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En los visistantes, destacaron Luke Sikma (23 puntos, 7 rebotes), la reaparición de Lampropoulos (11 puntos, 10 rebotes) y Daniel Kickert (16 puntos, 5 rebotes), mientras que en el otro bando sobresalieron Víctor Artega (16 puntos, 5 rebotes) y Nemanja Radovic (13 puntos, 10 rebotes).
Los visitantes marcan el ritmo con el rival al acecho
Sin dominador claro y con una igualdad imperante, uno y otro mostraban sus armas sin complejos en un intercambio de golpes donde el juego interior cobraba protagonismo con Víctor Arteaga y el dúo Lampropoulos-Sikma como máximos exponentes. Aunque los murcianos mantenían la compostura una vez descendía el ritmo del encuentro, era el rival quien se empeñaba en tomar la iniciativa, apoyándose en la irrupción de su perímetro para obtener la ventaja una vez concluía el primer período (17-21).
El perímetro tinerfeño marca diferencias
Independientemente de las continuas acometidas de un Arteaga pletórico, era la escuadra tinerfeña la que tenía el control, siendo Carl English quien junto a la inspiración de Kickert lograba romper con la monotonía que suponían las imprecisiones de sendos equipos por la solidez defensiva. Cuando la pluralidad ofensiva de los visitantes amenazaba con abrir brecha tras un par de minutos de apagón rival, era un voluntarioso Radovic quien junto a Davis devolvía la igualdad en un partido que no daba lugar a relajo alguno. Sin embargo, Richotti venía avisando y sin dejar disfrutar a su adversario de su reacción marcaba su territorio de forma incontestable cuando llegábamos al descanso. (34-43)
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La pluralidad visitante abre brecha
Poco cambiaban las cosas a la salida de los vestuarios, ya que la sensación de control y sobre todo equilibrio de los canarios era suficiente para imponerse a un UCAM Murcia que le costaba competir ante la diversidad de artillería que presentaba una y otra vez su rival. Desde Richotti a Lampropoulos y Kickert pasando por un contundente Luke Sikma todos aportaban para mantener una diferencia que no hacía sino aumentar con el paso de los minutos. Y es que aun resistiéndose tanto Arteaga como Radovic a haber dicho su última palabra, no daban con la tecla para evitar que el Iberostar Tenerife pusiera tierra de por medio con 10 minutos por jugarse. (50-65)
Sikma decanta la balanza
Scott Wood amenazaba con poner fin a la hegemonía canaria a base de triples, pero ni Saúl Blanco ni Sikma parecían por la labor de tirar por la borda todo el trabajo realizado. La cantidad de variantes que presentaban los de Alejandro Martínez seguía siendo un quebradero de cabeza para los murcianos que se veían contra las cuerdas llegados al ecuador del último cuarto. El nerviosismo aparecía cuando el tiempo apremiaba y ante la obligación de remontar el vuelo más pronto que tarde las imprecisiones parecían condenar de forma casi definitva ante un conjunto tinerfeño que sacaba a relucir su temple y firmeza para no hacer peligrar su poderío en el luminoso. Dicho y hecho, ya que encomendándose a un Sikma imparable y dominador, terminaba por darle la victoria a un Iberostar Tenerife que no dio opción a su rival. (72-87)
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