Ya está aquí, por fin ha llegado, tras
seis meses de espera finalmente tenemos otra edición del gran baile del
baloncesto universitario entre nosotros y otro año más, como no, tiene una
pinta fantástica.
Imagen vía: http://www.digitaltrends.com/ |
Para las personas que estén leyendo esto
y aun no sepan de lo que trata este artículo o nunca se hayan interesado por
ello, estamos hablando del March Madness, o lo que es lo mismo, la gran fiesta
de la NCAA que cada año saca a relucir la locura del aficionado a este deporte.
Sí, locura, porque para definir esta
competición y sobre todo este mes de Marzo esa es la palabra perfecta. Ya es
muy difícil que alguien no se quede
enganchado a esto cuando ve en un partido de regular season a las bandas de
cada universidad animar a su equipo, o al ambiente que generan las aficiones
tan especial. Quién esté buscando un “estilo NBA” con chavales de 18 años, se
ha equivocado de lugar. Esto no es un partido del Rising Stars Challenge o un
mero paso de jugadores que eclipsan al mundo desde que están en el instituto para
llegar a la NBA.
Si alguien está empezando a estar
interesado en el college basketball por todo lo que se está hablando estos días
sobre ello he de decirle que no pierda el tiempo, que se empape de esto cuanto
antes porque esta es la mejor época. La época en la que tienes decenas de
partidos muy interesantes casi a diario y la época en la que los jugadores se
lo juegan todo, ganar o irte a casa casi a diario.
Marzo, como ya he dicho antes, es
especial. Puedes tener el mejor equipo de la nación, llegar con un nivel y una
dinámica fantástica y ser candidato a todo que una universidad que ha entrado
por los pelos, te gana y se queda toda la gloria, esa es la magia de esto. Si aun después de todo esto estáis pensado que
esto no tiene nada de especial, que solo son chicos de 20 jugándose un
campeonato de universidades os voy a dejar un dato que ha recogido, entre
otros, ‘The Wall Street Journal’: La productividad de los trabajadores
estadounidenses baja considerablemente en la época de March Madness llegando a
generar pérdidas de hasta $1.9 billones. Eso, añadido a que muchos empleados
llegan a pedir la baja laboral para poder ver a su North Carolina, Miami o
Virginia hace de este mes una pesadilla para los empresarios.
Para añadir más motivos a lo bonito que
es esto, hay que añadir que está siendo una temporada muy extraña. Los primeros
de cada región en esta edición del March Madness han perdido más partidos que
ningún otro año y parece que este será el uno de los años mas propicios para
los upsets.
Entrando ya más en materia concreta, el
Selection Sunday de este año no ha estado exento de controversias. Empezando
por la retransmisión del mismo donde han pasado de la información, al show
añadiendo figuras como Charles Barkley o aumentando el tiempo del programa, lo
que llevó a la filtración del bracket mucho antes de que se conociesen todos
los participantes.
Otras de las disputas que están teniendo
los aficionados en como se trata a las Mid-Majors, que muchas de ellas se han
quedado fuera por no “tener” tanto nombre y han entrado equipos como Tulsa que
–con todos mis respetos- nadie contaba con ellos.
Si hablamos de nombres muchos estaréis
pensando en Ben Simmons. El más que aclamado próximo numero 1 del Draft de la
NBA desde que estaba en High School no estará en el March Madness y esto tiene
una razón muy sencilla, LSU no ha jugado en todo el año a nada. Tenían ante
ellos una oportunidad fantástica, pero la han desaprovechado. Tenían a uno de los mejores talentos del país
pero no han sabido usarlo y todo el “proyecto Ben Simmons” se ha desmoronado
llevándose a su paso todo el hype que habían provocado.
En conclusión, lo que muchos estamos
esperando durante tantos meses ya está aquí. La gran fiesta del baloncesto
universitario va a servir para gastar todas esas horas de sueño acumulado
durante el año y disfrutar de chavales que se van a dejar todo sobre la cancha
de baloncesto en un mes para el disfrute del aficionado del baloncesto.
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