A principios de julio hablábamos de cómo el contrato de Kobe podía haber lastrado a los Lakers en su caza de grandes agentes libres
para mejorar el equipo antes de una 2014-2015 en la que deben su pick a los
Suns salvo que quede en el Top-5 (lo que implicaría otra temporada desastrosa
por parte de los californianos). Acabando el mes podemos afirmar, sin duda, que
lo ha hecho, aunque al mismo se hayan sumado causas como el no tener entrenador hasta finales de julio (parece que ya tienen nuevo entrenador) o grandes perspectivas de mejora en el futuro.
Hemos visto a leyendas del baloncesto como Tim
Duncan o Dirk Nowitzki rebajarse de manera considerable el sueldo para ver cómo
Spurs y Mavs podían permitirse o bien renovar piezas clave o fichar a jugadores
de complemento para intentar otro asalto al título. Lo mismo ha pasado con
nuestro Pau Gasol, por ejemplo, y es que cuando los años aprietan y el declive
comienza a ser evidente es lógico pensar en ver como los números de la chequera
recibida son inferiores a cambio de tener más oportunidades para rozar la
gloria. Un dato revelador lo daba este dato de "Nba en Español": Kobe
cobrará más que Tim Duncan y Tony Parker juntos.
Pero no convirtamos el análisis de la mala
postemporada de los angelinos en una mera retahíla de críticas hacia Kobe y su
egoísmo, porque al fin y al cabo es su trabajo y lo que le da dinero, y si bien
es cierto que puede no merecer tanto no deja de ser un contrato firmado
libremente por los Lakers con su gran referente, sin que mediara coacción
alguna más allá del miedo a que pudiera verse tentado por los cantos de sirena
de la agencia libre (aún con la lesión sufrida en los Playoffs de 2013). Por
ello hay que profundizar en las críticas y analizar los refuerzos adquiridos,
aunque considero que es importante prescindir de valoraciones sobre la
operación Howard-Nash que tan cara ha salido finalmente para los de púrpura y
oro, dado que en su momento pareció una gran jugada de Kuchpak.
En primer lugar: los refuerzos de nivel, o más bien
la carencia de ellos. Con Sacre, Kobe y Nash en filas los Lakers aún podían
aspirar a atraer a algún jugador con un contrato por el máximo (LeBron o
Carmelo como grandes referentes en el mercado) que complementara a su escolta
estrella. Sin embargo debemos preguntarnos: ¿querría cualquiera de los dos
jugar en un equipo que solo tiene al "24" y a Julius Randle,
descartando al mermadísimo Nash, como apoyos para llegar y avanzar en la
postemporada? Quizás si hubieran podido fichar a otro gran nombre, con más
espacio salarial, la historia hubiera sido distinta. O si Lance Stephenson y
Luol Deng hubiesen accedido a unirse al proyecto para la 2014-2015, haciendo
que las miradas de los agentes libres prometidos se giraran hacia el Oeste
americano. Fallo tanto del GM como de Kobe, porque aquí los fríos números
pudieron hacer que muchos desconfiaran de presente y futuro del equipo y se
decidieran por otros pastos a su juicio más verdes. Podemos jugar a imaginar lo
que hubiera pasado si Kobe se hubiese quedado en solo 12 millones por
temporada...
Toca ahora hablar de los refuerzos que sí llegaron.
En primer lugar Nick Young y Jordan Hill decidieron prolongar su vinculación
con los Lakers, en contratos que muchos entendieron fuera de mercado y que
seguían disminuyendo el margen salarial con el que contaban los de púrpura y
oro para hacer una incursión poderosa entre los que faltaban. A ello se le sumó
luego la llegada de Jeremy Lin para cubrir el puesto de base (lo que a
posteriori supuso la marcha de Kendal Marshall a los Bucks) y los fichajes a
precio de saldo de Ed Davis y de Carlos Boozer. La plantilla queda en el puesto
de 1 con Lin y Nash, en las alas con Kobe, MarShon Brooks, Nick Young, Wesley
Johnson y el renovado Xavier Henry, y en el frontcourt Ryan Kelly, Robert
Sacre, Julius Randle, Jordan Hill, Carlos Boozer y Ed Davis. ¿Cómo organizar
todo esto?
Carlos Boozer por 3 millones no está mal. Puede
enseñar al joven Randle movimientos para sobrevivir en la Liga como un anotador
consistente pese a su escasa estatura y envergadura. Aún así el Rookie de
Kentucky tiene una pinta muy prometedora, cerrando bocas de aquellos que le
criticaban esos dos aspectos de su cuerpo que lo podían perjudicar en la NBA, y
será el futuro de los Lakers en la posición de "4". Se queda también
Ryan Kelly, Jordan Hill y sobre todo genera incógnitas en fichaje de un Ed
Davis muy prometedor en Carolina del Norte pero que ha quedado como mero
jugador de relleno y suplente en su paso por Raptors y Grizzlies.
Los angelinos parecen mirar ahora al futuro que les
aguarda tras la marcha de Bryant. Al escolta le quedan esos dos años de
contrato, durante los cuales no parece que haya mucho margen de mejora más allá
de un entrenador de calidad y la posible llegada de algún Rookie. No hay que
descartar el genio del GM de los Lakers para conseguir piezas importantes en
algún traspaso, pero tal y como está diseñada la plantilla todo apunta a un
largo proceso de crecimiento que concluya en 2016, donde quizás sí que hagan
una nueva internada en el mercado de agentes libres, confiando en que Randle e
hipotéticos refuerzos vía draft hayan crecido lo suficiente para dar un
panorama alentador a los fichajes.
En la situación actual la 2014-2015 no parece
halagüeña para los aficionados de los de California, pero jamás se puede
descartar a la segunda franquicia más laureada de la Historia. El afán
competitivo de Bryant es enorme, y Kuchpak ha demostrado en varias ocasiones que
puede sacarse de la manga operaciones en las que los suyos salen tremendamente
beneficiados. No tienen 16 anillos porque les llovieran del cielo.
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