No importa que sean los Playoffs ni que el protagonista sea una estrella. La NBA ha vuelto a mostrarse impasible y ha sancionado a Paul George con 25.000 dólares por criticar a los árbitros tras el cuarto partido entre Indiana y Miami.
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George no acabó satisfecho con la actuación del trío arbitral y al término del partido aseguró que "Miami recibe ciertas ayudas que no necesita. Nosotros no podemos defender tan agresivo como ellos porque nos señalan falta y a ellos no".
La derrota no solo fue un varapalo por perder en sí, sino porque los Pacers están ahora prácticamente al borde del abismo. La competición no acepta que los jugadores critiquen públicamente a los árbitros y actúa de oficio.
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