La cantera del Cai Zaragoza es una de las mas importantes a nivel de España. Sin embargo, uno de los mejores entrenadores de esa cantera parece haber decidido cambiar de aires y emprender un nuevo camino.
Foto via ACB |
En el día de hoy, el Cai Zaragoza ha comunicado que su entrenador de formación Pedro Carrillo abandona la disciplina zaragozana para emprender un nuevo camino después de varios años en el club.
Durante estos años, el técnico ha desempeñado muchas labores. llegó al CAI Zaragoza en la campaña 2006-2007 como técnico de la Escuela de la Fundación. Posteriormente fue ayudante de Carlos Pardo en el equipo cadete, categoría en la que formaría pareja por primera vez con Carlos Iglesias, con quien actualmente ejercía de asistente del LEB Plata. Además, durante este tiempo ha realizado labores de scouting para el equipo ACB, ha dirigido clinics y ha sido adjunto a la coordinación de cantera hasta la fecha.
Os dejamos la carta de despedida:
A todo el CAI Zaragoza
Las despedidas siempre son difíciles. Más aún, cuando vienen de repente y tienes que despedirte además de la que ha sido tu casa durante casi nueve años. Pero ha aparecido en mi camino una oportunidad profesional y personal que no puedo rechazar.
No puedo estar más orgulloso de haber pertenecido durante todo este tiempo al Basket CAI Zaragoza, el club de mi ciudad, y allá donde vaya presumiré de ello. A lo largo de mis diferentes etapas, desde la cantera hasta el primer equipo, he vivido experiencias inolvidables: he visto crecer a jugadores y, sobre todo, he conocido a grandes profesionales, muchos de los cuales han pasado a ser amigos. Ese es el mayor regalo que me llevo.
Mi mayor agradecimiento, inevitablemente, va para José Luis Abós y Carlos Pardo. Quienes me conocéis, sabéis lo importantes que fueron para mí, dentro y fuera de la cancha. De ellos aprendí todo lo que sé de baloncesto. Tampoco puedo olvidarme del primer coordinador de cantera que confió en mí, Benito Doblado, quien me dio la oportunidad de entrar en los equipos de formación del club.
Tampoco debo ni deseo olvidar al presidente Reynaldo Benito, al director deportivo Willy Villar y al actual coordinador de cantera Luis Arbalejo, quienes confiaron en mí en todo momento. Nueve años son muchos años en el mundo del deporte. Parece que incluso muchos más y más intensos. Durante ellos han pasado muchas cosas -buenas y malas- pero siempre me he sentido respaldado por todos. Gracias.
Por último, y no menos importante, gracias a todos mis compañeros de la oficina: la gente del club. Los que realmente sacan el trabajo en la sombra y son más desconocidos, pero sin quienes el CAI Zaragoza no sería el gran club europeo que ahora es.
Gracias Basket Zaragoza por todos estos años y desde luego esto no es un adiós sino un hasta pronto…
¡AÚPA CAI!
Las despedidas siempre son difíciles. Más aún, cuando vienen de repente y tienes que despedirte además de la que ha sido tu casa durante casi nueve años. Pero ha aparecido en mi camino una oportunidad profesional y personal que no puedo rechazar.
No puedo estar más orgulloso de haber pertenecido durante todo este tiempo al Basket CAI Zaragoza, el club de mi ciudad, y allá donde vaya presumiré de ello. A lo largo de mis diferentes etapas, desde la cantera hasta el primer equipo, he vivido experiencias inolvidables: he visto crecer a jugadores y, sobre todo, he conocido a grandes profesionales, muchos de los cuales han pasado a ser amigos. Ese es el mayor regalo que me llevo.
Mi mayor agradecimiento, inevitablemente, va para José Luis Abós y Carlos Pardo. Quienes me conocéis, sabéis lo importantes que fueron para mí, dentro y fuera de la cancha. De ellos aprendí todo lo que sé de baloncesto. Tampoco puedo olvidarme del primer coordinador de cantera que confió en mí, Benito Doblado, quien me dio la oportunidad de entrar en los equipos de formación del club.
Tampoco debo ni deseo olvidar al presidente Reynaldo Benito, al director deportivo Willy Villar y al actual coordinador de cantera Luis Arbalejo, quienes confiaron en mí en todo momento. Nueve años son muchos años en el mundo del deporte. Parece que incluso muchos más y más intensos. Durante ellos han pasado muchas cosas -buenas y malas- pero siempre me he sentido respaldado por todos. Gracias.
Por último, y no menos importante, gracias a todos mis compañeros de la oficina: la gente del club. Los que realmente sacan el trabajo en la sombra y son más desconocidos, pero sin quienes el CAI Zaragoza no sería el gran club europeo que ahora es.
Gracias Basket Zaragoza por todos estos años y desde luego esto no es un adiós sino un hasta pronto…
¡AÚPA CAI!
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