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En un caótico cúmulo de despropósitos en los primeros compases, era tarea no menos que complicada el encontrar un dominador claro. Con los Hawks como el equipo menos fallón, eran los visitantes quienes contaban con las primera ventaja, apoyándose en un Korver inspirado para compensar el buen hacer de un Hibbert eficaz bajo los aros. Si bien los Pacers daban atisbos de carburar con un Lance Stephenson omnipresente, era Jeff Teague quien cogía las riendas de los suyos para aguantar el tirón y mantener la igualdad al término del primer período. (23-24)
George y Stephenson lideran el huracán 'Pacer'
Más de lo mismo a priori en el segundo cuarto. Aunque el duelo entre CJ Watson y Shelvin Mack parecía darle una marcha más el encuentro, la tónica permanecía intacta con las imprecisiones imperando en uno y otro mientras las defensas cobraban más y más protagonismo. Korver seguía a lo suyo, pero cuando el ritmo bajo se adueñaba de una contienda descafeinada, los Hawks se encontraban en una debacle ofensiva implacable, donde unos Pacers al acecho lo aprovechaban, primero Stephenson, y luego un George que se entonaba echándose el equipo a las espaldas en un visto y no visto. Con el '24' desatado, Indiana protagonizaba su particular vendaval, sacando partido del desacierto de un Millsap obstinado para poner tierra de por medio cuando llegábamos al descanso. (47-36)
Los Hawks dan síntomas de vida
La máquina amarilla se había puesto a funcionar. A partir de una defensa tan tenaz como impenetrable, los Hawks no daban con respuestas conforme su rival se sentía cada vez más cómodo sobre el parqué. Pasaban los minutos, y sin hacer maravillas Indiana daba sensación de control y solidez, limitándose a mantener la compostura y exhibir destellos en ataque ante un adversario que continuaba en su particular "quiero y no puedo". Cuando más exánime se presentaba el encuentro, fue entonces cuando un voluntarioso Shelvin Mack se echaba el equipo a las espaldas para mantener a los suyos con vida a base de triples junto a Mike Scott. George intentaba impedir que Atlanta remontara el vuelo, pero cual efecto dominó Atlanta estaba en el partido con 12 minutos aún por jugarse. (63-71)
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Pero Indiana no da opción
La esperanza seguía presente en los de Budenholzer, pero a cada acometida, ahí estaba Paul George para volver a poner las cosas en su sitio. La defensa de los Pacers volvía a salir a la palestra y aguantar el tirón que suponían los embistes de Millsap y Scott. Pero no había manera, volvían a ponerle una cruz al aro, ya que salvo Kyle Korver, la escuadra de Georgia retornaba a sus ataques erráticos y desacertados para dar buena cuenta de que sus opciones de remontada se desvanecían a pasos agigantados. Aun sin haber despejado las dudas, Indiana volvía a dar señales de aquel equipo que a cara de perro maravillaba en la primera mitad de temporada salvando el 'matchball' ante los Hawks.
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