Real Madrid y Estudiantes se enfrentaban en el último partido de la pretemporada, disputándose el Torneo de la Comunidad de Madrid en el Pabellón Europa de Leganés. Ambos equipos llegaban al choque tras vencer sus respectivos encuentros ante el Fuenlabrada, que había quedado totalmente descolgado de la lucha por llevarse el trofeo de campeón. El clásico seguro que no iba a decepcionar a nadie, ya que tenía todos los ingredientes necesarios para ser un gran partido, y así fue. El choque arrancó con dos jugadores sobresaliendo por encima del resto: Luis Flores tiraba del carro colegial, mientras que Sergio Rodríguez comandaba la nave blanca con precisión. Ambos equipos empezaron intercambiando jugadas de acierto, haciéndolo además dentro de un ritmo trepidante de partido, colocando un igualado 10-10 disputados tan solo 4 minutos de juego. A partir de ese momento, los dos equipos entraron en una pequeña dinámica de imprecisiones a lo largo de varios ataques, hasta que Mirotic rompió la sequía en una contra culminada brillantemente por el joven valor de la cantera madridista. Simmons devolvía la igualdad al marcador, y jugadores como Jaime Fernández empezaban a plantar cara con descaro al director de juego blanco, Sergio Rodríguez. El partido se mantenía igualado, y Wright daba la primera ventaja a los suyos con un lanzamiento exterior (14-16). El Madrid fallaba lanzamientos, y no era capaz de superar la buena defensa del equipo de Pepu, hasta que Laso consiguió encontrar las piezas necesarias para romper el ritmo de partido. A falta de un minuto para la conclusión del primer cuarto, el Estu mandaba en el luminoso, con un 17-20 que iba a igualar Llull con un triple, que dejaba el marcador en empate en el intermedio entre cuartos.
