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En el primer cuarto dominó Al Jefferson, que demostró porqué es la estrella de los Bobcats anotando 15 puntos de manera incisiva y haciendo mucho daño en la pintura a unos Heat que, ni con Bosh ni con Andersen podían pararlo. Los Bobcats lo buscaban y el interior los lideraba para que, al finalizar los primeros 12 minutos el resultado era un 27-23 favorable a la franquicia de Michael Jordan.
Comenzaba el segundo período y los de Spoelstra buscaban la manera de darle la vuelta al marcador pero los locales no se dejaban remontar, jugando una defensa que dificultara las penetraciones de los Heat, que, a pesar de no encontrar a LeBron, sí hacían lo propio con Wade, que era quien tomaba el mando del equipo. Finalmente, gracias a la anotación exterior de Mario Chalmers y Norris Cole, consiguieron adelantarse. Gracias a una buena defensa que frenó el impulso interior de los locales y a la explosión de James, Miami llegó al descanso 58-46 arriba tras un parcial de 35-19.
Volvíamos al juego y Miami comenzaba a acomodarse en el encuentro. Charlotte, a pesar de jugar en su casa, se mostraban nerviosos y erráticos, llegando su desventaja hasta los 26 puntos. El dominio de los de Florida se hacía notar a base de contraataques liderados por un LeBron James que desplegó todo su potencial. La defensa de los vigentes campeones no daban opción alguna a unos Bobcats perdidos. El enfrentamiento cobraba un color rojo fuego que dejaba en cuarto final para clausurar el tercer partido de la primera ronda. El marcador reflejaba al final del tercer cuarto un 86-66 que decía mucho del monopolio heater.
Con el encuentro ya decidido, el cuarto final tuvo poca historia. Minutos de la basura para jugadores como D.J. White o Toney Douglas para aprovechar el momento y dar descanso a las estrellas. Los Heat salían victoriosos del tercer encuentro con un resultado de 98-85 que pone cuesta arriba la serie para los Bobcats. LeBron James fue el mejor jugador del partido con 30 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias.
- Curiosidad: LeBron James realizó un mate mirando al propietario del equipo rival, el legendario Michael Jordan.
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