ÚLTIMA HORA

domingo, 7 de septiembre de 2014

Mundial 2014: Una gran segunda mitad de Brasil deja K.O. a Argentina (85-65)

La selección brasileña sigue con paso firme en la Copa del Mundo tras eliminar a Argentina por 85-65 en un encuentro que el conjunto de Ruben Magnano realizó un gran baloncesto a partir de la segunda mitad gracias a un gran Raúl Neto que fue el mejor del partido tras lograr 21 puntos, 1 rebote, 2 asistencias y 24 de valoración. Por parte de los argentinos, el más destacado fue Pablo Prigioni con 18 puntos, 2 rebotes, 4 asistencias y 20 de valoración.
Foto: FIBA
Enmarcados en un ambiente de fiesta total, el gran duelo sudamericano comenzó con ritmo, tanto en las gradas como en la pista, y lejos de especular con ataques pausados Argentina sorprendió intentando correr y castigando con los triples de Pablo Prigioni y Leo Gutierrez. El juego de Brasil era otro, era el de cargar los tableros con sus torres NBA y tanto Varejao como Splitter rápido evidenciaron su superioridad física en la zona. Diferentes estilos con resultado parejo mediado el primer cuarto (8-8).

De todos, quien peor puesta en escena mostró fue un Scola que falló sus primeros cuatro lanzamientos y siempre encontró problemas para recibir. Primero Splitter, y luego Nené Hilario, lo marcaron muy estrechamente para rápidamente recibir una ayuda y saltar al dos contra uno. Ante esta situación, el recurso que encontró el pívot de Buenos Aires fue sacar el balón afuera y asistir a sus compañeros. Su versión pasadora daría réditos a Argentina con dos triples de Campazzo y Prigioni para dar a la albiceleste una ventaja de seis puntos. 

Bien ordenados atrás y cerrados en cada lanzamiento, los argentinos hicieron mucho daño a una Brasil que adoleció de una circulación lenta y un perímetro que no era un peligro. Todo ello facilitó el trabajo interior de los de Lamas. Parada en ataque, Brasil no pudo acabar peor el primer cuarto y el tercer triple de Prigioni (3/3) se tradujo en un parcial 1-8 que cerró el cuarto con nueve arriba para Argentina (13/21).

Estadísticamente la diferencia estuvo en el triple, pues los cinco que anotó Argentina hicieron grande la herida del 0/4 brasileño. Pero el partido tenia más lecturas como la negación del juego a Marcelino Huertas quien se quedó en 0 puntos y –3 de valoración tras los primeros 20 minutos de partido. Sin jefe, Brasil adolecía de cabeza a la par que veía como Prigioni y Campazzo daban dolores de cabeza con sus genialidades.

Brasil confió que el paso de los minutos le sonriera, mitad por el mayor fondo de armario de su plantilla, mitad por que el cansancio disminuyera la efectividad de los minutos y en esa esperanza encontró alivió. Sobre todo por parte de un acertado Guilherme Giovannoni que apretó el marcador con siete puntos y alargó la defensa rival con sus dos triples. Los puntos del alero y los recurrentes viajes a la línea de tiros libres minimizó el mal momento de Brasil.

El otro punto, el del cansancio, lógicamente también hizo acto de presencia y sin añadir nuevos triples a su casillero y anotando sólo un 25% de sus tiros, Argentina vio como Brasil se colocó a dos puntos a dos minutos del final (27-29). Urgía un cambio porque Brasil se estaba metiendo en el partido y quizá por eso el triple de Leo Gutiérrez fue tan festejado por la barra kilombera.

Ese fue un efecto puntual por que fue la sensacional actuación de Pablo Prigioni lo que de verdad mantuvo al equipo por delante en el marcador toda la primera parte. En defensa cogiendo a Leandrinho Barbosa y en ataque asumiendo balones en los instantes finales de posesión. Sus 15 puntos sin fallo (23 de valoración) fueron el elemento diferencial en un duelo que respondía en emoción y calidad a lo esperado (33-36).

Con la intención de redimir pecados recientes, la selección canarinha entró en la reanudación y particularizando el deseo de cambio, sus tres estrellas asumieron los tres primeros balones con resultados nefastos. Dos perdidas de balón de Splitter y Varejao más un fallo de Huertas no eran el mejor presagio para el encuentro y tuvo que ser un segunda espada como Marquinhos Viera quien animara los rostros de sus compañeros.

Argentina tampoco pudo sacar mucho pecho y tres minutos de juego sin anotar provocaron que Brasil acabara por darle caza en el marcador y ponerse por delante (37-36) 17 minutos después. Esa era una mala noticia pero que Scola siguiera errático lo era aún peor. Sus cuatro fallos consecutivos desde la personal atestaron que no estaba siendo su noche y eso lo percibía una Brasil que nuevamente cargaba con juego cerca del aro adquiriendo cinco puntos de renta que provocaron el tiempo muerto de Lamas mediado el tercer cuarto. Brasil comenzó a sumar puntos en la pintura, pero sobre todo castigó mucho con el rebote ofensivo (seis en este cuarto).

Argentina mandó dos contra uno del lado contrario para frenar la sangría de los pívots brasileños, pero eso no fue impedimento para una Brasil que se puso nueve arriba con el triple de un Neto que asumió más responsabilidades en ataque y se aprovechó de la atención que acaparaban los hombres grandes de Brasil (51-42).

Y es que ante la cuarta falta de Prigioni, la necesidad de que Argentina encontrara nuevos anotadores fue cada vez más palpable. Triples anotados como el de Herrmann insuflaban oxígeno a unos pulmones castigados. Además, cada canasta del rival pareció valer más puntos de lo que realmente suponía. La psicología de la que tanto se habló previamente comenzó a girar y sonreír a los brasileños .

Prigioni se había retirado del partido con un adverso 42-38, sin embargo cuando se incorporó la desventaja había crecido hasta los 11 puntos. Pese a la precariedad de su situación en pista, era precisa su presencia. Lo malo es que ésta justo se produjo cuando fue señalada la cuarta falta de Luis Scola. Por fuera y por dentro el problema argentino era bien gordo.

Un nuevo tiempo muerto, una nueva explicación, pero nada cambió ya para Argentina. Selem Safar tuvo minutos de efectividad y aguantó lo que pudo al equipo, pero éste era fruta madura y Brasil se creció con los errores de su rival. Especialmente Neto quien definitivamente tomó el mando del equipo y lo lideró a la venganza que tanto tiempo estuvo esperando Brasil. El base completó un magnífico último cuarto donde anotó 14 puntos (21 en total) y fue el verdugo más visible en la canarinha.

El primer fallo de Prigioni en el partido, provocado por un enorme tapón de Hilario, fue el epílogo de una valiente Argentina que luchó mientras las piernas y el acierto en sus muñecas duró. Después de años sufriendo la rivalidad, en la noche del domingo la sonrisa se vistió de los colores de Brasil.



Crónica via ACB

Publicar un comentario

Déjanos tu opinión sobre lo leído.

 
Copyright © 2015 Sentimiento AyN. Diseñado por OddThemes - Publicado por Gooyaabi Templates