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“Va a ser genial. Los jugadores realmente le respetan“, declaraba el entrenador Mark Few tras conocerse la noticia.Declaraciones que ni mucho menos sorprenden, ya que como bien cabe recordar, Adam Morrison es toda una leyenda viva de la Universidad de Gonzaga, donde se consagró como uno de los mejores jugadores universitarios de los últimos años. Tanto fue así, que el talentoso escolta fue elegido en el puesto número 3 del Draft de 2006 por los Charlotte Bobcats.
Sin embargo, su carrera en la NBA no ha sido lo que se esperaba. A pesar de que empezara con buen pie en Charlotte, poco tardaron en llegar los problemas físicos, que acabarían por lastrar su carrera. Después sería traspasado a los Lakers, donde la plaga de lesiones y la falta de oportunidades le condenarían al banquillo, desde donde apenas pudo aportar nada en los anillos conseguidos en 2009 y 2010. De esta manera, cruzaría el charco rumbo a Europa, llegando a jugar en las filas del Estrella Roja y el Besiktas.
Aun con todo, intentó su vuelta a la NBA, pero ni en los Wizards ni en los Blazers la cosa llegó a funcionar. Así pues, Adam Morrison ha decidido poner un paréntesis en su carrera deportiva, ya que a pesar de su paso a los banquillos, el jugador no ha colgado las botas de manera definitiva.
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