Los New York Knicks buscan cambiar el rumbo y hacer olvidar la pésima temporada 2013/2014 en detrimento de un presente y un futuro lleno de éxito.
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Desde que en octubre de 2013 comenzaran la temporada con una derrota en Chicago hasta que finalizara estando ya fuera de Playoffs, la campaña se pudo resumir con las caras largas de desesperación de los pesos pesados del vestuario Knickerbocker. Nunca se había visto a un Carmelo tan de capa caída y, gracias a ello, su futuro quedaba en el aire. Cancelando su opción a un año más de contrato, Bulls, Lakers y Knicks se peleaban por el alero neoyorquino, pero finalmente aceptó seguir en el mismo barco gracias al cambio de patrón que hoy lleva a la costa este un proyecto ilusionante.
Phil Jackson, la cara del cambio
Las decisiones de James Dolan son conocidas por su efecto negativo. Vender picks de Drafts a diestro y siniestro o regalar salarios altos a gente como Eddy Curry son sus más sonados errores, pero la llegada de Jackson hizo a todo fan de la franquicia de la gran manzana respirar con tranquilidad. Su gran éxito como entrenador hacían presuponer que sus decisiones sólo harían bien al equipo y para él la plantilla necesitaba más de un retoque. Para el banquillo el elegido fue Derek Fisher. El que será entrenador novato ha sido uno de los pupilos más queridos por Phil y, a pesar de no tener experiencia fuera de la cancha, su carrera como court general le precede y dice mucho de su capacidad de liderazgo. Afronta el reto con la ventaja de ser un gran conocedor (y de primera mano) del sistema de juego que los New York Knicks han de seguir si el Maestro Zen es el jefe. Poniendo el famoso triángulo ofensivo en práctica se ha hecho con la friolera de 5 campeonatos. Por otra parte, contará con la inestimable ayuda de Kurt Rambis, quien fuera ayudante de Jackson en los Lakers en los que tanto Fisher como él triunfaron.
Calderón, el piloto elegido
Steve Kerr y Derek Fisher fueron los bases que los brillantes equipos de Jackson tenían como directores de orquesta. Tras la decepción que fue Raymond Felton en la pasada temporada, la primera decisión que tomó Jackson fue la de traspasarle. A cambio consiguió a un jugador que encaja a la perfección con la nueva pizarra. José Calderón es alguien a quien ya conocemos casi tanto como él conoce al baloncesto. Su generosidad y el hecho de ser un enorme lector de juego le da la razón al presidente de operaciones con su fichaje. "Es un placer jugar con él" dijo Hardaway Jr. sobre el extremeño. En ese traspaso también se consiguió a Shane Larkin, quien podría ser el tercer PG de la plantilla y aportar el atletismo que falta a Prigioni y Calderón. De Dalembert hablaremos más adelante.
La pintura es una incógnita
Andrea Bargnani, Amar'e Stoudemire, Cole Aldrich y Samuel Dalembert son los actuales interiores de los Knicks, pero todo indica a que nada está cerrado aún y que podría haber más cambios. El recién llegado de Dallas no tiene el contrato garantizado con la franquicia y Phil puede estar buscando un center más peligroso para ocupar la zona del Madison. Los nombres que han sonado han sido los de Andrew Bynum y Greg Monroe, pero hasta ahora no ha habido ningún movimiento. Al lado de Dalembert (o de quien llegue en su lugar) jugarán Bargnani y Stoudemire. El primero lleva siendo discutido desde sus días en Toronto y se pasó más de media temporada lesionado el año pasado, pero Jackson no ha dudado en decir de él que será "la sorpresa" de los nuevos Knicks. Stoudemire volvió a su mejor nivel en la pasada primavera, pero como viene siendo habitual todo pasa por su salud. Si a Amar'e le respetan las lesiones será un jugador muy a tener en cuenta.
Confiando en la juventud
En la pasada temporada poco pudimos disfrutar del talento de los jugadores jóvenes y no fue hasta la recta final cuando Woodson comenzó a confiar en Tim Hardaway Jr. e incluso Iman Shumpert estuvo a lo largo del curso en el ajo de todos los rumores de traspaso. Hoy ha cambiado la situación tanto que el hijo del mítico base de los Heat es de los pocos seguros en la plantilla cara al próximo año. La confianza en aquellos que pueden aportar energía parece ser plena e incluso lograr elecciones en el pasado Draft fue algo celebrado por los fans neoyorquinos. Cleanthony Early será el suplente de Carmelo Anthony y Thanasis Antetokounmpo aún no tiene el puesto asegurado y podría recalar en Europa antes de dar el gran salto.
En la pasada temporada poco pudimos disfrutar del talento de los jugadores jóvenes y no fue hasta la recta final cuando Woodson comenzó a confiar en Tim Hardaway Jr. e incluso Iman Shumpert estuvo a lo largo del curso en el ajo de todos los rumores de traspaso. Hoy ha cambiado la situación tanto que el hijo del mítico base de los Heat es de los pocos seguros en la plantilla cara al próximo año. La confianza en aquellos que pueden aportar energía parece ser plena e incluso lograr elecciones en el pasado Draft fue algo celebrado por los fans neoyorquinos. Cleanthony Early será el suplente de Carmelo Anthony y Thanasis Antetokounmpo aún no tiene el puesto asegurado y podría recalar en Europa antes de dar el gran salto.
Sin saber qué esperar
El optimismo es notorio. Al fin llega a la capital del mundo un proyecto sólido y además de la mano de alguien fiable. Se está cocinando un plato que podría saber muy bien pero todavía es pronto para poner un techo a este equipo. Si JR Smith no ha temblado al decir que los Knicks "serán campeones del Este" a un servidor le inundan las dudas si tuviera que apostar. Muchos factores regirán el futuro reciente de la franquicia (comenzando por el nuevo entrenador) y la mayoría de ellos aún están por ver. En Nueva York se está construyendo esperanza, pero sería un error pedir resultados inmediatos.
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