Durante
la temporada 2014-15, el Real Madrid consiguió ganar todo lo posible:
Supercopa, Copa del Rey, Euroliga y Liga (además de conseguir la Intercontinental
posteriormente). Sin embargo, todas estas victorias en todas estas
competiciones quedan ahora empañadas por las causas sobre los
pasaportes falsos, cuyas recientes investigaciones apuntan directamente a otro
jugador: KC Rivers.
Según informa
el diario El País, el pasaporte falso de KC Rivers fue expedido por un
ciudadano argentino, abogado de profesión y con antecedentes penales por falsificación,
que se hacía pasar por el cónsul de Guinea Bissau en Madrid. Un
documento tosco, según informa el propio diario, que levantó las
sospechas desde el primer momento. Aun así, al pasaporte de KC Rivers se le
otorgó el beneficio de la duda y se le inscribió como comunitario con pasaporte
Cotonou.
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| Rivers jugó con pasaporte falso. |
Posteriormente
el CSD modificó las condiciones para obtener plaza por este tipo de pasaportes,
incluyendo la obligatoriedad de aportar “una certificación acreditativa de su
vinculación personal, familiar o deportiva con el país de adopción”, junto a la
documentación habitual. Una condición que Rivers no pudo acreditar, por lo que,
ante esta nueva exigencia, perdió su condición de comunitario y tuvo
que abandonar la disciplina blanca a final de esa misma temporada,
aunque luego fue repescado esta temporada por Pablo Laso como extranjero.
En el
aire quedan muchas preguntas. La ACB se justifica diciendo que no es la policía
y que no debe investigar la veracidad de los pasaportes, pero, algo huele muy
mal en la calle Iradier cuando el CSD tuvo que poner freno a
nacionalizaciones exprés injustificadas, procedentes de muchos jugadores que
comparten un agente común: Misko Raznatovic. Y no sirve ampararse en el hecho
de que la ACB no es guardián, cuando la inclusión en la liga de dos jugadores
con dos pasaportes con el mismo número fue descubierto por la FEB e hizo saltar todo
el engranaje “Cotonou” de la Liga Endesa, poniendo en entredicho el sistema de la ACB, ademas de provocar la huida a otras ligas de los dos jugadores encausados: Panko y Slaughter.
El Real
Madrid jugó con KC Rivers y Marcus Slaughter la temporada en la que lo
consiguió todo y los títulos conseguidos no deben cuestionarse por irregularidades
administrativas que corresponde a la ACB vigilar para que no empañen lo
logrado. La ACB no solo es una asociación que aglutina a un conjunto de
sociedades deportivas, también debe delegar funciones tan básicas como la vigilancia de lo que se hace para que estas irregularidades no empañen el poco buen nombre que les queda, ni ensucien por dejadez el nombre de sus
patrocinadores.
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