Partido poco emocionante y con poco más en juego que el pundonor de ofrecer un espectáculo decente, en las caras de los jugadores de ambos equipos se veía que no era la ilusión de la vida de ninguno de ellos el hecho de jugar la final de consolación. El aspecto más positivo del partido fue que pudo verse jugar a los menos habituales, especialmente del Barcelona, completando buenos partidos, destacando las actuaciones del montenegrino Marko Todorovic i de Álex Abrines.
En el primer cuarto y pese a que ninguna de las dos defensas era intensa, y ambos equipos parecían dormidos, la anotación fue muy baja, con largos periodos de estancamiento y falta de ideas en ataque. En el CSKA Krstic y Weems eran los únicos que daban la impresión de estar vivos, y en el Barcelona Tomic daba la impresión de querer jugar, pero hasta que no empezaron a entrar los suplentes, con ganas de minutos, la cosa no se animó. Buen cuarto de Khryapa, con 6 puntos, y de Weems, con 4 y una buena defensa, para dar una leve ventaja en el marcador a los moscovitas al final del primer periodo (15-12).
En el segundo cuarto, con Abrines y Todorovic tomando protagonismo, y con Saras Jasikevicius repartiendo juego, la cosa se animó, y gracias a defensas flojas y algo bisoñas, especialmente en los primeros cinco minutos, la anotació fue subiendo y los suplentes comenzaron a jugar un buen baloncesto, demostrando su calidad. Por parte del CSKA cabe destacar el buen cuarto en defensa de Micov, en el ataque de Krstic y en la dirección de juego de Aaron Jackson, visiblemente muy afectado por la derrota. Con Ingles, Tomic, Abrines i Todorovic anotando, el Barça se impuso en el parcial del cuarto y igualó el partido al descanso (35-35).
En la reanudación el CSKA, dela mano de Sonny Weems, comenzó a animarse y a anotar con facilidad, con Weems de todoterreno y Jackson aprovechando todo lo que le daban. Navarro, hasta entonces despistado, despertó para anotar tres canastas casi seguidas, acompañando a un Todorovic al que ya se le ven maneras de gran jugador. Parcial de 24 a 19 para el CSKA, que llegaba al último cuarto con ventaja.
En el último asalto las defensas se endurecieron y los equipos, ya más despejados y a tono, empezaron a buscar la victoria con más insistencia. Lorbek y Navarro buscaron la victoria a base de tiro exterior hasta el final, con bastante acierto, pero la buena defensa del equipo de Ettore Messina y la buena actuación de un Aaron Jackson casi rabioso bastaron para ganar de un punto, 74-73 al final del partido.
El máximo anotador del encuentro fue Juan Carlos Navarro, con 17 puntos, seguido de Weems y Khryapa, con 16 cada uno.
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