En una nota prensa publicada por el ICL
Manresa, y que reproducimos la final de este articulo, el club manresano
informa de la investigación de un posible caso de comportamiento racista por
parte de un aficionado tras el examen de las fotografías del partido entre el
Manresa y el Joventut, que perdieron por 84 a 85 en el último momento. Extraño
comportamiento de un aficionado al baloncesto, pero que no es nada nuevo para
el equipo fundado en 1931 y que dirige actualmente como presidente Jaume Arnau.
Porque en el año 2007, en un encuentro entre el Manresa y el Estudiantes, el
partido tuvo que ser suspendido en el último cuarto durante unos minutos tras
las increpaciones racistas por parte de un sector de la afición manresana al
entonces jugador colegial, Florent Pietrus.
Desafortunado suceso que se vuelve a repetir
en la capital de la comarca del Bages y que pone de manifiesto la incapacidad de
la ACB para hacer frente a comportamientos cercanos a lo delictivo por parte de
aficionados que piensan que un partido de baloncesto es un lugar sin ley, donde
tienen patente de corso para hacer y deshacer a su antojo sin que nadie haga
nada.
La última vez que ocurrió este comportamiento
en un partido de ACB fue en el primer partido de playoffs por la lucha por el
titulo entre el Real Madrid y el Barcelona en Madrid. En aquella ocasión un
aficionado increpó, haciendo el gesto del mono, al jugador blaugrana Joey Dorsey.
En aquel momento la ACB no se manifestó al respecto, y solo la repercusión
social que tuvo el comportamiento en la redes sociales, dirigida principalmente
desde la cuenta de Twitter de @elcapitaenciam, famoso bloguero que tuvo una
influencia muy importante en la opinión del aficionado sobre las decisiones tomadas desde la calle Iradier hasta hace una temporada a través de su blog elcontraataque.es, obligó a la ACB a emitir un
breve comunicado condenando esta conducta.
Triste que la ACB se sumase en el año 2008 a
la campaña del Comité Olímpico Español y de la Comunidad de Madrid denominada: "Di
no al racismo en todas las lenguas", con la presencia en un spot
publicitario de los jugadores Louis Bullock, Salva Guardia y Florent Pietrus, para demostrar que es incapaz de ser eficaz a la hora de atajar o de prevenir estos
comportamientos tan condenables que afortunadamente no son noticia habitual en
las canchas de juego. Pero que deberían ser cortados de raíz, así como otros
comportamientos todavía mas violentos y de naturaleza verbal, con la presencia de empleados con capacidad para expulsar a
los aficionados que no se comporten debidamente, al igual que hacen en la NBA.
Los hechos se investigan a través de una fotografía
como único medio para determinar quien fue el aficionado que los hizo y que, además,
ponen en evidencia que el ICL Manresa está
siendo maltratado por Movistar+, ya que hasta la fecha no se ha retransmitido ningún
partido de este equipo desde el momento en que esta compañía se hizo cargo de
las emisiones de los partidos de la ACB, lo que impide investigarlos por
cualquier otro medio. Poniendo de manifiesto hasta que punto le importa el
baloncesto ACB a esta cadena de televisión que solo retransmite cuatro partidos
de ocho posibles.
Atajar el racismo son acciones y hechos. Lo demás
son lavados de cara de una asociación a la que parece no importarle demasiado
que esto ocurra de vez en cuando.
Nota del ICL Manresa aclarando este tema:
Sobre la aparición de un aficionado con presunto comportamiento racista el Bàsquet Manresa ha detectado entre las fotografías enviadas por el club a la prensa ayer después del partido entre el ICL Manresa y el FIATC Joventut una imagen sospechosa de contener el comportamiento racista de uno de los aficionados ubicados en la grada del Nou Congost.
El Bàsquet Manresa condena cualquier comportamiento racista que se produzca tanto en el Nou Congost como fuera, y ya está trabajando para recoger información e imágenes adicionales para identificar este aficionado y tomar las mesuras oportunas en caso que se confirme que ha habido un comportamiento racista.