Comenzaba el partido el Barça con algunas victorias, y contra un equipo que les venció la última vez que se acercaron por el Palau. Por su parte, tenían los visitantes la necesidad de ganar por si querían ir a la Copa, pero era complicado. Aún así, estuvieron muy cerca de ello. El CAI comenzó el partido por debajo del Barcelona, y sólo tuvo ventajas mínimas, cómo las de de 13-15 en el primer cuarto, o las de 34-35 al descanso. Los jugadores locales tiraban de Archibald, de Rossom y de un redivivo Carlos Cabezas (que está jugando a su mejor nivel en años) para mantener la igualdad, mientras que Rafa Hettsheimeir peleaba en la zona contra un Lorbek excelso y un Ingles muy acertado.
El tercer cuarto comenzó con una dinámica arrolladora de los barcelonistas. Esto es, 8-0, y ya parecía que se llevaban el gato al agua, con Lorbek de nuevo jugando muy bien en la pintura (16 puntos, 12 de ellos desde la pintura, y 6 rebotes al final del partido), y un buen triple de Eidson. El CAI resistía cómo podía, y finalmente, pudo reducir la diferencia, poco a poco, hasta 51-47. El juego el Barcelona quedaba atrapado en la maraña defensiva de los maños, que estaban preparados para el asalto al Palau.
Pues el momento llegó con el último cuarto, cuando Van Rossom (quien si no) y Wright comenzaban un parcial positivo de 0-5 para los visitantes y daban continuidad al juego zaragocista, que desencadenó una serie de "correcalles" en el cual todos los jugadores se contagiaron y que, pese a lo que parece, favoreció finalmente a los de fuera, ya que terminaron con 61-64 a falta de 1 minuto. Pero el sueño de la Cenicienta no suele repetirse, y apareció el de siempre. El que llevaba tanto tiempo lesionado y había humanizado con su falta al Barcelona (o sea, que había dado la posibilidad de perder en finales apretados), llegó, vió y venció. "Veni, vidi, vinci", que dirían los clásicos. Porque Navarro asumió un minuto de responsabilidad, y levantó a su equipo con su anotación de tiros libres. Anotó en total 12 en todo el partido.
Sin copa el CAI, y con miedo el mundo de que la "Bomba" explote sus partidos, y el Barcelona que intenta de nuevo asaltar el liderato.
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