Austin
Rivers, es un escolta que puede hacer de base, de 21 años y 1´93 metros de
altura, que juega en los New Orleans Pelicans. Es hijo del mítico ex jugador de
los Atlanta Hawks, y actual entrenador de Los Angeles Clippers, Doc Rivers.
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| Foto: planetaacb.com |
No podemos decir que la corta carrera que hasta el
momento lleva Rivers en la NBA es como se esperaba. El jugador llegó a la mejor
liga del mundo tras ser uno de los referentes de la Universidad de Duke, en la
que en el año que llegó, fue nombrado máximo anotador del equipo. Allí promedió
15´5 puntos, 3´4 rebotes, 2´1
asistencias y 1 robo en una media de 33´2 minutos en pista.
Tras un año en Duke, fue drafteado por los New
Orleans Hornets en el puesto 10 de la primera ronda. La posición en la que fue
seleccionado fue buena, ya que además, este mismo equipo logró el puesto número
1, por lo que Austin llegó a New Orleans junto a Anthony Davis. Esta dupla
lograba que los aficionados de esta ciudad soñasen con Playoff, ya que a estos
dos estaban bien acompañados por jugadores de la talla de Ryan Anderson,
Greivis Vasquez o Eric Gordon entre otros.
La temporada comenzó y las cosas no marchaban según
lo previsto. Austin Rivers no estaba cumpliendo con su papel de base-escolta
que se esperaba. No estaba siendo ese jugador explosivo y capaz de anotar
fácil, al que nos tenía acostumbrados en Duke. Para colmo, al mal rendimiento
de Rivers se le sumaba el de Anthony Davis, el cual no era el mismo jugador que
por méritos propios viajó con la selección de los Estados Unidos.
Finalmente la temporada finalizó, y no como en New
Orleans se esperaba, ya que de soñar con Playoffs pasaron a tener un balance de
27 victorias y 55 derrotas, es decir, una temporada nefasta. La pareja Rivers-Davis
sembraba serias dudas de cara a la próxima temporada, ya que el primero,
promedió en su primer año en la NBA un total de 6´2 puntos, 1´8 rebotes, 2´1 asistencias y 1´2 pérdidas en 23´2 minutos
de media.
En la siguiente temporada, y con un nuevo nombre
para el equipo que pasó a llamarse New Orleans Pelicans, Anthony Davis se
erigió como el jugador que se esperaba de él, realizando una buena temporada,
pero no lo hizo así el de Santa Mónica, que desde el principio hasta el final
de temporada fue perdiendo minutos. Jugadores como Tyreke Evans o Anthony
Morrow le fueron quitando el puesto, y esta temporada, Austin Rivers realizó
unos guarismos de 7´7 puntos, 1´9
rebotes, 2´3 asistencias y 1´1 pérdidas en un total de 19´4 minutos en cancha. Aun
y todo, perdiendo minutos, en el aspecto estadístico, la segunda temporada fue
mejor.
Ahora ya ha sonado con que el jugador puede dejar el
equipo, rumbo a un destino en el que pueda demostrar todo el baloncesto que
tiene dentro. Pase lo que pase, queremos ver el mejor baloncesto, y sé que
Austin Rivers lo tiene, por lo que espero que cuando finalice la temporada, el
escolta trabaje duro, y así poder ver su mejor nivel la temporada que viene.
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