Cuando mencionan a estos cinco
grandes, hacen referencia a la extraversión, la afabilidad, la minuciosidad, la
estabilidad emocional y la apertura a la experiencia. Jugadores con estas
capacidades bien interiorizadas podrían ser capaces de marcar una era, aunque
si alguno de estos fallara…
Se trata de Kyrie Irving, el jugador que debería mostrar, en el hipotético quinteto
inicial, sus dotes de más extravagancia, él debe ser el extravertido. En la
conducta se refiere a la interpersonal, a aspectos como la energía, la
actividad, las emociones positivas… No hace falta intentar expresar como juega Irving, con que facilidad se mueve en
el parqué, ni tampoco decir que ya este año se está soltando la melena por así
decirlo. Cuando Kyrie coge el balón,
cuando Kyrie juega, nadie sabe por
dónde le va a salir porqué esto es lo que le aporta la extraversión en su
carácter.
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La afabilidad requiere un modo
específico de responder característicamente en torno a los otros. La persona
cordial o agradable tiene la capacidad para establecer relaciones
interpersonales, amistosas, dóciles, conciliadoras... Y es como se debe
comportar Tyler Zeller, el novato
revelación de Cleveland Cavaliers. El pívot que ha sustituido a Varejao sin temblores, y ahora que se
está familiarizando con compañeros y liga a su misma vez, se está encargando de
mantenerse integrado allí donde se le quiera. Es esta la actitud, la afabilidad
que muestra en la cancha y en el banco, la que podría hacerle acontecer uno de
los grandes en esta liga siendo indispensable en el imaginario cinco de inicio.
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Y como podríamos hablar de Irving o de Zeller, sin tratar a posteriori del joven ala-pívot y también participante
en el Rising Stars Challenge, Tristan
Thompson. El será el encargado de trabajar junto a la minuciosidad, la que
se relaciona con la forma en que cada persona realiza sus tareas: el grado de
organización, la persistencia y el control de la conducta dirigida a objetivos
concretos. Implica ser cuidadoso, trabajador, pulcro, perseverante, controlar
los impulsos… Aquí el no puede fallar, debe asumir el rol que le pertenece,
como cada miembro del equipo. Él puede ser un factor clave, un diferenciante
que anote, capture rebotes y sea un rival que temer en ambas zonas. Que no se
abandone, que confíe en si mismo, pero que también lo haga con los que tiene a
su alrededor, ya que juntos, podrán hacer mucho daño a sus rivales si cada uno
de ellos se adapta al gran factor que lo denomine.
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Es obvio pues, que si ya hemos
mencionado a tres jugadores de Cleveland el próximo sea predecible, y así es,
este es Dion Waiters. Aunque para
que estos cuatro funcionen, faltará el quinto factor decisivo, el que será el punto
de caramelo, la cereza del pastel. El cuarto gran factor está relacionado con
la vida emocional, y está vinculado al bienestar o malestar psicológico, al
afecto y las emociones negativas como la ansiedad, depresión, angustia,
desconcierto… Así pues, Waiters
tratará con la estabilidad emocional, La que le hará aceptar su posición de
segunda opción para cubrir el puesto de Irving.
Se tendrá que conformar con jugar a sus servicios, siendo su escolta. Asimismo,
estará en el combinado de titulares ya que su explosividad y efectividad que le
proporciona su muñeca no le condicionan nada para que algo pueda impedir que no
esté aquí. DW3 será imprescindible
si deja de jugar para si mismo. A principio de temporada declaraba en rueda de
prensa que le importaría más conseguir el ROY, que alcanzar los PlayOffs con
los de Ohio. Palabras que provocaron demasiadas críticas a su contra. A pesar
de esto, él mismo ha tratado que estas desaparecieran, o que al menos aminoraran.
Es entonces cuando gracias a sus buenas actuaciones, cuyo talento le ha
propiciado, el novato de los Cavs se hace con una importante posición
consiguiendo la titularidad en el quinteto de los cinco grandes factores.
Para que esto concluya como es
debido, alguien debería abrirse de nuevo a la experiencia. Él, que fue quien
prometió que ganaría un anillo con el equipo de su estado; él, que se fue en
busca de un anillo el cual antaño consiguió. No obstante, el verano de 2014
expirará su contrato, en declaraciones ha mencionado a Irving afirmando que es impresionante jugar con él, y por si todavía se
quisieran más motivos para insinuar su vuelta, Cleveland Cavaliers está abriendo
espacio en el margen salarial para poder adquirir, al que una vez seleccionaron
como primera ronda en el Draft, LeBron
James. El jugador que tiró del carro para que este equipo alcanzara una
vez, las finales de la NBA. Su pertinente gran factor describe la tendencia a
buscar experiencias, sentir atracción por lo que se desconoce o es diferente, y
explorarlo.
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En primer lugar, debemos negar dicho
desconocimiento, y en segundo lugar afirmar que se podría sentir atraído por
algo distinto. Desde que él se fue, el equipo ha sufrido muchos cambios. Son
tantos, que solo Anderson Varejao y Daniel Gibson son los jugadores que
compartieron equipo con James y que han sobrevivido a la etapa “post-LeBron”.
Hace falta recalcar, que el equipo ha estado intentando encontrar un nuevo
destino para Gibson aunque sin demasiado
éxito, y mencionar también a Varejao
cuando se especula por un posible traspaso de este. Deben hacerlo si el equipo
quiere hacerse verdaderamente con el jugador de South-Beach para ofrecerle el
salario máximo.
La apertura a la experiencia incluye
sentimientos estéticos, ideas valores… Las personas que se aventuran a esto
tienden a ser abiertas, curiosas, imaginativas, originales, atrevidas, intentan
tener vidas llenas de experiencias. Pero es que además, son tolerantes delante de
ideas nuevas, valores poco convencionales. Experimentan intensamente las
emociones, tanto las positivas como las negativas… Por estos motivos James debería aceptar una futura oferta
promulgada por la directiva de Cleveland Cavaliers, que a partir de buenas
elecciones en el Draft han conseguido un equipo que no hubieran podido confeccionar
con James en el roster. El último
MVP debería ver con buenos ojos recibir el máximo salarial y estar rodeado de
jóvenes, que en 2014, ya estarán suficientemente experimentados. Cerca de su
ciudad natal, en su primer equipo en la liga y junto a la gente que tanto le ha
llegado a echar de menos. Que tanto le han odiado, de tanto que le querían.
Si de buen grato el equipo
consigue reunir a estos cinco jugadores, sumados a una segunda unidad capacitada
para modelar en su persona alguno de estos cinco grandes factores de la
personalidad, en Cleveland se podría volver a vivir otra etapa dorada.
Via @Cavaliers_Spain
