He querido dejar pasar unos días para intentar realizar un análisis lo más frio posible, huyendo de un primer calentón. Antes de comenzar me gustaría dejar claro que si el club bilbaíno no ha cumplido las reglas, se debe actuar de manera firme. Aunque esto debería ser igual para todos.
Foto: repasodeportivo.com |
Las leyes están para cumplirlas, y se debe ser tajante con quien no las cumpla. En otras temporadas desde la ACB se ha actuado con más tolerancia hacia los equipos con dificultades económicas. Es probable que esos otros conjuntos no hayan acumulado una deuda tan monstruosa como el equipo de Miribilla, pero es cierto que su participación se ha visto seriamente afectada en una competición que pretende ser la mejor del viejo continente.
Un dato a tener en cuenta es el hecho de que la expulsión de Bilbao Basket de la ACB ha llegado en el momento en que esta Asociación ha tenido una cabeza visible. El Sr. Francisco Roca, en su primera decisión de peso ha decidido excluir al conjunto vizcaino. Después de más de un año sin Presidente, la ACB por fin tiene quien dirige sus designios. Pero, ¿cuales son estos?
El principal deber del nuevo presidente es hacer crecer a un deporte y a una competición que se está estancando y está perdiendo terreno con otros deportes y otras competiciones. No hay que llevarse las manos a la cabeza si se dice claramente que esta liga no es atractiva para el espectador. Para que la ACB pueda crecer es necesario contar con todos. Con mercados más pequeños y con otros más grandes. Es evidente que Bilbao y su área metropolitana son un gran escaparate y que si algún año logramos salir de esta crisis, el baloncesto de élite no se puede permitir dejar escapar una plaza semejante. Con estas palabras no quiero decir que otros sobren ya que el baloncesto español no se puede permitir perder ni un solo aficionado.
En mi opinión el Sr. Roca ha querido hacer de los hombres de negro una cabeza de turco, mediante una demostración de poder. Un club importante con gran masa social detrás que no cumple las normas puede caer igual que cualquier otro. Si en el futuro el Sr. Roca continúa en su cargo habrá que estar atento a todas sus actuaciones y habrá que constatar que sus decisiones son igualmente firmes.
Siempre he pensado que el hecho de que la ACB estuviese descabezada no era bueno para el baloncesto patrio y que un nuevo presidente sería lo mejor para el futuro de una competición que cada vez está más acosada en Europa, pero me parece que no es así. De momento, su primera decisión, más que fortalecer a la competición, parece que la debilita. En la Euroliga se deben estar frotando las manos con la decisión de la última Asamblea de la ACB.
Según parece esta situación dista mucho de estar solucionada y en los próximos días puede haber noticias. Sólo espero que no se convierta en un nuevo caso Obradoiro y que dentro de unos años la ACB no se vea obligada a readmitir en su seno al Bilbao Basket.
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