A falta de pan...

Parece ser que en Nueva York se ha acabado la paciencia que estaban teniendo con el que fuera el mejor sexto hombre de la NBA en la pasada temporada.

No hay lugar a dudas, ésta está siendo una temporada horrible de JR Smith. El de Newark parece haber agotado la paciencia de su entrenador (quien ha sido su mayor defensor), de sus aficionados y, también, de la directiva Knickerbocker, de los cuales últimamente se ha rumoreado que buscaban el traspaso de éste jugador del que les hablo.

Por si fuera poco, a su bajo rendimiento (firmando su peor porcentaje de acierto en tiros de campo desde que es profesional con menos de un 35%) debemos unirle la discusión con su entrenador que tuvieron el pasado 11 de diciembre en la victoria ante los Bulls, el tema de los cordones (por el que ha sido multado por la NBA con 50.000 dólares y del que más tarde se burlara en una discoteca) y, en general, su carácter, tan espontáneo como incomprendido, que le ha hecho quedarse en el banquillo el pasado día 9 en la victoria Knick ante los Heat por castigo. Todo ésto le impide desarrollar el gran talento que, por todos es sabido, que el jugador atesora. 

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Cuando los neoyorquinos más echaban en falta un revulsivo que antaño fuera el propio JR Smith, en éste 2014 se ha destapado una "bestia" que parecía no estar ante su mejor año y los rumores de traspaso le perseguían; el joven Iman Shumpert. Con un enorme partido ante los Spurs (anotando 5 últimos puntos decisivos para ganar el partido) el escolta de 23 años se deshizo de todas las críticas y rumores que anteriormente no paraban de apuntarle.

Con una media de casi 16 puntos por partido en este 2014 con el que parecen volver al pasado con el que los Knicks ilusionaron a sus fans, Iman está demostrando tener tanto actitudes como aptitudes para ser un gran jugador a día de hoy y, ¿por qué no? Ser el futuro de la franquicia de la capital mundial. Un jugador que, en su tercera temporada en la NBA, tras un año en el que llegó tarde por una rotura en los ligamentos de su rodilla, no deja indiferente a nadie con su crecimiento que podemos apreciar partido a partido.

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A pesar de su juventud no tiene problemas en aceptar y acarrear con la responsabilidad que tiene ser una de las piezas más importantes de un equipo con jugadores como Carmelo Anthony, Amar'e Stoudemire, Andrea Bargnani o Tyson Chandler. Un jugador all-around, capaz de anotar, rebotear y hacer todo lo que se le pida. Un trabajador nato del que, aún, no se sabe el techo.

Si bien antes apuntaba el negativo rendimiento de The Prodigy, también me veo obligado a comentar que es un jugador microondas que, si a día de hoy le vemos falto de confianza en sí mismo, podríamos apreciar un enorme cambio pronto en este aspecto, ya que su rendimiento es tan imprevisible como irregular.

Guardando las espaldas de los dos nombrados anteriormente se encuentra el rookie Tim Hardaway Jr., quien, a pesar de no contar con muchos minutos (18 por partido) no teme en aportar cuando le llega el momento y pide más confianza a gritos. A base de intensidad y de aprovechar los minutos que le llegan se está labrando un futuro en la liga.

¡Gracias por dedicarme un momento! (@GCoronelM)