Roy Hibbert está siendo, probablemente, el jugador más determinante de la eliminatoria entre Indiana Pacers y Miami Heat, con permiso claro está, de LeBron James. Sin embargo, el pívot no se controló tras la victoria de su equipo en el sexto partido, lanzando críticas a la prensa y comentarios poco respetuosos que han tenido repercusión en la NBA.
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| Foto: Basket4us |
Como informa Basket4us, David Stern ha impuesto una sanción económica a Roy Hibbert por sus polémicas declaraciones tras el triunfo de los Indiana Pacers en el sexto encuentro de las Finales de Conferencia ante los Miami Heat. El pívot arremetió contra la prensa (los llamó "hijos de puta", literalmente) y lanzo algunos comentarios de tinte homófobo ("sin mariconadas") que le van a costar caro. 75.000$ de multa, si bien no es mucho para un tipo que juega en la NBA, si es un toque de atención importante ante su inaceptable comportamiento.
Stern ha declarado lo siguiente: “Aunque Roy Hibbert ofreció una disculpa pública, la cual no dudo que era completamente sincera, es necesaria una multa para recordar que ese tipo de comentarios ofensivos no serán tolerados en la NBA bajo ningún concepto.”
El propio Hibbert aceptó su error y pidió disculpas públicamente, como bien comenta Stern, en un comunicado que el jugador de los Pacers lanzaba un día después del altercado: “Quiero pedir perdón por los comentarios insensatos que hice durante la rueda de prensa posterior a nuestra victoria sobre Miami el sábado por la noche. (...) Fueron ofensivos y una falta de respeto, que no reflejan mi verdadero punto de vista al respecto. Utilicé un término de slang que no es apropiado para ninguna situación, ni pública ni en privado. Mi lenguaje, definitivamente no fue el correcto para una comparecencia pública retransmitida en directo por televisión. Pido perdón a todos los que pude ofender, a nuestros fans y a los Pacers. Realmente estoy muy arrepentido por la elección de mis palabras.”
¿Disculpas sinceras? ¿Arrepentimiento? Hibbert debe centrarse en lo suyo y dejar este tipo de marrullerías, que no hacen más que perjudicar tanto a su imagen como jugador, como a los propios Indiana Pacers, que se juegan el pase a las Finales de la NBA en el séptimo partido.
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