Tras el emocionante partido vivido en el Madison Square Garden -que acabó con victoria de los Knicks-, era díficil estar a la altura pero lo cierto es que la carta de presentación de la que hacía gala el Golden State Warriors - Denver Nuggets, provocaba que el encuentro se presentara como uno de los más atractivos de la noche.
Pero contra todo pronóstico, el partido se mostró trabado prácticamente en su totalidad, influenciado por la gran cantidad de imprecisiones y la falta de acierto por ambos conjuntos. Así pues, el encuentro se centró en lo físico y conforme pasaban los minutos, ambos equipos se vieron obligados a centrarse en los detalles, tras los cuales se acabaría decidiendo el partido.
Sin embargo, el hecho de que el partido en sí no fuera brillante, hizo que el marcador se mantuviera parejo durante casi todo el encuentro, lo que nos condujo a un final de partido digno de los Playoffs. Un final que no dejó indiferente a nadie pero que tuvo como protagonista a Andre Miller, (28 puntos, 5 asistencias) que tras cuajar un encuentro excepcional en todos los sentidos, daba la victoria a los suyos con un 'game-winner' digno de guardar en la hemeroteca.
Durante la primera mitad, Stephen Curry se mostró desafortunado de cara al aro, lo que supo aprovechar para brindar canastas a sus compañeros (8 asistencias en la primera mitad) , en especial a un inspirado Klay Thompson. Por otro lado, Denver intentaba correr, pero lo cierto es que tanto la defensa rival como la falta de fluidez impidieron cualquier intento de 'show time' de los hombres de George Karl. El partido no solo estaba defraudando por su juego, sino que resultaba incluso costoso de ver para el espectador, que anhelaba el "run & gun" que tanto prometía a priori. Aunque McGee parecía animar el choque con varias acciones espectaculares, el partido no terminaba de despegar. Tanto fue así, que nos fuimos al descanso con un 48-44 para los de la bahía.
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Aún así, en el comienzo de la segunda mitad pudimos seguir disfrutando de la pelea bajo los aros, donde tanto David Lee como Wilson Chandler se erigían como protagonistas. A pesar de que Curry empezaba a encontrar aro con más facilidad , además de estar bien acompañado por Thompson y Landry, eran los Nuggets quienes de la mano de Lawson y Andre Miller llevaban la iniciativa del encuentro en el tercer cuarto. Pero fue gracias Corey Brewer cuando Denver dinamitaba el encuentro con un parcial de 10-2 y ponerles por delante al término del tercer período (72-64).
Lejos de que el ritmo del partido cambiara súbitamente, nos postulábamos ante un último cuarto que se podía presentar clave en el devenir de la serie. Con David Lee en los vestuarios por problemas físicos, era la hora de reaccionar, y nada mejor que un triple estratosférico de Curry para poner a los suyos de vuelta en el partido. Los Warriors se acercaban peligrosamente, lo que auguraba un final de partido trepidante. Pero aun con la aportación de la pareja interior Landry-Bogut y el acierto de Thompson, Andre Miller seguía siendo el dueño y señor del encuentro.
Andre Miller decide
Llegábamos al 'clutch time' y tras una gran acción defensiva de los Nuggets culminada con una canasta en transición de Ty Lawson, parecía que el partido se decantaba para el lado de los locales, pero un triple desde la esquina de Stephen Curry empataba el encuentro a falta de 14 segundos para el final. Sin embargo, no se podía cantar victoria, ya que los Nuggets guardaban una última bala en la recámara, que no era otra que Andre Miller, que culminaba su excelente encuentro con una jugada para el recuerdo que daba el primer partido de la serie a los suyos.
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