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jueves, 18 de abril de 2013

Pablo Laso: Reconstruyendo la historia

El Real Madrid se ha clasificado para disputar la Final Four de Londres, lo que era sin duda el gran objetivo de la temporada junto con la consecución del título de la Liga ACB, algo por lo que todavía tendrá que pelear. El conjunto madridista lo ha conseguido, además, con claridad, ya que se impuso al Maccabi por un contundente 3-0, dominando la serie de principio a fin. En el siguiente artículo analizamos al equipo y en especial al entrenador, Pablo Laso, que con su labor y su filosofía está reconstruyendo al clásico Real Madrid, un equipo valiente y vistoso para el aficionado.

Foto: ACB

La pasada campaña, la 2011/12, fue una temporada decepcionante a nivel europeo para el madridismo, ya que los merengues no pasaron del Top-16, donde fueron eliminados por un Bilbao Basket que se convirtió en la bestia negra madridista. Sin embargo, esto no pesó en exceso para la gran mayoría de los aficionados, ya que los chicos de Laso lograron ganar la Copa del Rey, haciendo un baloncesto ofensivo, de muchos puntos, rápido y efectivo, sobreponiéndose además a la marcha de Rudy a la NBA en el mes de diciembre. Posteriormente, el equipo peleó por la ACB, forzando un 5º partido ante el Barcelona y demostrando estar al nivel de competitividad que se le exige a un club con tanta historia.

Al inicio de la presente temporada, el Real Madrid logró llevarse la Supercopa ACB, haciendo evidente su gran momento de forma y sus credenciales de cara a una campaña en la que el equipo tendría que dar un paso más adelante. Laso, consciente de lo complicado que es el banquillo del Madrid, supo involucrar a todos sus jugadores, además de fichar las piezas que el equipo necesitaba para mejorar en lo deportivo, en especial con el regreso de Rudy Fernández y la llegada de Marcus Slaughter. Los objetivos del club estaban totalmente claros, pelear por lograr el título de Liga ACB y disputar la Final Four de la Euroleague. El Real Madrid empezó el año a un nivel espectacular, logrando triunfos contundentes, con un baloncesto vistoso, efectivo, alegre y divertido. Jugadores como Mirotic, Carroll o Llull demostraban llevar las riendas del equipo, mientras que otros como Sergio Rodríguez continuaban su crecimiento y se convertían en piezas esenciales dentro de la plantilla. Los fichajes aportaban lo esperado, en especial Slaughter, y todo marchaba sobre ruedas. Liderato claro tanto en ACB como en Euroleague. La gente se identificaba con el equipo, situación que quedaba evidenciada por medio de las grandes afluencias de público al Palacio de los Deportes.

Foto: Euroleague

El momento complicado llegó en la Copa del Rey, donde el Madrid se cruzó con el Barcelona en Cuartos de Final y el conjunto azulgrana, tras dos prorrogas, eliminó a los de Laso. En ese instante, se produjo un preocupante punto de inflexión negativo, ya que el equipo notó psicológicamente el bajón y empezó a perder más partidos de lo habitual. Jugadores como Llull o Rudy empeoraron notablemente sus números y su aportación en la cancha, mientras que Draper o Slaughter empezaron a generar algunas dudas, más por inercia que por falta de aportación, siendo Felipe Reyes el mejor jugador durante aquellos malos partidos. Tres derrotas consecutivas en Euroleague (Unicaja, Panathinaikos y CSKA) parecían poder romper con los planes del equipo, pero el Madrid, gracias a la paciencia y a la inteligencia de Laso para gestionar el banquillo, recuperó su mejor versión justo antes de enfrentarse al Anadolu Efes en un choque que significaba, de ganarlo, quedar segundo de grupo y adquirir el factor cancha en la posterior eliminatoria. Aquel partido fue clave, funcionando como punto de inflexión ahora positivo, ya que el Madrid logró recuperar su mejor cara, con Llull y Rudy jugando de nuevo a su mejor nivel, con todo el equipo remando una vez más en la misma dirección, y con el factor cancha en los cruces asegurado. Pablo Laso sabía que, como la temporada es muy larga, algún mal momento iba a llegar. No mostró la preocupación excesiva que podría haber sentido otro entrenador, haciendo evidente su confianza en la plantilla, algo que los jugadores saben valorar.

Foto: Euroleague

Es cierto que, hace 2 temporadas, en 2011, el Madrid también jugó la Final Four tras eliminar al Valencia Basket en Cuartos. Pero, claro está, que aquel Madrid del legado de Messina, no enganchaba tanto como el de Laso. Ahora, equipo y afición se sienten unidos, los madridistas reconocen al histórico Real Madrid en la cancha, de modo que la situación es completamente diferente. Pablo Laso es el gran protagonista de esta transformación de la sección, una sección que llevaba años buscándose a si misma y que, gracias al técnico, ha recuperado una identidad perdida durante las últimas temporadas. Además, los resultados están llegando, y uno de los dos grandes objetivos de la temporada, ya se ha conseguido.

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