España e Italia disputaban su tercer partido del grupo B. Los primeros llegaban a la cita después de un bagaje de 1-1, igual que su rival. Las sensaciones fueron bien diferentes para los de Scariolo. Llegaban pletóricos después de una sensacional actuación frente a Islandia.
Parecía que España había tapado los problemas en su victoria. Pero no, todo fue un espejismo. Italia, comandado por un Gallinari y un Belinelli pletóricos, desataron el caos en España.
La primera mitad del partido acabó igualada. Dejó la impresión de que España no conseguía despegarse por su propia culpa. Italia, dejando la pintura libre como suele dejarla porque no tiene un corrector para ella, causaba estragos cada vez que Pau recibía. O anotaba él o sacaba la pelota hacia fuera. Al otro lado estaba un tal Danilo Gallinari. Sí, otra vez un perfil de jugador que España no puede frenar. El 4 abierto. No había respuesta.
Los últimos 24 minutos dinamitaron el partido. O mejor dicho dinamitaron a Marco Belinelli. El italiano hizo un Klay Thompson en el tercer cuarto. Explicamos esto: actuación legendaria en un cuarto con más de 4 triples. Los de Scariolo cayeron en el error en dejar que Marco y Danilo se fueran enchufando al partido con tiros donde los españoles pudieron incomodar un poco más. Para cuando quisieron ponerse en serio, si llegaron a ponerse, era demasiado tarde. Los dos jugadores NBA ya tenían la mano caliente y entraba todo.
España acabó recurriendo a algo que tenía que ser fundamental, siempre lo es, quizá más hoy viendo los acontecimientos. Pau se convirtió en acaparador de todo el caudal ofensivo español. Acabó con 34 puntos pero acabó solo.
Los de Scariolo se complican su pase a la fase final. Tendrán que ganar todo. Quizá las herramientas las tengan. Quizá los problemas, esa falta de actitud defensiva y la mayor regularidad en el triple sean factores que España puede controlar.
O quizá no.
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