EL VALOR DEL 33
No se trata de un dorsal
cualquiera. No es un simple número de doble dígito. El 33, la edad de Cristo.
El número que han lucido en sus espaldas más de cinco superestrellas, el número
con el que se han retirado y el número que lucen algunos techos de diversos
estadios en honor a sus trepidantes hazañas en una cancha. Por esto y mucho
más, hablamos del 33 como un número mágico. Un número que ha hecho historia en
la NBA y solo lo visten gente sobrada de talento.
Quiero hacer referencia
a gente como Larry Bird, el legendario 33 de Boston; mencionar a Scottie
Pippen, el feroz 33 y escudero del mejor Michael Jordan; también a Kareem
Abdul-Jabbar, a quien le retiraron el 33 en Milwaukee y en Los Angeles; y por
último a Alonzo Mourning, el mítico jugador de los Heat más retro y último en
lucir el 33 en la actual franquicia campeona de la NBA.
En Denver, también
retiraron otro 33. David “Skywalker” Thompson es su nombre, aunque hay una
anécdota curiosa en otro 33 retirado que no es el suyo. Sucedió en Phoenix, el
33 de los Suns Alvan Adams, jugador de la década de los Setenta y Ochenta. En
2007, tras el fichaje de Grant Hill a la franquicia de Arizona, cedió los
derechos de llevar su dorsal en la espalda a pesar de ya estar retirado y es
que de aquí también surge una historia curiosa.
Situémonos en verano de
1992, estamos en el Draft de la NBA y pendientes de unos posteriores Juegos
Olímpicos que acontecerán históricos por el nacimiento del Dream Team. Esa
pasada temporada Shaquille O’neal estuvo marcando tendencia en las canchas
universitarias y consiguió que se oyera su nombre por todo el mundo. De hecho,
se disputó la plaza para el combinado nacional ese verano con pívots del
calibre de Alonzo Mourning y Christian Laettner, quien finalmente fue el elegido. Seleccionado por Orlando Magic, el joven Shaq
tenía bien claro el dorsal que anhelaba lucir. El 33 de una estrella todavía no
mencionada, Patrick Ewing. Quien fue su ídolo de la infancia y asimismo el 33
de New York Knicks. A su pesar, el 33 de Orlando Magic estaba ocupado por uno
de los jugadores más veteranos de ese roster, Terry Catledge. Quien dijo al
rookie que si quería su número debería pagarle con dinero. Propuesta que el
mismo pívot rechazó y decidió escoger el 32. Ya en los Lakers, a O’neal se le
presentaba otra oportunidad para homenajear a su ídolo, aunque a su pesar el 33
también estaba retirado en los techos del Staples. Kareem Abdul-Jabbar era el
homenajeado. Optando de nuevo por el 32, se encontraba que estaba retirado por
Magic Johnson, de modo que cambiaría de dorsal y esta vez escogería el 34.
Cuando fue traspasado en Miami Heat, el 33 pertenecía a la leyenda de la
franquicia, en vivo en aquel momento, Alonzo Mourning. Shaq volvería al 32 para
hacerse con el anillo de campeón junto a Dwayne Wade. Después de Miami, su
destino se hallaba en Phoenix. Allí coincidiría con Grant Hill, y la historia
del 33 que ya hemos contado.
Finalmente, Shaquille O’neal llegó a la franquicia de Ohio, Cleveland
Cavaliers. Por fin podría cumplir su sueño, homenajear a Patrick Ewing luciendo
su dorsal, el 33. Libre en aquel momento en esta franquicia. Ya en su último equipo Boston Celtics, O’neal tampoco podría lucir el 33
debido que ya lo habían retirado en honor a Larry Bird. De nuevo se encontraba
que el 32 volvía a estar retirado, siendo el protagonista Kevin McHale. Es
entonces que por propia iniciativa decidió llevar el 36 en honor al sexto
equipo que estaba en la NBA.
Tan curioso es la historia de Shaq y el 33 como poder y honor conmueve
llevar el 33 en la espalda. Actualmente en la liga el 33 está ocupado por
jugadores como Andrew Bynum en Sixers, Danny Grander en Pacaers, Jonas Jerebko
en Pistons, Alonzo Gee en Cavaliers, Brendan Haywood en Bobcats, Boris Diaw en
Spurs, nuestro compatriota Marc Gasol en Grizzlies y por último, Ryan Anderson en Hornets.
Quién sabrá el motivo del 33 en su camiseta, o la historia que han vivido
ellos para lucir este significativo, mágico, y simbólico dorsal. Pero si de una
cosa podemos estar bien seguros es que el valor del 33 no morirá con la
retirada de Shaq sino que todavía más estrellas se atreverán a llevar consigo
el número con el que se han hecho grandes y legendarios jugadores del tamaño de
Patrick Ewing entre otros.
El dorsal por excelencia
ResponderEliminar