¿Moda o necesidad?

Este verano hemos visto imágenes de tres de las estrellas que más brillan en el mundo del baloncesto en las que podemos apreciar cambios físicos bastante notorios y es que Wade, Anthony y James han perdido peso.

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Con la temporada ya finalizada, a los jugadores que no disputarían el Mundial de España les tocaba descansar, meditar y/o prepararse para la vuelta al trabajo. Muchos son los que se centran en ganar peso a base de gimnasio, otros apuestan por desarrollar aspectos técnicos de su juego, pero todos buscan lo mismo; ser aún mejores. Sin embargo... ¿qué faceta puede enriquecer un crack total como LeBron James?

LeBron y su vuelta a casa

En su caso, a pesar de que no nos cabe duda de que su esfuerzo y dedicación por ser el mejor ha sido siempre inimitable, su cambio físico ha sido debido a una intención por adaptarse a las necesidades de su equipo y no por seguir creciendo. Con carreras largas y una dieta basada en hidratos de carbono, James logró parecer mucho más delgado. Algunos pensaban que se había dejado ir tras la derrota en la final, otros que ésta le había afectado mentalmente, pero nada más lejos de la realidad. Su hambre de ganar, su ambición, sigue intacta, pero ahora el reto es muy distinto. 

Sí es cierto que sigue siendo el líder de un conjunto temible, pero no sólo es diferente su ciudad, las piezas que le acompañan también lo son. En Florida, el que llevase el 6 en la espalda jugando para los Heat era el ala-pívot titular del equipo, siendo el que más rebotes atrapara de un bloque que cojeaba en este aspecto. Ahora, en el lugar donde nació, jugará más alejado del aro y con una presencia en la zona más instantánea; sólo para hacer daño a base de penetraciones y no con un juego de espaldas al aro que en Miami llevó hasta su punto más alto gracias a su movimiento de pies, su tiro y su musculatura. La velocidad y la potencia de su juego volverán a ser fundamentales para él y sus compañeros. LeBron vuelve a Cleveland para ser lo que ya fue allí, un alero imparable.

Wade no quiere ser viejo

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En South Beach dejó a sus antiguos compañeros. Ahora, Wade continúa su camino allí, en Miami, vistiendo la camiseta con la que ha logrado 3 anillos. Pero no todos son luces y él lo sabe. Su desaparición en las pasadas finales ante los Spurs ha sido criticada duramente. El escolta ya no es tan enérgico como antaño, su juego ha cambiado y ya la velocidad por la que destacaba es mucho más reducida. Dwayne quiere que la dinastía siga su curso en la ciudad que él mismo ha llamado "hogar" y para ello se ha aplicado en tareas que le quiten peso a sus rodillas con las que ya ha tenido problemas. Flash, a sus 32 años, ha entendido que la edad no perdona y que si quiere mantenerse arriba sin LeBron James ha de volver a brillar.

Melo quiere su anillo

La Conferencia Este parece tambalearse. Ya hemos visto cómo los Heat han perdido poder con la salida de LJ y cómo los Cavs han hecho, precisamente, todo lo contrario. No obstante, en la capital mundial, a pesar de haber conseguido mantener a Carmelo Anthony, no se sabe qué esperar para la próxima temporada. Lo que si está claro es que la estrella quiere ganar y confía en este proyecto. Tanto es así que ha dedicado sus vacaciones a ponerse en forma. 

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El neoyorquino es ambicioso y lo dejó claro en la pasada agencia libre; para ello tendrá que ajustarse a un sistema de juego que cuenta con 11 anillos en su haber. El famoso triángulo hizo grandes a Kobe Bryant y Michael Jordan y ambos contaban con presencia interior clara (Shaquille O'Neal y Gasol en el caso del de los Lakers y Horace Grant y Dennis Rodman en el de MJ). Ahora, Carmelo parece que, tras haber jugado más como 4 que como 3 en la pasada campaña, tendrá que volver al perímetro y dejar la zona para Stoudemire y compañía. Además, para el próximo verano todo indica a que los Knicks irían a por un gran hombre (probablemente Marc Gasol). El Melo más delgado busca hacer suya la estructura ofensiva en la que jugará como alero y principal referente, siendo clave  la rapidez de sus movimientos  para encontrar tiros fáciles.

Estos casos son ejemplos perfectos de profesionalidad y es que, el dicho popular que reza "quien algo quiere, algo le cuesta" es fácilmente aplicable a estas estrellas que para conseguir (o volver a hacerlo) la gloria han obligado a sus cuerpos a evolucionar. Wade, LeBron y Carmelo se han adaptado a sus necesidades. Ahora se acerca el momento de descubrir si todo esto fue en vano.