La ACB emitió un comunicado ayer en el que protesta por la decisión
del CSD de anular el acuerdo adoptado en la Asamblea de Clubes del 4 de abril
por el que los clubes se vinculaban a la Euroliga. ACB lamenta que el CSD haya tomado esta decisión
cuando “en la ACB existe desde hace años una política de libertad de elección
de sus clubes respecto a las competiciones internacionales que más les
convengan”. De esta forma, Miguel Cardenal se venga de una ACB, cuyos clubes siempre le fueron hostiles, y cede a las presiones mafiosas del Secretario General de la FIBA, Patrick Baumann, que devuelve el puesto directo a la Selección Española en los JJ.OO. de Rio, que se había conseguido ganando limpiamente el Eurobasket en Francia.
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De izquierda a derecha: Miguel Cardenal, Horacio Muratore, Yvan Mainini, Patrick
Baumann y José Luis Sáez. |
Sorprende que a Johan Cruyff, un deportista, un hombre
vinculado con el deporte, un jugador que apoyaba a los chavales a través de su fundación, el CSD le haya concedido la Medalla de Oro al Merito Deportivo (MOMD) el 29 de
marzo. Y quizás por eso, porque era un deportista, sorprende que se la hayan entregado tan tarde
y, porque no decirlo, se haya hecho aprovechando el momento para revertir la publicidad
creada en beneficio propio. Sorprende, así, que a tantos deportistas se les
haya entregado la MOMD tan a destiempo. ¿Corbalán, Juan Antonio San Epifanio o Pau Gasol la
tienen? No consta. Sin embargo, si consta que, el 29 de abril de 2015, Miguel Cardenal y José Luis Sáez se reunieron en la sede del CSD para entregarles la MOMD al Secretario General
de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), Patrick Baumann, y al
expresidente de FIBA, Yvan Mainini, con la presencia del Presidente de la FIBA,
el argentino Horacio Muratore, como testigo. Por eso, no sorprende que Miguel
Cardenal haya anulado el acuerdo entre la ACB y la Euroliga porque “vulnera
la normativa de la ACB, de la FEB y la legislación deportiva española, que
atribuyen a la FEB y, en su caso, al CSD las competencias relativas a la
participación de los clubes españoles de baloncesto en competiciones internacionales”,
según el comunicado de prensa del CSD.
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Cardenal entregando la MOMD a Baumann en presencia de Sáez. |
La ACB solo tiene derecho al pataleo frente a un político que, dados los antecedentes, incluido que le fuera entregada la medalla de honor de
la FEB por su amigo José Luis Sáez , el presidente al que los escándalos de los
gastos personales con cargo a la FEB y el maquillaje del dinero enviado a la
Casa España en Dakar a través de la fundación que creó para desviar fondos del
baloncesto, dirige el CSD por designio de un gobierno en funciones para hacer y deshacer en el mundo del deporte en función de sus amigos y
allegados. Dejando para otros la necesidad de trabajar, junto al COE, para solucionar el problema de que a la Selección Nacional se
la vete por acuerdos y desacuerdos entre clubes propios, que respetan la legislación europea vigente en
materia de competencia, e instituciones internacionales que no lo hacen.
La ACB se queja, y el baloncesto también, de que “hasta la
fecha, FIBA Europa no ha podido explicar razonablemente las motivaciones de las
sanciones a varias federaciones nacionales ni ha respondido a las preguntas
claves que le ha formulado la ACB” y avisa a Miguel Cardenal de que el acto
cometido es arbitrario y ha sido denunciado políticamente en la UE. Así, dice textualmente la ACB en su nota de prensa que "La ACB ha sostenido y demostrado, desde el inicio de este sinsentido provocado por FIBA Europa que las
sanciones impuestas son arbitrarias y carentes de toda justificación ni amparo
legal. La opinión no es exclusiva de la ACB. Entre las voces que han expresado
enorme preocupación por estos hechos está la del diputado europeo del Partido
Popular, Santiago Fisas, ex Secretario de Estado para el Deporte, que, junto a
otros eurodiputados, planteó una pregunta a la Comisión Europea en la que se
recuerda que esta prohibición contraviene la resolución aprobada el 10 de marzo
de 2015 en el informe anual sobre la política de competencia de la UE, que ´instaba a la Comisión a que investigue las prácticas restrictivas y abusivas
de las federaciones deportivas internacionales, como la de denegar a sus
miembros el derecho a participar en eventos deportivos alternativos no
autorizados por las respectivas federaciones o la de imponer de por vida a los
atletas, responsables y entrenadores, en caso de incumplimiento de lo anterior,
la prohibición de participar en los juegos olímpicos y los campeonatos del
mundo.´ "
FIBA firmó un contrato con Perform Group por valor de 500 millones
por la gestión de los derechos televisivos de los torneos de las selecciones
nacionales. Para cumplir con el contrato necesita tener abiertas dos ventanas
de una semana para competiciones nacionales en plena temporada en la que los clubes de todo el mundo juegan sus ligas sin descanso. Algo a lo que se oponen muchas ligas y clubes, incluida la NBA, que ya le ha comunicado a Baumann que se olvide de ella porque no cederá a sus internacionales. La negativa de los clubes europeos a abrir estas
ventanas y a ceder a sus jugadores provocó una guerra que desembocó en la creación
de la Basketball Champions League (BCL) por parte de FIBA y en la sanciones a
las selecciones de la federaciones que no firmaran con su competición. El CSD,
en vez aglutinar a los comités olímpicos de países tan importantes como el
nuestro o Rusia, que también fue sancionada, para luchar contra este inexplicable veto, ha decidido optar por saltarse su
trabajo y tomar el camino más fácil, que por la vía rápida le permite entregar la soberanía de un país a quienes están haciendo que el baloncesto este gobernado por su propia mafia
particular, secuestrando, si es necesario, a los dirigentes de unos JJ.OO., que
tienen mucho que callar tras destaparse los sobornos de la delegación de Japón
al COI para lograr que Tokio fuera sede olímpica
en 2020.
El hecho de que los ingresos vinculados a la nueva competición,
la BCL, no llegue al 1% del contrato con Perform, unida a la creación de una empresa conjunta entre los clubes y FIBA para gestionar la BCL asumiendo gastos e ingresos a partes iguales, provocó que los clubes miraran
con mejores ojos la oferta de la Eurocup de Bertomeu, que seguía siendo más atractiva.
Ante esto, a la FIBA no le quedó otra que recurrir a las sanciones a las
federaciones como vía necesaria para vincularles a una competición, que fue creada
con el único fin de mantener unas ventanas abiertas, por decreto dictatorial.
Eslovenia fue la primera federación que destapó este amaño, cuando filtró la
carta que recibió de FIBA Europa en la que le comunicaba la sanción.
En octubre de 2014, Patrick Baumann sancionó a la selección de
Japón porque le había pedido a su federación que las dos ligas profesionales de
baloncesto de ese país se fusionaran siguiendo los estatutos de la FIBA. La
respuesta de Japón fue inmediata en cuanto Tokio consiguió los JJ.OO. y desde
la FIBA perdonaron al país del sol naciente permitiendo participar a su selección en el
AsiaBasket de 2015. Brasil le debía dinero a la FIBA por su wild card para participar
en el Mundial de España 2014. La FIBA la sancionó y avisó a la Federación Brasileña que su participación como anfitriona en los Juegos de Rio no estaba
asegurada. Brasil pagó su deuda y se levantó la sanción. Baumann sancionó y prohibió a
Rusia participar en el Eurobasket 2015 por injerencias internas de la
justicia de aquel país en la Federación Rusa. Un juez le quitó los poderes ejecutivos a la entonces
presidenta y ordenó repetir de nuevo las elecciones a presidente, lo que le valió al exjugador internacional Andréi Kirilenko para hacerse con el puesto. Finalmente, el tacto del pívot ruso hizo que se levantara la
prohibición de jugar el Eurobasket y que se levantara también la sanción a cambio del posterior
apoyo a la futura BCL.
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Baumann entregando una placa a Stankovic. |
Patrick Baumann es un ciudadano suizo, que ostenta el cargo
de Secretario General de la FIBA, pero también es un delfín, es decir, es el sucesor,
designado o probable, de una personalidad importante, especialmente de un
político. En este caso, Baumann fue la mano derecha de quien, durante 26 años,
fue su secretario general, el exyugoslavo Borislav Stanković. Desde su llegada a
la FIBA, Baumann se postuló a lado del dirigente serbio. El cual ejerció sus funciones de 1976 a 2002, haciendo y deshaciendo victorias de los
equipos que le interesaban en las competiciones de clubes y torneos de selecciones internacionales, que controlaba con mano de hierro por todo el mundo. Hasta que, en el verano de 2000, Bertomeu
se cruzó en su camino y, apoyado por dirigentes de clubes de la ULEB, creo la
Euroliga. Uno de estos dirigentes fue el esloveno Radovan Lorbek, CEO actual de la Liga Adriática y padre del exjugador blaugrana Erazem Lorbek, que, junto a Bertomeu, trabajó por desarrollar la competición europea de la Euroliga y
crear, además, la Liga Adriática como forma de eliminar el influjo de la FIBA y la
influencia de Serbia en el baloncesto tras la guerra de los Balcanes. Por eso FIBA Europa estalló
tras la firma de la Liga Adriática con Euroliga y empezó a enviar las cartas
sancionadoras a las federaciones. Porque en el fondo, más allá de una cuestión económica
para abrir unas ventanas que permitan cumplir un contrato, el enfrentamiento
FIBA contra Euroliga es una forma de recuperar un poder perdido.
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Radovan Lorbek (izda.), Jordi Bertomeu y Janezom Rajgljem. |
A medida que una institución se vicia en sí misma y en el
poder que ejerce, la corrupción hace que el margen de maniobra de sus
dirigentes se acote hasta perder cualquier tipo de autonomía. El CSD se ha
vendido a unos mafiosos que quieren recuperar el cetro que un día tuvieron en
Europa mediante la presentación de un maravilloso contrato con Perform, del que no es
cierto lo que todo lo que se cuenta, ya que parece más bien una cortina de humo, dado el poco margen de maniobra que le deja a Baumann. FIBA ejerce un poder inmenso en un COI que, lejos de oír a los comités de los respectivos países sancionados, opta por dejar
la organización de las competiciones que
les corresponde a ellos desarrollar en manos de fanquiciados que ejercen un poder tan despótico, que es capaz de llegar a prohibir la participación en su propios Juegos Olímpicos a la selección anfitriona.
El baloncesto es para los deportistas, la gestión del dinero que generan es, por lo que parece, para los políticos y los empresarios deben quedar lejos de estos fines. El Mundial 2014 ingresó varios millones que
compensaron el dinero que se tuvo que entregar al Secretario General de la FIBA para pagar por su concesión. Pero no solo
eso, ahora la vinculación de dirigentes honestos con dirigentes corruptos por cuestiones personales hace que los primeros queden
manchados. En el juego de poder puesto en marcha por Patrick Baumann, la soberanía de un
país ha quedado vendida por las entregas a cuenta. La UE será la que decida sobre la legalidad de estas sanciones, pero, para entonces, el político que se ha atrevido a revocar el acuerdo de una asociación independiente ya no estará en el cargo, sin embargo, tendrá asiento en primera fila en la final olímpica, que se celebrará en el Arena de Deodoro el 6 de agosto.