con su fichaje frustrado por los Mavericks y su presunto enfado con la estrella del equipo, Chris Paul, que forma parte del Segundo Quinteto Ideal junto a Damien Lillard y los antes mencionados Durant, Green y Cousins. Por último, en el tercer Quinteto han nombrado a Kyle Lowry, Klay Thompson, Paul George, LaMarcus Aldridge y Andre Drummond. Un PG13 que se ha tomado a risa su posición como ha compartido en las redes sociales:



DeMarcus Cousins también siente que ha sido perjudicado y en la misma red social publicó el siguiente tuit, que se puede entender como "The Maraton Continues, o en español, la carrera continua:



 
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