Los árbitros en la NBA suelen acaparar poco los focos. De hecho sus identidades son desconocidas para la gran masa de público. Sin embargo, hay uno que archiconocido y que no deja indiferente a nadie. Dick Bavetta.
Foto: MARCA |
Su historia no deja de ser curiosa. Tras nueve años de rechazo en las pruebas de selección para arbitrar, Bavetta comenzó el 2 de diciembre de 1975, a los 36 años, a arbitrar partidos de NBA.
Bavetta se ganaba la vida pitando partidos en la Liga Católica y era uno más entre los talentosos callejeros de Rucker Park. Ahora, tras casi 40 años sin parar, ha superado un récord de longevidad en el deporte profesional y es claro candidato al Hall of Fame de la NBA.
Jamás se ha perdido un partido de los que le han asignado. Él tiene la clave: "Mi secreto es mi entrenamiento de pretemporada y correr todos los días a las 6.30 de la mañana, incluso los días de partido, sobre 10 kilómetros. Y corro con cinco pares de calcetines... le sienta muy bien a mis pies".
Dick Bavetta, genio y figura.
Fuente: MARCA
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