Pese a no dar su mejor versión, Estados Unidos no pasó apuros para materializar el pleno de triunfos en la fase de grupos. Con poco que perder y mucho que ganar, los de Fratello plantaron cara, pero nada fue suficiente para contrarrestar el derroche de físico y talento que volvió a sacar a relucir un combinado americano que dio atisbos de jugar a medio gas.
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Para la sorpresa de los presentes, era Fratello quien golpeaba primero. De la mano de una muralla defensiva implacable, propiciaban un significativo atasco a Estados Unidos, que se veía maniatada en los primeros compases tras las continuas acometidas en la pintura tanto de Kornienko como de Kravstov. Era precisamente en la zona donde Ucrania marcaba diferencias, manteniendo a raya las irrupciones tanto de Anthony Davis como de Klay Thompson para marcharse por delante al término del primer cuarto. (19-14)
Estados Unidos quería responder con un drástico cambio de dinámica, pero su rival no se amedrentaba, plantando cara sin complejos y con las ideas muy claras. Con la defensa como mejor arma, el combinado ucraniano mantenía la compostura ante la pluralidad de los chicos de 'Coach K'. Todo parecía seguir el guión planteado por los europeos, hasta que en un abrir y cerrar de ojos Kyrie Irving salía a la palestra para darle la vuelta al marcador. No estaría sólo, ya que ni el ímpetu ucraniano sería capaz de frenar las estocadas atestadas por el letal dúo Curry-Harden. Sin brillar, la máquina americana empezaba a engrasarse, lo que bien se reflejaba en el marcador llegados al descanso. (32-44)
Poco cambiaban las cosas a la salida de los vestuarios, porque si bien Kravstov y Jeter volvían a ser las cabezas visibles de los suyos, el Team USA ya se había llevado el partido a su terreno. Apoyados en una defensa tan intensa como efectiva, los norteamericanos se reencontraban con el dinamismo, y así pues, con su juego. Harden y Curry encarnaban una fluidez algo inconsistente, que servía para marcar las distancias pero no para favorecer el espectáculo habitual. Parte de culpa bien la tenía Ucrania, que pese a no poder remontar el vuelo, impedía que la máquina rival funcionara a pleno rendimiento, siendo Jeter quien dejara claro que no iban a tirar la toalla tan fácilmente. Sin embargo, Harden lideraría un nuevo embiste para dejar las cosas claras con un cuarto aún por jugarse. (54-69)
Independientemente de no mostrar su mejor versión, la armonía ofensiva de Estados Unidos era dejaba el partido visto para sentencia. Sin la exhibición habitual, los destellos de lucidez eran suficientes para que Anthony Davis y DeMarcus Cousins impusieran su ley en la zona. Faried y DeRozan se sumaban para hacer acto de presencia en un partido que con el paso de los minutos se convertía en un mero correcalles sin demasiada concreción. Aunque peleando, la Ucrania de Fratello sucumbía con contundencia para decir adiós al Mundial. (71-95)
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