Cuando oímos el nombre de Mario Chalmers, a menudo no causa en nuestra
mente una impresión demasiado emblemática de un jugador de baloncesto. Incluso
así, el “guard” de Miami Heat presenta una serie de características en su
juego, que junto a hechos que lo corroboran, se podría constatar que Mario es
uno de los mejores bases de esta liga. Sin embargo, Mario Chalmers vive a la
sombra de LeBron, Wade y Bosh. Y por si fuera poco, Norris Cole está empezando
a recibir minutos, sin reprochar que no los merezca, son motivo de quitarle más
afán de protagonismo, ya sea por su peinado retro, por su juventud, o por la
simpatía que este que ha causado. La cuestión es que Chalmers sí merece ser reconocido
como uno de los pilares en la estructura de su equipo y la verdad, no es que lo
parezca demasiado.
Con la ausencia de Bosh en varios partidos de los PlayOffs de antaño, la
presencia de Chalmers en la cancha aumentaba. De tal modo fue, que sus minutos
en el terreno de juego ascendían hasta 35,6 mientras que en la temporada
regular, jugaba tan solo 28,5. Chalmers erigió como líder en situaciones que
nadie lo esperaba, y de hecho fue una de las piezas claves para la consecución
del segundo campeonato de la franquicia de South Beach. Asimismo, sus
estadísticas también dieron un paso adelante, en PlayOffs conseguía por partido
encestar hasta 11,3 puntos, repartir casi 4 asistencias y capturar cerca de 4
rebotes por partido. Mientras que en temporada regular sus números fueron
inferiores a todas estas facetas.
Hay que recordar también, los partidos en que este jugador suplía a Wade
como segundo máximo anotador del roster, y de nuevo este año lo ha vuelto a
hacer. En la derrota a domicilio frente a los Pacers en el game 4, consiguió
hasta 20 puntos en 28 minutos. Por un lado esta temporada promedia hasta 9
minutos menos que la anterior en PlayOffs (25,6), por otro lado este año
promedia los mismos minutos en PlayOffs que en temporada regular, los que ya son
menos de los que jugó la campaña pasada (28,5).
Antaño Chalmers sorprendió en PlayOffs y demostró que sí es base para subir
y hacer rodar el balón en el equipo de James y compañía. Se le tacha de
mediocre en una liga donde se dice que muy pocos son los equipos que no dotan
de un base catalogado de superestrella, pero la verdad es que no debería ser
así. Quizás se le rechaza en este prestigioso grupo de bases superestrellas por
el hecho que tanto Wade como LeBron han subido el balón en más de una ocasión o
porqué no tiene los minutos que los jugadores de dicho grupo de “guards” sí
tienen.
Chalmers es un base seguro y habilitado para ser titular en el equipo que
está, la falta de minutos es un gran factor que tiene en contra, y el hecho de
estar al lado de jugadores del calibre del Biggest 3 propicia que este no pueda
lucirse tanto como quizás lo haría en otro equipo de distintas características.
Chalmers, por ahora, no ha demostrado ser un joven base all-star como sí lo han
hecho otros bases muy de moda como Rose, Rondo e Irving. Sin embargo Mario
Chalmers no ha vivido las condiciones que otros bases como Jrue Holiday, Ty
Lawson o Kyle Lowry, quiénes en su equipo han debido hacer un gran trabajo para
que tiraran adelante. De haber sido seleccionado Chalmers en otro equipo del
Draft, ahora no se le conocería como el base mediocre de los Heat.
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