Si bien es cierto que la primera parte de la selección recordaba a nuestros mejores días, no podíamos decir lo mismo de la segunda, pero finalmente, a pesar de la inesperada reacción de una siempre aguerrida Macedonia, los hombres de Orenga supieron sobreponerse a la situación, certificando, aunque con más dificultades de las esperadas, su tercera victoria en esta gira.
Pese a la intensidad en ambos lados de la cancha que quería impulsar Macedonia en los primeros compases, España, apoyada en el ritmo frenético de Sergio Rodríguez y un imparable Marc Gasol (7p), ponía un parcial de 12-3 que les distanciaba en el luminoso. El control de los hombres de Orenga era total, a la fluidez ofensiva había que sumarle solidez defensiva digna de ser mencionada, lo que no hacía más que poner aún más tierra de por medio entre ambos conjuntos. Aun con todo, Macedonia supo recomponerse y aprovechando el cambio de marcha del combinado nacional, respondían con un parcial de 2-8 que daba lugar al 21-13 con el que finalizaba el primer cuarto.
Conforme pasaban los minutos, el acierto de los nuestros tanto en la pintura como desde el perímetro menguaba paulatinamente, de lo cual el conjunto macedonio volvía a sacar partido acercándose peligrosamente en el marcador. La dupla Illievski-McCalebb unido a la potencia de Gechevski bajo los aros empezaba a dar sus frutos, pero esto fue cosa de minutos, porque el dinamismo y la eficacia a la contra de España volvía a hacer estragos. Llegábamos a la recta final del período, y el dominio español aparecía de nuevo para apuntalar otro contundente parcial, esta vez de 15-2, por lo que nos íbamos a los vestuarios con un 38-21 a favor.
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Aunque bien es cierto que estábamos viendo una buena versión de la selección española, no podíamos decir lo mismo del rival, cuyo juego estaba plagado de imprecisiones, lo que unido a su falta de inspiración les estaba privando de tan siquiera competir por el encuentro. Sin embargo, daba la sensación de que ese errático ritmo se estaba impregnando en nuestro juego, lo que a su vez no impedía que hiciéramos gala de alguna que otra acción que reflejaba nuestra calidad. De esta manera, casi sin darnos cuenta, recortaban diferencias, pero seguíamos mandando a priori cómodamente en el marcador, hasta que sin comerlo ni beberlo, Macedonia ponía la directa al finalizar el cuarto, dándonos una llamada de atención ya que se iban a los últimos 10 minutos de partido a tan sólo 6 puntos (51-45).
La tónica del partido había dado un cambio drástico. Ahora era la selección española quien no estaba respondiendo mientras que Macedonia aprovechaba las circunstancias para achuchar en el luminoso, aunque para sorpresa de muchos, McCalebb, Antic ni Samardziski eran los protagonistas de la remontada. El rival comenzaba a ver el aro como una piscina, lo que costaba creer visto lo visto anteriormente. Pero fue entonces, cuando un triple y un vistoso mate de Claver servía para que España retomara el vuelo, y ayudados también de un omnipresente Marc Gasol (17 puntos y 26 de valoración) la ventaja volvía a superar los 10 puntos de diferencia a falta de poco más de 2 minutos para el final (64-54). Finalmente, aunque con más dificultades de las esperadas, el tercer partido de esta gira de preparación acababa con victoria (66-61).
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