El viaje de unos jóvenes “aventureros” de la canasta que tras explorar el territorio americano cambiaron su hoja de ruta dispuestos a dominar Europa.
¿Qué puede pasar por la mente de un jugador que lo tiene “todo” en Europa, para cruzar el charco en busca del “basket” americano? Y de hacerlo, ¿porqué volver? ¿Volver para triunfar? ¿Volver para ganar? ¿Volver para brillar con luz propia? ¿Motivos económicos? ¿Hay vida después de la NBA? Estos y muchos más interrogantes intentaremos despejar a continuación, haciendo un repaso a las trayectorias, durante y después de la NBA, de una serie de jugadores de los que hoy disfrutamos en nuestro continente y que un día lograron vivir el “sueño americano”, y tras vivir su propio sueño, volvieron para contarlo en forma de canastas.
Afortunadamente, todo ser humano nace con la capacidad intrínseca de mejorar. El que diga lo contrario miente. Somos ambiciosos por naturaleza, y aunque los haya que se salten la norma, siempre queremos más. Si extrapolamos esto al deporte de la canasta, seremos conscientes de que gracias a las metas y a las ilusiones de unos cuantos podemos disfrutar cada día de mejores jugadores. Pero, ¿por qué ir más allá cuando un jugador ha alcanzado su objetivo de vivir haciendo lo que más le gusta y cobrando por ello? Los que amamos este deporte lo sabemos, la respuesta es sencilla, son tres siglas, NBA.
Tocar la NBA con la punta de los dedos es el sueño de prácticamente todos los que se inician en esto. Supone la culminación de un sueño, la máxima expresión de un deporte que, nos guste o no, hicieron grande los americanos. Allí están los mejores jugadores, en mi opinión no el mejor juego. Si hablamos de EE.UU, hablamos de un lugar rodeado por un entorno de una magnitud impensable en Europa. Los pabellones, los equipos, los salarios… Todo es lujoso a su alrededor. Una vez has jugado allí, ya nada vuelve a ser como antes. Aumenta tu reputación, y en tu currículum habrá un apartado del que podrás presumir eternamente. Si para todo el mundo lo supone, para los nacidos allí la NBA lo supone “todo”. Es por lo que luchan sin descanso desde su etapa en el instituto hasta su formación universitaria, pasando por la NCAA, la segunda categoría del baloncesto americano.
Si allí lo tienen “todo” y se podría decir, baloncestísticamente hablando, que si el cielo existe está allí, ¿porqué volver? Porque no es tan fácil. Lo anterior era la cara amable, pero como todo en la vida, tiene su cara oscura. La NBA no se vive, la NBA te atrapa y arrastra. Para triunfar allí no basta con ser muy bueno, hay que ser el mejor. Se tienen que “aliar” muchos astros para triunfar en la NBA, y por si esto fuera poco, tienen que estar de tu lado una serie de variables incontrolables, desde la elección en el draft o traspasos que no dependen del jugador, hasta las lesiones, pasando por el número de oportunidades que te ofrezcan.
A continuación escribiré sobre once jugadores “de moda” en el baloncesto europeo, seleccionados entre otros muchos que también compraron un “billete de ida y vuelta” al baloncesto americano, y que cumplieron un dicho a la inversa, cuando lo importante es llegar, no mantenerse. Jugadores que tras unos años en la NBA decidieron poner rumbo a Europa para convertirse en referentes del baloncesto europeo.
- Nenad Krstic: Un “5” dominador bajo los aros, de los pocos que quedan, de 2,12 m y 109 kg. De origen serbio, procedente del Partizán de Belgrado, lo tenía todo para triunfar sin ningún tipo de problema en la NBA de no haberse cruzado en su camino una grave lesión que frenó en seco su andadura americana. Un lesión de lenta y difícil recuperación que puso punto y seguido a su periplo estadounidense. En su primera experiencia allí fue un referente en los New Jersey Nets. Pívot titular del equipo, se fue ganando durante las tres temporadas que estuvo allí galones, gracias a unos notables números de más de 10 puntos y 5 rebotes por partido en el primer año, que le valieron para ser incluido en el segundo quinteto de rookies de la NBA. En las dos temporadas siguientes mejoró sus prestaciones hasta alcanzar medias de más de 15 puntos y 6 rebotes por partido. Tras su lesión no consiguió brillar tanto como lo hacía. Vivió una temporada más en la NBA en los Nets, antes de ser traspasado a los Oklahoma City Thunder, donde fue de nuevo referente en la pintura. Pese a ello sus números no se acercaron a sus promedios como novato en la mejor liga del mundo y fue traspasado a los Boston Celtics para completar la segunda mitad de la temporada (2010/2011) sin excesivo brillo e iniciar el retorno a Europa, al CSKA, donde se ha convertido de nuevo en referente y donde apura sus últimos años de baloncesto.
- Rudy Fernández: La corta pero intensa trayectoria de Rudy en Europa, concretamente, en el DKV Joventut, le catapultó el verano de 2008 al baloncesto americano. Nacido en Mallorca y criado en la cantera verdinegra, el escolta reunía todas las cualidades para vivir allí mucho tiempo. Un jugador muy espectacular y amigo de los “fotógrafos” que se deleitaban y deleitan con sus mates, llevó como carta de presentación un mate “in your face” sobre “superman” Howard en la final de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, lo que ilusionó sobre manera a los aficionados de Oregón que depositaron en Rudy sus esperanzas de recuperar prestigio en la NBA. En su primera temporada firmó unos buenos números y grandes porcentajes de tiro, sobre todo de 3, convirtiéndose en el rookie que más triples anotaba en una temporada. Su carisma encandiló al público en el All Star de la NBA, en un concurso de mates que elevó sus cotas de seguidores. En su segunda temporada, la (2009/2010), los números de Rudy decayeron. Hizo una temporada irregular salpicada por las lesiones y problemas físicos, sobre todo de espalda, que le restaron importancia en el equipo. McMillan dejó de “darle bola” por lo que al término de su segundo año empezó a dejar caer declaraciones en las que expresaba que no estaba a gusto al otro lado del charco, y su descontento con su rol en el equipo. Todavía le esperaba un tercer año en Portland donde la situación no hizo más que empeorar. El equipo no le permitió desvincularse pese al deseo expreso del jugador de regresar a Europa. Vivió un período convulso con cruces de declaraciones y denuncias por parte de la NBA que no hicieron otra cosa más que manchar la imagen del mallorquín. En el draft de 2011, en una jugada a tres bandas entre Portland, Dallas y los Denver Nuggets, Rudy recalaba en estos últimos. Ante el cierre patronal que vivió la NBA al inicio de la temporada (2011/2012), Rudy fichó temporalmente por el Real Madrid a la espera de acontecimientos. De vuelta a la NBA, y consciente de que su rol en el equipo no sería relevante, regresó a la casa blanca en la temporada (2012/2013), convirtiéndose en el jugador mejor pagado del viejo continente, en torno a 3 millones de euros por temporada, y recuperando la sonrisa y la felicidad en la capital para volver a pelear por títulos y ser un referente en Europa. Su paso por la NBA dejó unos números próximos a los 9 puntos de media por partido, 2 asistencias y 2 rebotes por partido. Cifras que en Europa ha elevado ostensiblemente volviendo a ser el jugador decisivo que fue y liderando a un Real Madrid que aspira a todo.
- Sonny Weems: El caso de Sonny Weems también es uno de esos de lo que pudo ser y finalmente no fue. El escolta de Arizona llevaba una trayectoria de formación prometedora, regada con buenos números en su etapa en el instituto y universitaria, que le bastaron para ser seleccionado en el 9º puesto en segunda ronda del draft de 2008 por los Chicago Bulls, que traspasaron sus derechos a los Denver Nuggets. Tras un primer año decepcionante en el que apenas dispuso de minutos y de oportunidades para demostrar su valía, fue protagonista de una operación de traspaso que le llevó a los Toronto Raptors, conjunto con el que disputaría su segunda temporada en la NBA (2009/2010). Allí elevó sus prestaciones a unos promedios de más de 8 puntos 2 asistencias y casi 3 rebotes por partido, casi siempre saliendo desde el banco, en las dos temporadas que jugó allí. Viendo que su aventura americana estaba cumplida y con la ilusión de pelear por “empresas” de mayor magnitud, hizo las maletas para venirse a Europa, donde tras una primera toma de contacto en el Zalguiris Kaunas, fichó por uno de los equipos más poderosos de Europa, el CSKA. En Moscú ha sabido aprovechar sus oportunidades y se ha destapado como un gran anotador capaz de cargarse el equipo a sus espaldas en ataque.
- Linas Kleiza: La del alero fue una historia diferente. En su caso, emprendió su aventura americana muy joven. Cuando tan solo contaba con 17 años emigró para vivir en primera persona el baloncesto de formación americano, en el instituto y en la universidad, antes de dar el salto a la NBA en la temporada (2005/2006). Drafteado por los Portland Trail Blazers, fue traspasado a los Denver Nuggets, donde permaneció cuatro temporadas firmando unos números que evolucionaron siempre de menos a más, llegando a promediar en las últimas dos temporadas en torno a 10 puntos y 4 rebotes por partido, superando siempre los 20 minutos disputados por encuentro. Estos números le sirvieron para forjarse un buen “cartel” de cara al mercado europeo y firmar un buen contrato con un gran equipo como Olimpiacos, que por aquel entonces manejaba el presupuesto más alto de Europa, y vio en Kleiza a esa estrella que comandase su proyecto. Unas cifras económicas que no le hicieron dudar en su regreso a la mejor liga del mundo cuando los Toronto Raptors llamaron a su puerta. En Toronto vivió buenos años de baloncesto gracias en parte a su regularidad, que le llevó a firmar unos números muy similares a los de su primera etapa en la NBA. Sin embargo en su última temporada se desinfló. En una liga en la que no es fácil mantener el ritmo, Linas perdió protagonismo para, el pasado verano, poner punto y final a su etapa americana, supongo que esta vez definitivamente. Atrás quedaron siete temporadas de NBA para regresar a Europa liderando, desde esta temporada, el proyecto del Fenerbahce Ulker.
- Bostjan Nachbar: Ala-pívot esloveno, con una dilatada trayectoria a nivel europeo, que dio el salto a la NBA en el año 2002. Nachbar es el clásico jugador denominado como “trotamundos”. Inició su viaje en la NBA de la mano de los Houston Rockets, equipo por el que fue drafteado, y en el que permaneció 2 temporadas y media, (2002/2004). Con un papel residual, y asiduo a “los minutos de la basura”, cambió de aires en plena temporada, siendo traspasado a New Orleans Hornets. En esta franquicia cambiaron las cosas y creció su protagonismo. Le sentó bien el cambio de aires al esloveno, que firmó más de 20 minutos por partido, elevando sus guarismos a más de 8 puntos y 3 rebotes por encuentro. La temporada siguiente despertó de nuevo los fantasmas del pasado que le relegaron de nuevo al banco. Fue entonces cuando, por enésima vez, Bostjan se reinventó, y tras su traspaso durante la temporada (2005/2006) a New Jersey Nets, Nachbar encontró su sitio en una franquicia “necesitada de cariño”. Se lo dieron mutuamente y el esloveno se convirtió en un jugador clave en la rotación saliendo desde el banquillo. En torno a 10 puntos y más de 3 rebotes por partido durante las temporadas (2006/2007) y (2007/2008), elevando incluso sus prestaciones en los playoffs del 2007. Esta trayectoria le llevó a firmar un apetecible contrato con el Dinamo de Moscú. Contrato que no llegó a cumplir, ya que al término de su primera temporada moscovita rescindió el mismo para firmar uno nuevo con el Efes Pilsen turco. En Turquía permaneció dos temporadas (2009/2010) y (2010/2011). Tras un verano de problemas físicos fichó a mitad de la temporada (2011/2012) por el Unics Kazan, regresando a Rusia para ser el líder del equipo, convirtiéndose en revulsivo y firmando grandes números. Tras su paso por Alemania, en el Brose Basket, durante la temporada pasada, ha recalado esta temporada en el F.C Barcelona, donde peleará de nuevo por todos los títulos.
- Zoran Planinic: el base bosnio, con nacionalidad croata, fue seleccionado en la primera ronda del draft de 2003, en la 22ª posición, por los New Jersey Nets. Su estancia en la NBA se alargó en el tiempo durante tres temporadas, en las filas de los Nets, el que fue su primer y único equipo en la NBA. Sus condiciones no se adaptaron al baloncesto americano y regresó a Europa, a las filas del antiguo TAU Cerámica, donde junto a Prigioni comandó un equipo que luchó por todos los títulos entre el 2006 y 2008. En Vitoria rindió dos temporadas a buen nivel que le sirvieron para comprometerse con el CSKA de Moscú otro par de temporadas (2008/2009) y (2009/2010), hacer caja, y seguir jugando al máximo nivel. En Rusia vivió otras tres temporadas más, (2010/2011), (2011/2012) y (2012/2013), en las que lideró al Khimki ruso para conquistar la Eurocup en 2012, y a proclamarse MVP del torneo. Esta temporada estampó su firma de nuevo para firmar un nuevo contrato, esta vez con el Anadolu Efes.
- Semih Erden: El pívot turco de 2,11 metros, que en la actualidad milita en el Anadolu Efes, tuvo una larga trayectoria europea antes de ser seleccionado en 30ª posición, en la 2ª ronda del draft de 2008 por los Boston Celtics. Esperó dos temporadas más para dar el salto, momento en el cual finalizó su contrato con el Fenerbahce. En EEUU sufrió un parón en su progresión durante los tres años que permaneció allí. Ni en los Boston ni en los Cleveland Cavaliers tuvo oportunidades para demostrar su valía, asumiendo un papel residual, y tras su paso fugaz por el Besiktas, fichó por el ya mencionado Anadolu Efes.
- Andrés Nocioni: La trayectoria de “el chapu”, alero argentino de 2,01 m, ha estado siempre vinculada al Baskonia (Laboral Kutxa en la actualidad). Desde Vitoria partió a EEUU rumbo a los Chicago Bulls donde se convirtió en referente en las temporadas que estuvo allí. Tras desavenencias con el equipo, fue traspasado a los Sacramento Kings, donde no mejoró lo presente. Sus números iniciaron un ligero declive y su pérdida de peso específico en el equipo propició su traspaso a los Philadelphia 76ers, donde puso punto final a una exitosa carrera americana de ocho temporadas con unos números que superaron siempre en promedio los 10 puntos y los 5 rebotes por partido. En su caso regresó como un héroe, a sus 32 años, a la que fue su casa, a Vitoria, convertido una vez más en referente en nuestra liga y en Europa de un equipo que no atraviesa por su mejor momento.
- Carlos Arroyo: El “director de orquesta” puertorriqueño ha vivido una intensa trayectoria deportiva hasta estabilizarse, en sus últimos años sobre el parquet, en una liga y un país convertidos en una potencia económica que alberga grandes salarios y grandes jugadores. Su exitosa etapa de formación hizo que los Toronto Raptors se hicieran con sus servicios en la temporada (2001/2002). Desde allí partió, haciendo escala en Vitoria durante dos meses, con rumbo a los Warriors, mediada la temporada (2001/2002). Tras ser cortado al término de esta, fichó por Utah Jazz donde llevó el timón del equipo durante tres temporadas. El polémico base, manifestó un desencuentro con los dirigentes del club, del que se marchó traspasado a mitad de la temporada (2004/2005), camino de Detroit. Escasamente un año natural duró su aventura en los Pistons, ya que fue nuevamente traspasado, esta vez a los Orlando Magic, donde completó la temporada (2005/2006) y permaneció dos más, justo antes de viajar a Europa como una estrella que firmó, no por pocos euros, una temporada con el Maccabi Tel-Aviv donde no rindió al nivel esperado. Su larga y afamada carrera le llevaron a regresar a la NBA de nuevo. Entre Miami y Boston terminó de exprimir la “naranja americana” con dos temporadas discretas que le trajeron de nuevo a Europa, dejando atrás nueve temporadas en la NBA. Turquía fue su nuevo y, hasta ahora, último destino de este “trotamundos” de la canasta. Allí pasó por el Besiktas antes de comprometerse con el Galatasaray, club en el que milita en la actualidad y del que es una pieza clave.
- Juan Carlos Navarro: Hablar de Navarro es hacerlo del F.C Barcelona, y es que el escolta de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) ha jugado allí desde los 12 años, momento en el cual fue reclutado para la cantera blaugrana. La “bomba” ha sido el jugador más desequilibrante de Europa en la última década y, probablemente, de no haber coincidido en el tiempo con su amigo Pau Gasol, el mejor jugador español de la historia. Un coleccionista de títulos y galardones individuales que probó suerte en los Memphis Grizzlies para vivir la experiencia NBA. Sobrado de talento y siempre justito de físico, su periplo por las Américas duró escasamente una temporada. Experto anotador, mantuvo sus cualidades, y pese a que hizo una buena temporada, anotando de media más de 10 puntos por partido y dando más de 2 asistencias por noche con porcentajes de tiro aceptables para ser un jugador “novato”, decidió no alargar más su trayectoria en territorio americano. Allí no disputó los minutos decisivos de los encuentros, algo a lo que estaba acostumbrado, y lógico en un jugador de primer año. Le “tocó” asumir un rol secundario, añorando un baloncesto en el que era referente y que se adaptaba perfectamente a sus cualidades. Estos, entre otros motivos, le hicieron replantearse su futuro y volver para ganarlo todo, literalmente y en todos los sentidos, ya que firmó un súper contrato acorde con su nivel de mega-estrella, con “su” FC. Barcelona, desde la temporada (2008/2009). Tanto la temporada pasada como esta están anunciando el ocaso de la carrera de “la bomba”, al que las lesiones han dejado de respetar y que apura sus últimos años de baloncesto en “su casa”. Siempre está ahí. Disfrutemos de él cuanto podamos.
- Sergio Rodríguez: Muchas teorías han existido sobre si el salto del “Chacho” a la NBA fue prematuro o no. El base tinerfeño, cuando su DNI contaba tan solo con 20 años de edad, dejó el Estudiantes para poner rumbo a la franquicia de Oregón, donde nunca llegó a tener el protagonismo esperado. Mágico en su época estudiantil, poco a poco fue perdiendo esa magia, y pese a alternar algunas noches brillantes junto a Rudy y dar espectáculo con su conexión de altos vuelos, tres temporadas más tarde fue traspasado a los Sacramento Kings, con los que disputó la primera mitad de la temporada (2009/2010). La segunda mitad la disputó con los New York Knicks. En la ciudad de la “Gran Manzana” dio muestras de su talento, y al expirar su contrato temporal con el equipo neoyorquino, el verano de 2010 cerró su andadura en la NBA para fichar por el Real Madrid. Un primer año de dudas, propio de los jugadores que regresan a Europa y que necesitan un período de adaptación, dio paso a una segunda temporada en la fue de menos a más y aumentó sus prestaciones, como antesala al “temporadón” que se marcó la pasada, para seguir deslumbrando en la presente y destaparse como uno de los bases más talentosos y en forma del viejo continente. Cantos de sirena procedentes de la NBA llegaron a oídos del “Chacho” esta temporada, a lo que este respondió ampliando su contrato con los blancos hasta 2018. Sergio es feliz en el Madrid y el Madrid es feliz con él. El tinerfeño aporta algo tan sencillo, y a su vez tan complejo como hacer disfrutar al público gracias “su magia”, una magia que en EEUU pulió desde la oscuridad y que hoy le hace brillar con más fuerza que nunca.
Krstic, Kleiza, Weems, Rudy, Rodríguez, Navarro, Nocioni, Arroyo, Planinic, Erden y Nachbar, jugadores que o bien por motivos físicos, lastrados por las lesiones, o porque tuvieron un papel secundario que se negaron a aceptar, o porque han vuelto para cerrar sus respectivas carreras a alto nivel, o por motivos económicos, volvieron a Europa alcanzada su madurez deportiva para, muchos, firmar el contrato de sus vidas, liderar en Europa y pelear por los títulos engordando estadísticas, algo que en la NBA, salvo que estés en una franquicia histórica, no es posible. Un jugador que ha conocido los títulos, que ha saboreado la victoria, si su adaptación a la NBA no es la adecuada se frustra, siente la necesidad de volver para sentir ese gusanillo competitivo y liderar de nuevo. Hay que decidirse y aceptar un rol, ser cola de león en el baloncesto americano, o cabeza de ratón en el europeo. Ellos han conocido ambos roles, eligieron finalmente el segundo y podemos disfrutarlos un poquito más cerca, bendita elección.