Las malas noticias para los Pelicans llegaron en
forma de múltiples lesiones durante la temporada y con el aldabonazo para sus
aspiraciones en el Draft que supuso haber traspasado su elección a los 76ers en
la adquisición de Jrue Holiday. Las buenas, y muy buenas que fueron,
consistieron en la grandísima evolución de su jovencísimo jugador franquicia y
número 1 del Draft de 2012: Anthony Davis.
El ex de Kentucky pasó de 13,5 a 20,8 puntos, de 8,2
a 10 rebotes, de 1,8 a 2,8 tapones y 7 minutos más por encuentro hasta
plantarse en 35. En su segunda temporada ha debutado en el All-Star y apenas
tiene 21 años, por lo que el futuro parece absolutamente brillante para él.
Esta estrella que ya no lo es en ciernes sino que destella como muchos de los
más brillantes astros, muchos en decadencia, de la Liga, también se caracteriza
por una voluntad de trabajo y sacrificio que siempre ansían los GM a la hora de
hacer sus selecciones en el Draft, aunque la suya estuviese cantada de mucho
antes.
Lillard le arrebató el MVP y ha llegado antes a
Playoffs (mucho mejor acompañado, eso sí), pero Davis ha tenido una progresión
espectacular y además está trabajando duramente en verano, uno muy largo en el
que sabe que no recibirá refuerzos vía Draft salvo que los directivos de los
Pelicans logren su objetivo de conseguir una primera ronda vía traspaso. Por
ello trabaja, trabaja mucho, y como si de las Olimpiadas se tratara está
siguiendo el lema de "Citius, Altius, Fortius": "Más rápido, más
alto y más fuerte".
El "Unicejo" más famoso del baloncesto ha
declarado que sigue creciendo, aunque prefiere que sigan considerando que no
llega a esos 2,13 que marcan la frontera de los "7 pies", que está
ganando más y más kilos de puro músculo, aunque siga conservando esa particular
estructura corporal de delgadez y largos brazos que le permiten llegar a
intimidar a lugares solo soñados para la gran mayoría de mortales. Y para
sumarse a todo ello ha estado practicando tanto el triple como el tiro de media
distancia, sus movimientos al poste y su manejo de balón.
¿Será cierto todo ello? Desde luego si lo es la NBA
puede echarse a temblar. Si un joven e inexperimentado, pero tremendamente
talentoso, interior es capaz de progresar tanto en su segunda temporada qué no
podrá hacer con más y más horas de práctica y esa voluntad de mejora que parece
caracterizarlo. Un Davis que anote triples y practique sus pases y movimientos
al poste podría dar más oportunidades aún para los tiradores que tiene New
Orleans en el perímetro, ampliar su rango de canastas e incrementar sus
estadísticas tanto de asistencias como de puntos anotados. Los Pelicans tienen
un referente joven que sigue mejorando y una plantilla que debe corresponderle
e implorar por no tener lesiones que puedan perjudicarles en su búsqueda de los
Playoffs. Por Davis no será. Está listo para aspirar al MVP.
Publicar un comentario
Déjanos tu opinión sobre lo leído.