La noticia, si así queremos llamarla, saltaba esta
tarde en los principales mentideros de internet: los Phoenix Suns tienen
planeado contratar tanto a LeBron James como a Carmelo Anthony. Resulta evidente
que cualquier equipo de la liga está interesado en atraer a los dos principales
agentes libres de este verano, pero en el caso de los de Arizona no es un mero “desiderátum”
sino una posibilidad factible dados varios factores que a
continuación desgranaremos.
En primer lugar tenemos el monetario: la directiva
de los Suns trazó un plan a largo plazo que incluía el dejar marchar a Steve
Nash y romper con el estilo y los jugadores que llevaron a Phoenix a la gloria,
incompleta dada la carencia de un anillo, hace años. La reconstrucción pasaba
por acumular elecciones de Draft y reunir a toda una serie de jugadores jóvenes
para que fueran creciendo. Esta temporada 2013-2014 se planteaba como de total
transición, rumbo a un Draft cargadísimo de talento con muchas elecciones y
esperanzas de elegir en una de las primeras posiciones…pero tal planteamiento
se rompió con el espectacular temporadón de un grupo dirigido por Hornacek que
practicó un juego vistoso y alegre que les reportó 48 victorias, insuficientes
para entrar en los Playoffs en la durísima Conferencia Oeste.
Sin embargo la gran ventaja de tal planificación es
que en este verano de 2014 los Suns se encuentran con ningún jugador con un
contrato largo que lastre las posibilidades de la franquicia para fichar. A
falta de una hipotética renovación de Eric Bledsoe, solo tienen comprometidos
32,5 millones anuales, de los cuales 7,5 pertenecen a Goran Dragic, el base más
rentable de la NBA tras su espectacular campaña. Además tienen la posibilidad
de traspasar a jugadores como Frye o Green para ampliar aún más su espacio
salarial y atraer a las dos grandes estrellas con contratos por el máximo.
En segundo lugar, y por lo ya dicho, el deportivo.
Phoenix podría no solo juntar a Carmelo y a Lebron, según se dice uno de los
deseos de ambos, sino que además podría rodearlos de jóvenes y buenos jugadores
para competir por el anillo. Goran Dragic, Miles Plumlee o los gemelos Morris,
a los que habría que sumar a Tyler Ennis y a TJ Warren, ambos grandes proyectos
de futuro. El quinteto que se encontrarían sería mucho mejor que el de Miami o
New York el año pasado, con un entrenador recién nombrado “Coach of the Year”,
el mejor servicio médico de la NBA y a buen seguro veteranos deseando apuntarse
para completar el banquillo de un equipo de lujo.
A tenor de todo ello parecería que Phoenix debiera
ser la principal idea en la mente de Carmelo y LeBron. Sin embargo es
igualmente cierto que puede no tener el mismo atractivo para ambos que Heat,
Lakers, Cavaliers o Knicks, ya sea por vínculos o por historia y posible legado,
amén de la mayor dificultad de la Conferencia Oeste tanto para llegar a la
postemporada como para avanzar en la misma. En cualquier caso los Suns preparan
sus naves para quemarlas en la persecución de las dos estrellas, la renovación
de Bledsoe y la preparación de un “súper-equipo” para el año que viene,
recuperando la inconclusa herencia de aquellos equipos entrenados por D´Antoni
y comandados por Steve Nash que resucitaron un baloncesto alegre y ofensivo a
mediados de la primera década del Siglo XXI.
Y si fallara siguen teniendo mucho margen salarial,
muchos jugadores jóvenes y progresión asegurada. Según se ha rumoreado Hornacek
está muy interesado, y viceversa, en contar con Gordon Hayward en sus filas. El
ex de los Butler Bulldogs ha completado cuatro años en los Jazz y ahora sale al
mercado como agente libre restringido, pero el entrenador de los Suns, que ya
lo tuvo bajo su tutela como asistente en los Jazz, ha insistido en que es pieza
clave para el proyecto que se está preparando en Arizona. Con Dragic, Bledsoe y
Hayward atados, sus recientes elecciones de Draft y mucho espacio salarial y
recursos para afrontar algún traspaso o atraer a otro agente libre en verano de
2015 el sol brilla mucho en Phoenix. Carmelo y LeBron no son el final.