Para los amantes del básquet hay equipos que quedan en la historia. Podemos citar el campeón argentino del 50, el Dream Team del 92, varias dinastías de NBA, el seleccionado súpercampeón de España, el Barsa, el Madrid y otros tantos. Hay uno que sorprendió a todos y que se mantuvo en la cima durante al menos 8 años a nivel mundial: La Generación Dorada de Argentina.
Quizás haya alguien que no conozca los logros del seleccionado albiceleste. Alcanza con nombrar al núcleo principal de las últimas conquistas: Manu Ginobili, Luis Scola, Fabricio Oberto, Carlos Delfino, Andrés Nocioni, Pepe Sánchez, Pablo Prigioni, Alejandro Montechia, Leo Gutiérrez y tantos otros (algunos NBA, otros no). ¿No alcanza con los nombres? Pasemos a los números entonces: medalla de plata en el Mundial de Indianapolis 2002 (con histórico triunfo ante el Dream Team), plata en el Preolimpico San Juan 2003, oro en los Juegos Olimpicos Atenas 2004 (aquí sumó otra victoria ante EEUU), plata en el Premundial 2005, 4to puesto en el Mundial 2006, plata en el Preolimpico Las Vegas 2007, bronce en Beijing 2008, bronce en el Premundial Puerto Rico 2009, 5to puesto en el Mundial de Turquia 2010. Imagino que con eso basta para conocer qué lugar ocupa y qué página le corresponde en la historia a la Generación Dorada.
Mientras escribo estas líneas una camada de jugadores argentinos prepara su última hazaña con vistas a Londres, mientras un grupo de jugadores jóvenes que está en el Sudamericano pide pista. Todo esto nos hace pensar en una sola cosa: El recambio.
Palabra difícil si las hay en un equipo deportivo que alcanzó una seguidilla exitosa. La Selección Argenta es un claro ejemplo. En estos tiempos se están cruzando dos caminos, uno que viene del pasado lleno de laureles y uno que se proyecta hacia el futuro (con una carga, no lo neguemos). Lo que se va, debe irse porque así lo indican los documentos, lo que viene debe dar el paso al frente, tomar ese lugar que le pertenece y le pertenecerá en los próximos años. La vida misma. El deporte mismo.
Argentina jugará en Londres con un núcleo de basquetbolistas, todos mayores de 30 años, y otros que llegan para condimentar. Serán estos últimos los que cargarán con el peso de tratar de repetir en el futuro, o al menos acercarse, a algunos de los logros de la Generación Dorada. Conozcamos entonces a algunos de los encargados de llevar adelante el recambio en Argentina.
Facundo Campazzo, 21 años, base del tricampeón en Argentina, Peñarol de Mar del Plata. Es uno de los señalados por todos para ser importante en el seleccionado. Lamas le dio la confianza al preseleccionarlo para Londres. Entre las cualidades de este base, se encuentran su velocidad y rapidez, su certeza en tiros de tres y lo que muchos le destacan, su liderazgo dentro del campo. Está haciendo sus primeros pasos con el seleccionado, y esperamos que no sean los últimos.
Hay que hacer una aclaración. Argentina tiene gran potencial en el puesto de armador. Como bien nombrabamos a Campazzo, hay otros 2 bases que están en un nivel muy parejo y con buenos augurios en el horizonte. Uno es Nicolas Laprovittola, la sorpresa en la lista de Lamas pensando en Londres. Tiene 22 años. Pese a su metro 87 puede es muy talentoso en el dribble, por lo que anotar al salir de éste o de cortinas le resulta cómodo. Más allá de la línea de tres se convierte en una amenaza si tiene espacio. Su primer paso es tan explosivo como cualquier jugador de elite. Está en el pico de su juego adolescente, hay que llevarlo de a poco.
El tercer base que no podemos dejar de mencionar es Juan Fernández. Terminó sus tres años en Temple University, jugando en un gran nivel y convirtiéndose en pieza clave de los “Owls”. Muchos creían que podía estar en la lista de Lamas, pero es uno de los nombres que estarán en el futuro. Ahora probará suerte en Italia y le vendrá bien de experiencia. Su tiro, velocidad y creatividad, además de una muy buena visión de cancha, son sus armas más letales.
Entre los internos hay tres hombres que importantes. Uno es hartoconocido en España: Leo Mainoldi. Los amigos de Fuenlabrada deben estar esperando con ansias saber qué pasará con su carrera, si seguirá en Mad-Croc, o si pegará el salto de calidad. Según el presidente de la misma institución, el versátil alero fuerte argentino es su jugador franquicia y quieren retenerlo, aunque no será nada fácil. Leo es sin dudas parte del recambio albiceleste. Grandes porcentajes tanto en dobles como triples, buen manejo para su estatura y un trabajo de poste en desarrollo, además del liderazgo en cancha, lo pintan de cuerpo entero.
Los dos restantes de lo que creo será el futuro interno de Argentina, cuando Scola ya esté en retirada (por suerte será el encargado de liderar el cambio con sus 32 años) son Juan Gutiérrez de Obras Sanitarias de Argentina, subcampeón de la liga, y Marcos Mata, campeón con Peñarol. Ambos, con tres años de diferencia, están en momentos particulares de su carrera.
Tras su buen paso por el Granada de España, con títulos y grandes actuaciones individuales, Juan Gutiérrez logró la medalla de bronce en Beijing 2008 con la Selección Argetina y ya sabe lo que es participar en finales importantes con la albiceleste. Por otro lado, Marcos no ha logrado salir de la Liga Nacional de Argentina aún, pero ya ha demostrado que puede ponerse la camiseta en situaciones calientes (reemplazó a Nocioni en el Mundial de Turquía). Es joven, buen rebotero y Lamas quizás lo lleve a Londres en su etapa final de fogueo.
Hasta aquí hemos llegado con este repaso. El recambio llama en Argentina y es en una etapa llena de competencias importantes. Al equipo que se prepara para el Sudamericano, se suman los 15 que pelean por un lugar en los Juegos Olímpicos. Tras este torneo seguramente las cosas estén mucho más claras y quizás no tengamos que hablar tanto del futuro de estos chicos, sino del presente que atraviesan.
Muy interesante de verdad. Muy bueno.
ResponderEliminarmuchas gracias
ResponderEliminar