Partido insustancial el vivido en Pisuarga ante apenas 500 espectadores, la peor entrada en años en el pabellón morado donde el equipo local ya no sacó ni el orgullo ante un Unicaja que no tuvo que hacer mucho para llevarse de calle el partido por 41 puntos. Cuanto antes acabe esta agonía mejor.
Foto vía Agencia EFE
Unicaja ya veía las intenciones del partido comenzando con un parcial de 4-10 (min 4), obligando a Ricard Casas a pedir tiempo muerto. Es cuando el equipo pucelano de la mano de Lamont Mack tira del orgullo pucelano, empezando por mejorar la defensa llegando al final del primer cuarto con 7 arriba los malagueños, 19-26.
Pero Unicaja de la mano de Urtasun y Sabonis siguen anotando con facilidad, cogiendo de nuevo una cómoda ventaja de 19-33. El CB Valladolid no defiende y los hombres pequeños verdes siguen viendo aro, aunque el esfuerzo atrás de los verdes tampoco es descomunal y el encuentro se juega a muchos puntos, llegando al descanso con 36-52.
El tercer cuarto comienza con el Valladolid con la intención de no irse aún del partido y anota un parcial de 5-0 en el primer minuto de la reanudación. Pero el Unicaja no permite alegrías al rival, y con tres puntos de Fran y cinco consecutivos de Toolson, los malagueños otra vez se van 15 arriba: 45-60. El partido se convierte en un correcalles que favorece a los malagueños sentenciando el partido con el resultado de 49-81 al final del tercer cuarto.
Con el partido sentenciado, el ultimo cuarto es meramente un entrenamiento con el desenlace desagradable para la afición local de ver otra humillación.
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