Real Madrid y Estudiantes se enfrentaban en el último partido de la pretemporada, disputándose el Torneo de la Comunidad de Madrid en el Pabellón Europa de Leganés. Ambos equipos llegaban al choque tras vencer sus respectivos encuentros ante el Fuenlabrada, que había quedado totalmente descolgado de la lucha por llevarse el trofeo de campeón. El clásico seguro que no iba a decepcionar a nadie, ya que tenía todos los ingredientes necesarios para ser un gran partido, y así fue. El choque arrancó con dos jugadores sobresaliendo por encima del resto: Luis Flores tiraba del carro colegial, mientras que Sergio Rodríguez comandaba la nave blanca con precisión. Ambos equipos empezaron intercambiando jugadas de acierto, haciéndolo además dentro de un ritmo trepidante de partido, colocando un igualado 10-10 disputados tan solo 4 minutos de juego. A partir de ese momento, los dos equipos entraron en una pequeña dinámica de imprecisiones a lo largo de varios ataques, hasta que Mirotic rompió la sequía en una contra culminada brillantemente por el joven valor de la cantera madridista. Simmons devolvía la igualdad al marcador, y jugadores como Jaime Fernández empezaban a plantar cara con descaro al director de juego blanco, Sergio Rodríguez. El partido se mantenía igualado, y Wright daba la primera ventaja a los suyos con un lanzamiento exterior (14-16). El Madrid fallaba lanzamientos, y no era capaz de superar la buena defensa del equipo de Pepu, hasta que Laso consiguió encontrar las piezas necesarias para romper el ritmo de partido. A falta de un minuto para la conclusión del primer cuarto, el Estu mandaba en el luminoso, con un 17-20 que iba a igualar Llull con un triple, que dejaba el marcador en empate en el intermedio entre cuartos.
El segundo cuarto se inició con el Estudiantes defendiendo al máximo nivel, y logrando sus primeras ventajas (20-24). Begic y Felipe Reyes intentaban pelear el rebote, para levantar así el ánimo en el equipo blanco, consiguiendo que los suyos pudieran salir rápido a la contra y así lograr la igualdad, que llegaba tras una bandeja de Llull en una de esas jugadas rápidas tan características del Madrid de Laso. El Estu se perdía en sus propios ataques, entrando peor en juego tras la reacción del Madrid, y realizando jugadas imprecisas, mientras que los merengues, de la mano de un gran Begic defensivamente hablando, tomaban aire y se colocaban con una ventaja considerable (33-26). La dinámica del partido era muy intensa, con ataques rápidos y algunos errores en ambos equipos, y dando paso al momento de Sergio Rodríguez, quién se hacía con el mando del juego, llevando a su equipo a lograr un colchón de puntos interesante al descanso (40-31).
El tercer periodo comenzaba con Tomic cometiendo dos personales en ataque consecutivas, evidenciando sus problemas a la hora de realizar los bloqueos a sus compañeros. Los dos equipos seguían algo imprecisos, pero mostrando un nivel de juego muy intenso, y dando un buen espectáculo a los aficionados en todo momento. El Estudiantes desperdiciaba algunas acciones que le hubiesen acercado en el marcador, mientras que el Madrid lograba distanciarse gracias a la aportación de los hombres interiores, tanto Tomic como Mirotic acertaban a ver aro y colocaban al Madrid 12 puntos por encima (45-33). Pocius culminaba una contra con una bandeja sensacional en un aro pasado, y el Madrid lograba su mayor ventaja en el partido, aunque el Estu se aferraba a las acciones aisladas e individuales de sus jugadores para seguir vivo en el encuentro. A los colegiales les costaba entrar en juego al 100%, y suprimir la velocidad que el Madrid estaba desplegando, tanto en defensa como en ataque. Pepu daba entrada a Jaime Fernández para intentar contrarrestar la maquinaria blanca, mientras que Laso hacía lo propio con Llull para variar la dirección de juego e intentar sorprender a los del Magariños. El tercer periodo concluía con una ventaja de 10 puntos para el Madrid, dejando por delante un último cuarto lleno de emoción.
El último periodo empezaba con Jiménez anotando un triple y bajando a su equipo de la barrera psicológica de los 10 puntos, metiendo de lleno al Estu en la lucha por el partido. Wright culminaba dos acciones consecutivas de forma positiva, y las distancias se estrechaban aún más (57-54). Laso se veía obligado a pedir tiempo muerto y a exigir a sus jugadores una mayor concentración en la defensa del uno para uno, aspecto que el Estudiantes estaba aprovechando a la perfección. El Madrid entraba en un pequeño momento de crisis anotadora, y Carroll tampoco era capaz de lograr anotar, hasta que volvió a la cancha Sergio Rodríguez, que rompió la sequía con dos acciones consecutivas, en las que anotó un triple y un lanzamiento de dos que colocaron al Madrid con 7 puntos de ventaja de nuevo (65-58). Pocius devolvía los 10 de ventaja, culminando una acción de contraataque comandada por Sergio, una vez más, con un triple desde la esquina. Gran partido del lituano, hoy también. El Estudiantes se empeñaba en hacer ataques individuales, perdiendo opciones de igualar el juego, ya que sus hombres clave no tenían el acierto necesario en los momentos importantes. El Madrid lograba mantener su ventaja en torno a los 7 puntos, y entrábamos en los últimos dos minutos de partido con un 70-63 que se ampliaba a 73-63 tras una canasta y falta sobre Mirotic. A pesar de todo, el Estu no se rendía, y llegaba a colocarse a tan solo 5 puntos con 1:10 por jugar, tras varias acciones positivas de German y Granger. Sin embargo, apareció Tomic para sentenciar el partido, con dos canastas consecutivas, mientras que Wright cometía una personal en ataque que dejaba a los suyos sin opción a la remontada. El Madrid cerraba el duelo con un mate espectacular de Llull, que ponía punto y final a un intenso choque entre dos grandes equipos, con 79-68 en el marcador. Gran partido, gran espectáculo. El Madrid pues se proclama campeón del Torneo Comunidad de Madrid.
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