Baloncesto en estado puro, nervios a flor de piel, y un grandísimo espectáculo es el que nos han ofrecido las selecciones serbia y turca en un partido decisivo para pasar a cuartos de final.
El gato al agua se lo han llevado los de Dusan Ivkovic, que tras sufrir mucho más de lo previsto después de ver la primera parte, consiguen una agónica victoria que Ilyasova tuvo en su mano a 4 segundos para el final.
El partido arrancaba de forma acertada para Serbia, conducida por un sensacional Milos Teodosic, que con 5 puntos y 2 rebotes en apenas 3 minutos llevaba a su equipo en volandas para ponerse por encima con un parcial de 10-2.
La defensa zonal presentada por Ivkovic se les atragantaba una y otra vez a los otomanos que no encontraban el camino hacia el aro, mientras que los balcánicos seguían a lo suyo, con continuidad en el juego y manejando el tempo por medio de un inspirado Teodosic.
Finalizaba el primer cuarto con ventaja de 18-11 para Serbia. Con un Turkoglu desaparecido en combate y un desdibujado Ilyasova aparecían en el partido jugadores como Tunceri, Kanter desde el banquillo aportando rebote, fuerza y varias canastas consecutivas y el incombustible Omer Onan, mientras tanto Serbia no pisaba el freno y seguía muy serio en su juego, no disminuyo su efectividad con las rotaciones y Savanovic empezaba a alzarse como puntal para Serbia, entre él y Perovic hacían daño a la defensa turca y llevaban la ventaja a la máxima del encuentro 14 puntos (29-15).
