Este sábado se han disputado los dos primeros partidos de la jornada decimoquinta de la liga Endesa. Por una parte el Valencia ha demostrado su gran momento de forma ganando al CB Canarias en la Fonteta por 92-67. Por otro lado el Cajasol ha logrado su séptima victoria de la temporada que le da derecho a soñar con la copa del Rey.
En el primer partido de la jornada, el Valencia ha demostrado porque está en la cima de la clasificación. En el primer cuarto, el Iberostar aguanto 13 minutos hasta que Dubljevic entro a cancha. A partir de ahí el conjunto visitante desapareció y el equipo valenciano empezó a tener unos porcentajes muy altos de tiro.
En el segundo cuarto, solo existió un equipo, el Valencia apretó el acelerador. Un parcial de 18-0 comandado por Ribas desde la línea de tres hizo despegar al Valencia en el descanso. El marcador al descanso era de 51-29.
En el tercer cuarto, el guion fue el mismo y la diferencia no dejaba de subir. Un parcial de 9-0 inicial hizo que Iberostar bajase definitivamente los brazos y a partir de ahí el Valencia a base de intensidad defensiva hizo que la diferencia subiese hasta aproximadamente 30 puntos.
El último cuarto, fue un mero trámite en el que Iberostar maquillo el resultado gracias a la relajación defensiva local y el trabajo de Bivia y Chagoyen. El marcador final fue 92-67.
Por otro lado, en Sevilla, El Cajasol ha conseguido su séptima victoria liguera que le acerca a la copa. En el primer cuarto, un 13-2 de parcial a los 6 minutos de juego dejo bien a las claras que Cajasol iba en serio en este partido. A partir de ahí y hasta final del cuarto Obradoiro estrecho el marcador hasta acercarse a 7 puntos a final del primer acto.
En el segundo cuarto, el guion fue el mismo. El Cajasol siguió apretando el acelerador apoyándose en Landry, Satoransky y Balvin. Un parcial de 12-1 a mediados del cuarto estiro la ventaja local que el conjunto visitante fue reduciendo con el paso de los minutos llegando al descanso 45-33.
Al inicio del tercer cuarto la ventaja local ascendió a 15 puntos y fue entonces cuando el conjunto gallego empezó a defender seriamente con intención de bajar diferencias. Al final del cuarto el marcador era de 62-49.
En el último cuarto, el conjunto local mantuvo el acierto desde la línea de tres y el marcador de 72-51 a falta de seis minutos empezó a decantar el partido. A partir de ahí, el conjunto visitante bajo los brazos e intento que la diferencia no fuera sangrante.
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