Febrero está aquí. La temporada regular llega a su mes culminante con la misma tónica que arrastra desde que ésta diese comienzo: igualdad y upsets por doquier. La carrera hacia el Madness emprende un ritmo vertiginoso y es a partir de estas fechas cuando quienes pretenden tener su sitio en el gran baile deben acreditar que son merecedores de dicho acceso.
Foto vía nbcsports |
La competición cuenta con dos equipos claramente al alza. Villanova y Maryland han sido coronados como número 1 y 2 de la nación respectivamente en Associated Press como premio a sus dinámicas triunfales de las últimas semanas.
Sin ningún género de duda, es el paso al frente de de los Terrapins el acontecimiento menos esperado. Los pupilos de Mark Turgeon tenían hasta hace bien poco su gran debe en los tropiezos frente a escollos de entidad y el responder ante la élite de la NCAA se antojaba necesario para poder creer en ellos como candidatos. Dicho y hecho. Maryland ha superado en su feudo en estas dos últimas semanas a Iowa, sorprendente y merecido líder de la Big Ten y, ya bajando el pistón del rival, a Purdue. Con Robert Carter y Rasheed Sulaimon como estandartes en ambos encuentros, los Terps dieron síntomas competitivos mostrados con poca frecuencia hasta la fecha y demostraron saber bajar al barro, algo que necesitarán cuando llegue la hora de la verdad en marzo.
Por su parte, más previsible era el dominio que podía ejercer Villanova en la Big East, donde tan solo Xavier (9-2 de balance en conferencia) puede seguir el ritmo al flamante nuevo número 1 del país (10-1 de balance). Desde atrás y con los exteriores como principal fuente de anotación, Jay Wright sigue conformando bloques más que notables temporada tras temporada con la asignatura pendiente de brillar en el Madness. Será ese el gran reto de unos Wildcats con ganas de quitarse en el gran baile la etiqueta de eterna decepción.
Texas, en constante progresión
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Sin embargo, el comienzo de temporada de este, el primer año de Smart al frente del nuevo proyecto Longhorn, tuvo más sombras que luces. La irregularidad fue constante y la adaptación plantilla-entrenador lenta, pero lento no siempre quiere decir malo. Conforme el calendario avanzaba, los conceptos de Smart comenzaron a asimilarse y los Longhorns crecieron. El triunfo ante North Carolina fue un punto de inflexión y desde el inicio de la BIG XII Texas ha conseguido triunfos que hacen de su resume actual uno lo suficientemente sólido como para plantarse en el Madness con holgura.
En esta nueva etapa el tan característico Havoc que hizo de VCU un programa capaz de codearse con la más absoluta élite está costando más ser instaurado pero empieza a dar sus frutos. Shaka ha optado también por hacer de su equipo una potencia defendiendo a mitad de pista, adaptándose así a sus recursos y poniendo de manifiesto sus dotes como técnico. Mientras Isaiah Taylor -que ha conseguido reducir ostensiblemente su número de pérdidas- es el timón, los interiores están desempeñando una labor encomiable para intentar hacer olvidar a Cameron Ridley, maltratado por las lesiones en la presente campaña. El futuro se encara con ilusión en Austin.
Brandon Sherrod, de récord
Estas dos semanas han dejado, como de costumbre, grandes actuaciones individuales, pero por encima de ellas brilla con luz propia un récord conseguido por Brandon Sherrod, de la universidad de Yale. Sherrod encadenó la nada desdeñable cifra de 30 tiros de campo anotados de forma consecutiva, estableciendo un nuevo récord de la NCAA, siendo un factor importante en la buena marcha de los Bulldogs, primeros clasificados de la Ivy League.
Quinteto de la temporada (09/02/2016)
PG: Kris Dunn (Providence). 17 puntos, 5.9 rebotes, 6.7 asistencias y 3.2 robos por partido. Ni Dunn ni los Friars (3 derrotas en sus últimos 4 encuentros) atraviesan su mejor momento, pero su presencia en este quinteto sigue siendo indiscutible. El mejor base de la competición.
SG: Buddy Hield (Oklahoma). 25.7 puntos, 5.6 rebotes, 2.3 asistencias y 1.4 robos por partido. Por inhumano que parezca, Buddy no baja su estratosférico nivel. Sigue en la cresta de la ola. Simplemente, el mejor jugador de la competición. Imparable.
SG: Denzel Valentine (Michigan State). 18.6 puntos, 7.9 rebotes y 6.7 asistencias por partido. Los Spartans y Valentine han vuelto por sus fueros. 4 victorias seguidas con Denzel flirteando con el triple-doble en todas ellas. Está de vuelta.
PF: Jarrod Uthoff (Iowa). 18.4 puntos, 6.4 rebotes, 1.2 asistencias y 2.9 tapones por partido. Los Hawkeyes merecen un premio a su temporada y ésta no se entendería sin Uthoff. Junto con el antes mencionado Valentine, el mejor jugador de la Big Ten. Glue guy.
PF: Ben Simmons (LSU). 19.4 puntos, 12.3 rebotes, 5 asistencias, 1.9 robos y 1 tapón por partido. La gran joya del próximo Draft continúa siendo el santo y seña de unos Tigers que siguen soñando con el Madness. El cielo es su límite.
Brandon Sherrod, de récord
Estas dos semanas han dejado, como de costumbre, grandes actuaciones individuales, pero por encima de ellas brilla con luz propia un récord conseguido por Brandon Sherrod, de la universidad de Yale. Sherrod encadenó la nada desdeñable cifra de 30 tiros de campo anotados de forma consecutiva, estableciendo un nuevo récord de la NCAA, siendo un factor importante en la buena marcha de los Bulldogs, primeros clasificados de la Ivy League.
Quinteto de la temporada (09/02/2016)
PG: Kris Dunn (Providence). 17 puntos, 5.9 rebotes, 6.7 asistencias y 3.2 robos por partido. Ni Dunn ni los Friars (3 derrotas en sus últimos 4 encuentros) atraviesan su mejor momento, pero su presencia en este quinteto sigue siendo indiscutible. El mejor base de la competición.
SG: Buddy Hield (Oklahoma). 25.7 puntos, 5.6 rebotes, 2.3 asistencias y 1.4 robos por partido. Por inhumano que parezca, Buddy no baja su estratosférico nivel. Sigue en la cresta de la ola. Simplemente, el mejor jugador de la competición. Imparable.
SG: Denzel Valentine (Michigan State). 18.6 puntos, 7.9 rebotes y 6.7 asistencias por partido. Los Spartans y Valentine han vuelto por sus fueros. 4 victorias seguidas con Denzel flirteando con el triple-doble en todas ellas. Está de vuelta.
PF: Jarrod Uthoff (Iowa). 18.4 puntos, 6.4 rebotes, 1.2 asistencias y 2.9 tapones por partido. Los Hawkeyes merecen un premio a su temporada y ésta no se entendería sin Uthoff. Junto con el antes mencionado Valentine, el mejor jugador de la Big Ten. Glue guy.
PF: Ben Simmons (LSU). 19.4 puntos, 12.3 rebotes, 5 asistencias, 1.9 robos y 1 tapón por partido. La gran joya del próximo Draft continúa siendo el santo y seña de unos Tigers que siguen soñando con el Madness. El cielo es su límite.
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